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¿Es la frontera mexicana la vía que están utilizando terroristas islámicos para entrar a Estados Unidos? ¿Existe asociación de grupos radicales yihadistas con los cárteles de la droga?
Las alarmas de las agencias de seguridad norteamericanas se encendieron la semana pasada en Texas. ¿El motivo?
Un grupo de 54 ciudadanos de origen musulmán, recluidos en un centro de deportación de la ciudad de El Paso, Texas, se declararon en huelga de hambre para protestar por el trato de las autoridades y la posible deportación.
Los migrantes – procedentes de naciones como Bangladesh, Afganistán y Pakistán – ingresaron a suelo norteamericano después de cruzar la frontera de México utilizando las rutas de migración ilegal controladas por el narco mexicano.
La preocupación en Estados Unidos obedece a que en los países de origen de las personas detenidas en Texas se han detectado grupos extremistas ligados con el Estado Islámico (ISIS).
El mes pasado el gobierno de EU emitió una alerta de terrorismo advirtiendo que musulmanes radicales de Bangladesh podrían ser enviados a países de Europa o a Estados Unidos.
“El gobierno de Estados Unidos sigue recibiendo información de que grupos terroristas en el sur de Asia también podrían estar planeando ataques en la región, posiblemente contra instalaciones estadounidenses del gobierno, los ciudadanos estadounidenses, o los intereses estadounidenses”, señalaba.
Límite vulnerable
El propósito de los migrantes detenidos en El Paso era solicitar asilo político al gobierno de Estados Unidos.
Las autoridades migratorias –mientras analizaban su deportación- los recluyeron en el Centro de Detención de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), ubicado en la ciudad de El Paso, Texas.
Los musulmanes se inconformaron por la incomunicación y decidieron realizar una huelga de hambre para protestar por el trato de las autoridades estadounidenses.
La manifestación musulmana en tierras norteamericanas puso otra vez el tema de la vulnerabilidad de la frontera sur con México y la amenaza terrorista en el centro de debate.
El gobierno de Barack Obama siempre ha asegurado que la frontera sur con México no representa un riesgo para la entrada de terroristas yihadistas a los Estados Unidos.
Pero hay versiones de medios conservadores y de derecha que contradicen al presidente norteamericano sobre la “porosidad” de la frontera con México.
La organización Judicial Watch, por ejemplo, interpretó la detención de los musulmanes en El Paso, Texas, como un riesgo a la seguridad nacional y una amenaza terrorista.
“Migrantes de naciones terroristas solicitan asilo en Centro ICE en Texas”, tituló el reporte publicado en su sitio de internet.
De acuerdo a esta organización, que preside el senador republicano, Tom Fitton, los musulmanes detenidos en El Paso, Texas, tras cruzar México, echaron abajo la afirmación del gobierno de Obama de que la frontera sur es segura.
Los 54 migrantes se negaron a comer o beber agua en protesta por la posible deportación a sus países de origen.
La huelga comenzó el miércoles 14 y concluyó el sábado 17 de octubre.
Entre las peticiones de los refugiados detenidos se encontraba una investigación del Departamento de Justicia y la Oficina Ejecutiva para la Revisión de Inmigración para identificar si el grupo recibió una audiencia justa del centro de procesamiento del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos.
También se quejaron de que las autoridades no les proporcionaron un intérprete y que no tenían acceso los documentos del juicio en su contra.
Las autoridades migratorias no han informado, pero se sabe que una parte de los 54 musulmanes que iniciaron la protesta fueron liberados de manera condicional mientras se revisa su solicitud de asilo político o su deportación.
La protesta fue interrumpida por la intervención del cónsul general de Bangladesh, que tuvo que acudir al sitio para pedir a sus ciudadanos terminar con la huelga de hambre.
Activistas de organizaciones de defensa de derechos humanos de migrantes cuestionaron el trato brindado por el gobierno de Estados Unidos a los ciudadanos musulmanes.
La televisión local de El Paso entrevistó a Nasir Uddin, un inmigrante de Bangladesh, que fue liberado el sábado pasado.
“Estamos buscando asilo, somos refugiados. No somos delincuentes que no tenemos ninguna relación con criminales”.
Uddin llegó en diciembre pasado a El Paso, después de cruzar desde América del Sur a Ciudad Juárez.
La organización Drum denunció que los migrantes no habían recibido atención medica. El Comité de Solidaridad con Migrantes Detenidos también reclamó el trato a los musulmanes.
“Lo llaman un centro de procesamiento y no es cierto. Esto es en realidad una prisión “, señaló Roxana Bendezu, miembro del Comité de Solidaridad con Migrantes Detenidos.
El ICE tuvo que emitir un comunicado afirmando que los huelguistas recibían las atenciones médicas.
“El ICE toma la salud, la seguridad y el bienestar de los que están en nuestro cuidado muy en serio y seguimos de cerca la situación. El Centro de El Paso del ICE está dotada con los proveedores de salud médica y mental que monitorean, diagnóstico y tratamiento de los residentes en la instalación. ICE también utiliza exterior, proveedores de servicios de atención de salud privados médicos- mentales”.
Un tema electoral
El tema de la amenaza terrorista a Estados Unidos, a través de la frontera mexicana, no es nuevo.
La misma Judicial Watch, que hoy cuestiona la reclusión de musulmanes de países terroristas en Texas, publicó hace dos años que células del Estado Islámico (ISIS) estaban operando en la frontera entre México y Estados Unidos.
Según esta organización, en pueblos de Chihuahua existían campamentos yihadistas que preparaban su ingreso a los Estados Unidos.
Las alianzas entre los cárteles de la droga y grupos islamistas han sido denunciada por el senador republicano Tom Fitton, presidente de Judicial Watch.
Este sitio reveló recientemente una historia que denuncia que los cárteles de la droga mexicanos están traficando con personas del Medio Oriente vinculadas a grupos terroristas.
Según la organización, para eludir a la Patrulla Fronteriza y otras barreras policiales, utilizan brechas y carreteras interestatales y los esconden en áreas cercana a El Paso, en una carrera interestatal.
En México es de sobra conocida que las rutas de los migrantes son controladas por el narco.
El Departamento de Seguridad y el FBI han negado estas versiones.
El periódico The New York Times publicó hace un año que militantes del Estado Islámico planean cruzar la frontera con México con la intención de perpetrar ataques en Estados Unidos.
La cadena Fox difundió el año pasado que terroristas del Estado Islámico cruzaron la frontera mexicana para internarse en los Estados Unidos donde fueron detenidos.
La información una vez fue desmentida por el Departamento de Seguridad Interna de los Estados Unidos.
El asunto es tema electoral. Durante la campaña presidencial de 2011, tanto Rick Perry y Mitt Romney, el candidato republicano, aseguraron que extremistas islámicos que trabajan con países de América Latina, incluyendo México, representan amenaza para los Estados Unidos.
“Sabemos que Hamas y Hezbolá están trabajando en México, al igual que Irán, con una estrategia para entrar en los Estados Unidos”, aseguró Perry, el exgobernador de Texas, en un debate republicano.
Los demócratas aseguran que las versiones de un frontera sur vulnerable a los terroristas forma parte de la coyuntura de las campañas presidenciales.
“No existe ninguna versión creíble que indique que existe una célula activa de ISIS intentando cruzar la frontera sur”, han dicho los voceros de seguridad del gobierno de Obama.
La vulnerabilidad de la frontera de Estados Unidos con México y los riesgos que implica para la seguridad nacional, forma parte del discurso del empresario Donald Trump, el polémico aspirante a la presidencia de los Estados Unidos.
Ingresan más islamistas
Hay un repunte en la llegada de indocumentados de países islámicos a nuestro país, de acuerdo con la información proporcionada por el Instituto Nacional de Migración (INM).
Los datos sobre “eventos de extranjeros presentados ante la autoridad migratoria, según continente y país de nacionalidad” indica que de 2010 a 2015 la estadística muestra un incremento. El más notorio es el del caso de ciudadanos de Bangladesh, que en ocho meses de este año muestra que han sido presentados 453 personas de esa nacionalidad y en su gran mayoría es detenida en Chiapas.
El año pasado se presentaron a 632 ciudadanos de Bangladesh ante las autoridades migratorias mexicanas en sus diferentes delegaciones, la cifra más alta del listado. Desde 2010 a lo que va de 2015 se han presentado mil 331 oriundos de ese país que han sido identificados en México.
En 2013 se presentaron 84, 29 en 2012 y 37 ciudadanos de Bangladesh en 2011. En 2010 se reportan 96, de acuerdo con la información del INM otorgada a través de una solicitud de acceso a la información pública.
En el caso de los ciudadanos oriundos de Pakistán hallados en México con una irregularidad migratoria, de enero a agosto de 2015 se contabilizan 145 personas. Mientras que en 2014 fueron 33, siete en 2013, 21 en 2012, 15 en 2011 y 14 en 2010.
Es decir, en el caso de los pakistaníes, las presentaciones reportadas en este año superan 60 por ciento las de los cinco años completos anteriores.
También en el ingreso de afganos el INM manifiesta que hay un incremento. Mientras en 2010 se reportaron un par de presentaciones y una en 2011, en 2012 no hubo ningún reporte. En 2013 y 2014 hay seis presentaciones. En lo que va de este año, de acuerdo con la información, hay 16 personas presentadas ante la autoridad por irregularidades en sus trámites migratorios.
En el caso de los sirios, en 2010 se presentaron diez casos, 2011 no presenta reportes de presentaciones, en 2012 fueron cinco, 14 más en 2013 y otras 12 en 2014. En los ocho meses que considera el reporte de 2015 se reconocen nueve presentaciones.
La ruta por Dubái
En marzo de 2014, la PGR reconoció que había una red de tráfico internacional de personas que a través de México traficaba personas de nacionalidad afgana, bengalíes, indios, iraníes, paquistaníes y somalíes hacía Estados Unidos a través de México.
La PGR obtuvo entonces una orden de aprehensión en contra de tres personas originarias de Bangladesh y ocho mexicanos, integrantes de una red transnacional y probables responsables del delito de tráfico de personas.
“El traslado lo hacían de las naciones citadas hacia Dubái, y de ahí, a Centroamérica, hasta internarlos ilícitamente a territorio mexicano, específicamente por Chiapas, y de ese estado, vía aérea o terrestre a la Ciudad de México, para posteriormente llevarlos a Tamaulipas e ingresarlos al país vecino.
“Tras su detención, los indiciados fueron arraigados y el pasado 19 de febrero, la Unidad Especializada en Investigación de Terrorismo, Acopio y Tráfico de Armas de la SEIDO, consignó ante el Juez, la averiguación previa por los delitos de Delincuencia Organizada y Tráfico de Indocumentados con el propósito de internar a personas en otro país sin documento”, indicó entonces la PGR.
Se les acuso de ser presuntos responsables de albergar en territorio nacional a varios extranjeros con el objeto de obtener un lucro con el fin de evadir la revisión migratoria, y por el diverso ilícito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, en la modalidad de adquisición y depósito de recurso económico en moneda nacional.
Una vez cumplida la medida cautelar de arraigo, al obtener la orden de aprehensión de un Juez de Distrito en el Estado de México, siete de los diez detenidos fueron trasladados e ingresados al Centro Federal de Readaptación Social número 1 “El Altiplano” y tres al Centro Federal de Readaptación Social número 4 “Noroeste”.