Fuga de ‘El Chapo’ versión Playmobil
En un mundo de juguete hay un capo que se fugó dos veces de la cárcel, en la última, a través de un túnel que construyó con ayuda de sus amigos.
El personaje se llama “El Chato” Guzmán, y pudo ser ubicado porque se reunió con la actriz Kate del Capillo y el actor Sean Penn con quienes buscaba hacer un filme biográfico, lo que provocó que las autoridades lo ubicaran. Todo aparece en un noticiero de juguete que se realiza “con bajo presupuesto” y los reporteros hacen caso a rumores y piden a su auditorio que, debido a la falta de cámaras, “se imaginen” los sucesos.
Julio Ramírez
En un mundo de juguete hay un capo que se fugó dos veces de la cárcel, en la última, a través de un túnel que construyó con ayuda de sus amigos.
El personaje se llama “El Chato” Guzmán, y pudo ser ubicado porque se reunió con la actriz Kate del Capillo y el actor Sean Penn con quienes buscaba hacer un filme biográfico, lo que provocó que las autoridades lo ubicaran. Todo aparece en un noticiero de juguete que se realiza “con bajo presupuesto” y los reporteros hacen caso a rumores y piden a su auditorio que, debido a la falta de cámaras, “se imaginen” los sucesos.
La obra fotográfica realizada con juguetes de la marca Playmobil se llama “‘El Chato’ Guzmán Siloera, El más buscado y encontrado” y fue elaborada por el médico pediatra Jaime Elick López Arceo, quien se aficionó a la fotografía. La obra fue expuesta en el Centro Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México en Morelia, Michoacán, donde tomó su curso y fue presentado como el trabajo final.
Jaime Elick López Arceo se inspiró en el recapturado cabecilla del cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, para hacer este trabajo de 248 imágenes y para el que utilizó 22 maquetas.
“Yo no pensé hacerlo tan grande ni tan detallado, pero se me fue creando una pasión por esto, porque quedó algo diferente, un mundo como de juguete, que es el Playmobil. Me di a la tarea de conseguir todo, porque no tenía ni un muñequito, y así fui creando desde los orígenes de un delincuente ficticio porque realmente me inspiré en ‘El Chapo’, mas no es exactamente lo que sucedió con él. Tuvimos que hacer unas adaptaciones”, afirma el autor de las fotografías.
“Lo hice en mi poco tiempo libre porque yo sigo siendo pedriátra en activo. A mí me recordó un poco mi infancia porque nosotros jugábamos al héroe y al antihéroe. “El Chapo” es realmente un fenómeno social porque no toda la gente está ni a favor ni toda la gente está en contra. Ha creado mucha polémica”, añade.
‘Fue un reto para mí’
En el trabajo fotográfico de Jaime Elick López Arceo tardó cinco meses en los que recreó la droga con talco, la tierra del túnel con avena y consiguió en las jugueterías de Morelia las figuras para su elenco de 60 personajes. Lo que más trabajo le costó fue la ambientación del túnel, para el que utilizó popotes para simular la iluminación subterránea y un rayo láser que asemeja el faro de la motocicleta adaptada para sacar la tierra.
“Fue un gusto porque ya estaba planeando la escena del túnel, porque fue un reto para mí, porque no sabía cómo me iba a quedar, pensaba cómo darle buena iluminación y eso es como hacer una película, porque uno tiene que ver desde el vestuario, la iluminación, el maquillaje. Todo lo que se necesita para hacer una historia, es algo que disfruté mucho”, cuenta.
Lo más difícil, pero también más divertido, fue trabajar durante la noche, ya que por el día atiende su consultorio médico.
“A veces terminaba mi consulta y dos o tres de la mañana tenía que trabajar, pero ya tenía las ideas de que llegara la noche para seguirle. Este muñequito, este personaje (‘El Chato’ Guzmán), lo tengo en mi consultorio puesto en el librero, lo veo y no lo siento como un muñeco, lo siento como un actor, como alguien que desarrolló una historia y lo veo como un actor que me saluda y me dice: ‘a ver cuándo hacemos otra cosa’”.
Por lo pronto, no tiene otro proyecto en puerta, pues busca un poco más de divulgación para su trabajo y se tomará un periodo para descansar y recuperar su tiempo para hacer ejercicio y la lectura, entre otras actividades.
Busca que el mensaje de su obra sea que las nuevas generaciones utilicen el tiempo en actividades que no sean sólo videojuegos.
“‘El Chato’ por una parte se ha dicho, y es cierto, que es un delincuente, pero hay gente que lo admira, lo apoya y entonces yo procuré ser un poco neutral en esta historia, no tengo partido como tal, simplemente yo me divertí y yo quiero dejar una enseñanza, desde mi punto de vista de pediatra, les digo a los niños que pueden tener una habilidad para hacer una bella arte, como es el dibujo, la pintura, la escultura, la música, pero están metidos en los videojuegos perdiendo el tiempo porque apenas vas ganando en un videojuego y ya salió otra versión”, asegura.
En el trabajo fotográfico no utilizó ningún retoque para recrear los ambientes en que se desarrolla la historia.
“No quería yo contar esta historia, sino que fuera a través del mismo mundo de Playmobil, tener un noticiero en el cual no tienen un presupuesto, (lo hacen) con base en lo que escuchan, a lo que dicen, a los rumores, y es parte de lo gracioso.”