En la Ciudad de México se puede observar con dos indicadores la caída del delito en general, asevera el doctor Mario Pavel Díaz, especialista de la UNAM. Estos indicadores, que coinciden, son las denuncias por homicidios dolosos y las denuncias ante el 911.
“Si se analizan los datos en materia de carpetas de investigación te encuentras, por ejemplo, para todos los delitos, que en 2018 el promedio diario anual eran de 90; en 2019 fueron de 130; en 2020 fueron 87; en 2021 de 79; y lo que llevamos de 2022 es de 68. Hay una caída importante en el conjunto de los delitos”, explica el especialista.
Estas cifras marcan una especie de campana, cuyo punto máximo se suscitó en 2019 y a partir de ahí se ha visto una reducción delictiva en la estadística de la Ciudad de México.
“Un pico que tocó su punto máximo en 2019 y a partir de ahí hay un descenso sistemático. Este pico se puede reproducir no solamente con carpetas de investigación sino también con los folios del 911”
El reto, mantener el delito a la baja
Esta caída en el registro de delitos representa un reto para la actual administración de Claudia Sheinbaum, ya que tiene que mantener esta tendencia, provocada en parte por la pandemia de COVID-19 y el encierro sanitario provocado por ésta.
“No es que sea una caída estrepitosa del delito, básicamente. Lo interesante de esta situación es que derivado de la pandemia hubo un descenso, y eso también hay que anotarlo, un descenso en el indicador criminal. El reto actual es que esa caída, no solamente derivada de la pandemia sino también de la aplicación de distintas políticas públicas, se mantenga”, explica Mario Pável Díaz.
La baja en la presentación de denuncias, sobre todo de homicidios, es coincidente con la baja de denuncias ante el número de emergencias 911, donde se reciben las llamadas de auxilio de la ciudadanía.
“En segundo lugar existen otras formas de observar la caída en el delito, que son los folios reportados al 911. Digamos, a diferencia de las carpetas de investigación, los folios del 911 no tienen (que ser aprobados) mediante un proceso judicial. Es simple y sencillamente un reporte que hace la ciudadanía en una situación de emergencia”, explica el académico de la UNAM en entrevista.
Aunque en estas dos cifras se percibe la disminución de los delitos, el especialista refiere que es necesario consolidar esta información con la realización de una encuesta.
“Ahora, digamos que es la forma más precisa en cómo se podría observar esta caída del delito, por el momento es ‘no observable’, porque básicamente lo que se requeriría sería una encuesta en probabilística, donde se pregunte de manera azarosa, bajo un muestreo aleatorio, bajo sus distintas formas, estratificado, y demás, la caída del delito”, expone.
Asegura que, según sus estudios, el descenso en el indicador homicida en la Ciudad de México es tal que se reporta como el más bajo en la serie histórica desde 1997 a la fecha.
“El homicidio doloso es la expresión máxima de violencia criminal y de violencia interpersonal y, a diferencia de otros delitos, el homicidio doloso es un delito que se persigue por oficio. Es decir, no hay una querella mediante. Entonces, al perseguirse por oficio se investiga porque se investiga y adicionalmente a ello se puede triangular, tanto las fuentes judiciales como las fuentes de salud”, sentencia.
El experto destaca la importancia de analizar el fenómeno con una expresión como el homicidio doloso.
“Los registros estadísticos criminales en México inician en el 1930, digamos, en los países europeos yo creo que después de la revolución francesa, pero bueno, hay trabajos de sociología histórica donde comparan la tendencia homicida previo a la revolución francesa y posterior. Básicamente, del indicador que hacen uso es el homicidio tal cual porque es el único donde puedes comparar cualquier formación social, cualquier país, cualquier sociedad, en el tiempo. Es porque el homicidio se registra porque se registra”, explica.
“Es resistente a distintas fluctuaciones y es resistente también a distintos tipos de registro. Independientemente de si se ha levantado o no una encuesta, para analizar el 2022, tomando en cuenta los datos de homicidio doloso, sí se puede aseverar que con la estadística actual hay un descenso del indicador delictivo”, añade.
Zonas de más riesgo
Mario Pável Díaz explica cuáles son las zonas de más alto riesgo en la CDMX, de acuerdo con las estadísticas que analiza.
“Al menos para el caso de homicidio doloso, claramente las alcaldías de Gustavo A. Madero e Iztapalapa son las más violentas. Tienen los indicadores homicidas más altos. Sin embargo, si se focaliza la atención a nivel microterritorial te encuentras que la zona más violenta se encuentra en el Centro Histórico de la Ciudad de México. En particular, en los perímetros de la colonia Morelos y Tepito, y una parte con Venustiano Carranza, y ahí es donde hay una mayor concentración de incidentes”, explica.
“El robo de autos se da en mayor medida donde hay no solamente una mayor afluencia sino también hay una mayor cantidad de recursos. Entonces, te encuentras también con que Benito Juárez es de las alcaldías con la mayor cantidad de robos de autos o, en su defecto, en Coyoacán hay una alta concentración de robo de autos”, expresa.
El experto menciona que en el caso del homicidio doloso, las alcaldías de Gustavo A. Madero e Iztapalapa son las más violentas porque tienen los indicadores homicidas más altos
El académico menciona que los delitos se distribuyen de acuerdo con estas diferencias.
“¿Dónde te vas a encontrar una alta cantidad de delitos de extorsión? Pues en altas zonas comerciales. ¿Dónde se encuentran? Pues en la Alcaldía Cuauhtémoc”, explica.
