Después de una intensa negociación política, Jaime Rodríguez “El Bronco” logró en la pasada Legislatura evitar la aprobación en “fast track” de las cuentas públicas de Rodrigo Medina.
Pero con el cambio de diputados, esa operación podría durar poco.
El pasado 19 de agosto, el equipo del gobernador electo lograron desactivar la sesión extraordinaria en la que se planeaba aprobar las cuentas públicas del actual gobernador.
A través de su operador Manuel González, “El Bronco” cabildeó con los grupos políticos y logró el consenso para detener el propósito de los entonces diputados del PRI.
Ese día, la alianza de las fuerzas políticas provocó jubilo en la ciudadanía, quien se dijo triunfadora al haber sido escuchada y su reclamo respaldado: no palomear las cuentas del gobernador Medina, que lo liberaría de cuestionamientos en el gasto de los recursos públicos.
Ahora el panorama es distinto a ese último día de la anterior Legislatura en la que todos se negaban a aprobar las cuentas del mandatario saliente.
Abren el juego
Apenas pasaron pocos días después de ese “triunfo” ciudadano, el camino legislativo luce distinto.
Y es que el Partido Revolucionario Institucional ya tiró su primera carta: logró la unión con cinco bancadas para conseguir la administración del Parlamento local.
El suceso no es menor.
Haber alcanzado una alianza con los diputados del Partido Verde, PT, Nueva Alianza y los dos diputados expanistas, ahora independientes, sumando 22 votos, podría abrirle la puerta al PRI para la aprobación de las cuentas públicas de Medina.
La bancada priista tiene grandes posibilidades de acordar posiciones con la llamada “chiquillada” con tal de recibir su anuencia en las revisiones de las finanzas de la actual Administración estatal.
Arturo Salinas, coordinador de la fracción del PAN, lo auguró: los acuerdos del PRI han sido para “comprar voluntades”.
“No hay ninguna otra intención atrás de esto, más que tres cosas: proteger las cuentas públicas de Rodrigo Medina, porque saben que Acción Nacional no va a permitir que las cuentas públicas de Rodrigo Medina pasen, pero seguramente cuando las votemos va a haber esta mayoría defendiendo al gobernador Medina.
“Número dos, lo que pretenden es utilizar el recurso de los ciudadanos que está asignado a los grupos legislativos para su función, para poder comprar voluntades en el pleno y obviamente sacar estos votos para poder defender a su jefe, al jefe del PRI, al gobernador Rodrigo Medina”.
Tras el llamado “agandalle” de la gestión de los recursos del Legislativo, el coordinador de la fracción del PRI, Marco Antonio González, aseguró ante los medios de comunicación que fue una alianza común.
“No hay gandallas, no hay chantaje, aquí nomás es una alianza común, pero no en administrativo, somos cinco fuerzas políticas del Congreso con una agenda ciudadana que vamos a legislar, el Congreso no nomás es la administración”, dijo González.
Pintan su raya
Los legisladores de Movimiento Ciudadano y los independientes, Karina Marlen Barrón Perales y Marco Antonio Martínez Díaz no van a estar siempre del lado de “El Bronco”.
Durante su conferencia con los medios, junto a Marco Antonio González estuvieron sólo algunos de sus compañeros de bancada. Karina Barrón Perales estaba junto a él.
Por ello cabe mencionar que en su momento, el coordinador del PAN desestimó la supuesta independencia de Barrón Perales y Martínez Díaz.
Por otro lado, en los pasillos del Congreso hay rumores de ciertas fricciones en la fracción del PRI.
Ya Reporte Indigo comentó de la intención del líder cetemista, Ismael Flores, para que los diputados Gabriel Tláloc, Maribel Villalón y José Luis Garza Ochoa, de quienes es padrino político, le retiren su apoyo al coordinador priista.
Aunque Garza Ochoa ha negado la supuesta línea, ni Tláloc ni Villalón se muestran partidarios del líder de su bancada.
El coordinador priista deberá sanar los roces que históricamente han existido entre las diversas fuerzas de poder del PRI y que hoy tienen representación en el Congreso.
Marco Antonio González, apoyado por Rodrigo Medina, tendrá que rivalizar y luchar por el consenso con Tláloc, Villalón y Garza Ochoa, apoyados por un adversario de Medina, Ismael Flores.
El líder del PRI podrá amarrar alianzas con las bancadas pequeñas para poder seguir con la tarea encomendada por Medina, pero también deberá lidiar con el fuego amigo, los integrantes de su propio grupo.
El PAN también se desdibuja
El triunfo pregonado por el Partido Acción Nacional el pasado 7 de junio, al ganar 19 curules y perfilarse como mayoría, se desdibujó cuando dos de sus diputados se pasaron del lado de los independientes.
La lucha por obtener liderazgo en las comisiones llevó al PAN a quedarse sin dos importantes elementos, y muy probablemente a perder dos más en los próximos días.
El líder de la fracción panista, Arturo Salinas, ha insistido en que no habrá más deserciones en su bancada, pero las acostumbradas disputas en el albiazul podrían llevarlos a perder más curules.
El rumor de que las diputadas Myrna Grimaldo y Laura Paula López podrían abandonar al PAN y pasarse de independientes está latente.
Las diferencias entre los grupos de poder del Partido Acción Nacional han predominado en los últimos años, y las posiciones en las comisiones del Congreso han sido parte de las joyas de la corona.
Además de ceder a las demandas de los legisladores de su bancada, Salinas deberá hacer alianzas y concesiones con los partidos minoritarios, si pretende mantenerlos de su lado y hacer mayoría contra el tricolor.
No hay diferencia entre la nueva Legislatura y las anteriores: la creación de leyes y supervisión de las cuentas públicas dependerá de los consensos, coaliciones, lealtades y traiciones.