Daniel Wilkinson, director Ejecutivo Adjunto de Human Rights Watch (HRW), advirtió que el despliegue de la Guardia Nacional para contener migración en la frontera de México con Guatemala podría resultar un desastre porque “es una fórmula para el abuso”.
Si el gobierno de López Obrador lleva a cabo este plan, implicará el despliegue de una fuerza esencialmente militar, no contra organizaciones delictivas violentas, sino contra familias y niños pobres, muchos de las cuales están huyendo de la persecución de grupos violentos, consideró el encargado de la División de las Américas de HRW.
El despliegue de la Guardia Nacional contra migrantes es una fórmula para el abuso.
Si el gobierno de López Obrador lleva a cabo este plan, desplegara una fuerza esencialmente militar contra familias pobres que huyen de grupos violentos.
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— Daniel Wilkinson (@DWilkinsonNYC) June 12, 2019
En un artículo, Wilkinson criticó el anuncio del canciller mexicano, Marcelo Ebrard, para enviar 6 mil efectivos de la Guardia Nacional a la frontera sur del país, “por la extensa y espantosa historia de abusos vinculados con la militarización de la seguridad pública en México”.
Esta militarización de la fuerza pública solo ha contribuido a aumentar la violencia y ha provocado violaciones generalizadas de derechos humanos, aseveró el miembro de HRW.
HRW consideró que la Guardia Nacional representa una extensión de esta militarización de la seguridad pública y recordó que estará conformada en gran parte por soldados y comandada por un general del Ejército que está actualmente en servicio.
México tiene derecho a reforzar sus fronteras, pero es difícil pensar en una prueba menos apropiada para su nueva Guardia Nacional, dados los deplorables antecedentes de derechos humanos de las fuerzas de seguridad mexicanas en los últimos años, por lo que HRW anticipó que el despliegue termine resultando en graves abusos.
