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"El mensaje que nos mandan con esta elección es que quieren que veamos como normalidad la muerte, la militarización, la violencia, amenazas..."
La izquierda dividida y el voto de castigo al PRD fueron factores clave en la victoria que logró el candidato del PRI a la gubernatura de Guerrero, Héctor Astudillo Flores.
La victoria este domingo del priista Héctor Astudillo Flores pondrá fin a 12 años de administraciones perredistas primero con Zeferino Torreblanca y luego con Ángel Aguirre.
Astudillo logró unificar el voto priista –dividido en el 2009 por la salida de Aguirre para postularse por el PRD- pero sobre todo aprovechó el cobro de factura que los electores le pasaron en este estado al partido del Sol Azteca.
Aguirre hace 6 años renunció al PRI para postularse como candidato del PRD a la gubernatura. Ganó la elección, sin embargo el año pasado tuvo que dejar el gobierno tras la tragedia de Iguala.
Desde entonces el estado es gobernado por el perredista Rogelio Ortega.
El caso de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas en Iguala, municipio gobernado también por el PRD, impactó negativamente a la izquierda en Guerrero.
El escándalo obligó a Aguirre a dejar la gubernatura del estado y José Luis Abarca, alcalde perredista de Iguala, fue consignado por las autoridades federales por su responsabilidad en la desaparición de los estudiantes y sus vínculos con el crimen organizado.
Este domingo en las elecciones del municipio de Iguala también el candidato del PRI ganó las elecciones para la Alcaldía.
En Guerrero el PRD también perdió Acapulco, ciudad que era gobernada con Luis Walton en alianza con Movimiento Ciudadano.
La elección en el puerto fue ganado por Manuel Añorve, un priista cercano a Manlio Fabio Beltrones, coodinador de los diputados federales del PRI.
La debacle perredista en Guerrero incluye también la pérdida del Congreso, donde el PRI se perfila para ganar en 18 de los 28 distritos electorales.
El voto de castigo contra el PRD en Guerrero se reflejó además en la Alcaldía de Tixtla, municipio donde la elección se declarará nula por la quema de boletas que hizo el movimiento de los estudiantes de Ayotzinapa en más de la mitad de las casillas.
Además del voto de castigo en contra del PRD, en Guerrero el PRI aprovechó la división de la izquierda para ganar la gubernatura.
El partido Movimiento Ciudadano postuló a Luis Walton y Morena designó a Pablo Almicar Sandoval, como sus aspirantes a la gubernatura.
Los dos candidatos juntos acumularon 120 mil votos, un poco más de la diferencia que el candidato del PRI sacó a Beatriz Mojica, abanderada del PRD.
Tan divido estaba el PRD en Guerrero que el senador Sofío Ramírez, perredista cercano al ex gobernador Ángel Aguirre, apoyó públicamente al candidato tricolor a la gubernatura.