INE sobre la mesa

El debate en torno a la viabilidad de crear un Instituto Nacional de Elecciones (INE) se profundiza. 

Se ha confirmado que la reforma política concebida en el marco del Pacto por México contempla edificar tal institución para sustituir al IFE y, en paralelo, eliminar los institutos electorales a nivel local. 

Las opiniones sobre cómo garantizar comicios libres, autónomos y legales en todos los estados de la República mexicana son diversas. Hay voces a favor de la iniciativa y varias más en contra del proyecto que se discute en el Congreso de la Unión.

Cárdenas Gracia refiere que México es una democracia que avanza a dos velocidades: a nivel federal lo hace de una forma más optima pero a nivel local se mueve de un modo ‘bastante primitivo’

El debate en torno a la viabilidad de crear un Instituto Nacional de Elecciones (INE) se profundiza. 

Se ha confirmado que la reforma política concebida en el marco del Pacto por México contempla edificar tal institución para sustituir al IFE y, en paralelo, eliminar los institutos electorales a nivel local. 

Las opiniones sobre cómo garantizar comicios libres, autónomos y legales en todos los estados de la República mexicana son diversas. Hay voces a favor de la iniciativa y varias más en contra del proyecto que se discute en el Congreso de la Unión.

A grandes rasgos, los defensores de la premisa argumentan que los órganos electorales locales han sido cooptados por los Ejecutivos estatales por lo que adolecen de la autonomía para dar certeza a los procesos electorales; y, por otra parte, señalan que las elecciones podrían ser menos costosas.

Los críticos de la medida esgrimen que la creación del INE atentará contra el sistema federal y que la manutención del nuevo mega instituto no será necesariamente más barata. Sobre todo, subrayan la complejidad administrativa que supondrá organizar procesos electorales a nivel municipal y estatal, especialmente en estados donde operan los usos y costumbres, como el caso de Oaxaca.

Jaime Cárdenas Gracia, ex consejero electoral, es de los que están en contra de lo que opinan la mayoría de los especialistas en temas electorales, y apoya la creación del INE.

Respecto al sistema federalista que se alega se verá vulnerado considera que mantener las cosas como están solo sirve para fortalecer “el papel feudal de los gobernadores; no es un federalismo realmente el que se está defendiendo”. 

Está visto que los mandatarios estatales, por el peso que tienen en las entidades donde gobiernan, seguirán impidiendo que los órganos electorales sean realmente independientes y autónomos, asegura.

Cárdenas Gracia refiere que México es una democracia que avanza a dos velocidades: a nivel federal lo hace de una forma más optima pero a nivel local se mueve de un modo “bastante primitivo”. 

Lo más importante, destaca, es pensar muy bien en el método de elección de los futuros consejeros o magistrados electorales. Ahí los partidos no deberían tener tanto peso en su designación pues esta inherencia es muy nociva. Por ello la urgencia de “romper el control de los partidos sobre los órganos electorales”.

Respecto al costo que tendría el INE indica que “eso está por verse y todo depende de cómo diseñen la institución”. 

Dice que, por ejemplo, los funcionarios de los distritos electorales podrían ocuparse de la elección de esas demarcaciones. El punto en el diseño del nuevo organismo es maximizar el uso de los recursos públicos.

Es fundamental, señala Cárdenas Gracia, “que no sea una estructura muy pesada y onerosa” y que se acompañe de una reforma al propio Tribunal Electoral, sobre todo si desaparecen los tribunales estatales.

Diagnóstico burdo

José Woldenberg, expresidente del IFE, sostiene que no conoce ningún estudio que demuestre que con la creación del INE se haría un ahorro sustancial.

En una conversación que sostuvo ayer con la periodista Carmen Aristegui, Woldenberg calificó de “general y un tanto cuanto burdo” el diagnóstico para crear el INE. 

La mayoría de los estados se han vivido fenómenos de alternancia en las gubernaturas, se ha vivido con Congresos locales sin mayorías y en muchos estados ha habido presencia hasta de siete partidos diferentes, y agrega: “la idea de que se pueden ganar elecciones colonizando los institutos electorales locales… ya no se corresponde con la realidad”.

Por tal razón tilda la receta que se propone para crear un nuevo instituto nacional de “excedida… deberíamos pensar cómo construir autonomía y no cercenar un modelo federalista de organización electoral”.

Si bien las instituciones electorales federales son superiores a las locales, opina que no por ello estas últimas deben ser suprimidas.

“Somos un mosaico muy desigual de realidades y estoy convencido que los institutos electorales locales están más cerca de esa realidad que uno nacional”, dice.

En el escenario de PAN y PRD han colocado esta iniciativa como “una aduana para llegar a la reforma energética y fiscal” hoy se sabe que el Gobierno Federal y el PRI han avalado sacar adelante este tema en la agenda legislativa.

Y más allá de que “hay muchos diseños de INE”, precisa Woldenberg, hay que reflexionar más sobre que se la ha convertido más en un juez cuando es una institución contemplada para organizar elecciones.

A la Sala Superior del Tribunal Electoral es adonde deben llegar todos los conflictos, afirmó el experto, en tanto que lo indispensable es “ir inyectando certeza en el proceso electoral” para que cuando se celebre una elección lo único que esté a discusión es la emisión de los votos

 

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