¡Y arriba Juárez! (en homicidios)
Todo parece indicar que Ciudad Juárez vuelve a las andadas en materia de asesinatos.
Julio Ramírez
Todo parece indicar que Ciudad Juárez vuelve a las andadas en materia de asesinatos.
La que alguna vez fue declarada la ciudad más peligrosa del mundo para Estados Unidos, pero que también se consideró un caso de éxito una vez que se logró disminuir la violencia del crimen organizado, ha vuelto a elevar sus números de manera preocupante en las últimas fechas.
Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano, refiere que hubo un repliegue de la delincuencia organizada y ahora, ante la baja de presencia federal en la ciudad, la criminalidad ha vuelto.
La información del Sistema Nacional de Seguridad Pública indica que en el estado se ha incrementado la actividad delictiva en homicidios, secuestro, robo a negocios y lesiones, impulsadas las cifras principalmente por Ciudad Juárez.
“Chihuahua como entidad en general efectivamente vio mejoradas sus condiciones de seguridad de manera sustancial.
“El homicidio, en particular en Ciudad Juárez, se redujo de una manera importante. Sin embargo, lo
que empezó a suceder en la entidad es que parte de los delitos se desplazaron de Ciudad Juárez
hacia otras zonas de la entidad.
“La zona serrana ha mantenido niveles de penetración de la criminalidad organizada muy importantes: Nuevo Casas Grandes, Cuauhtémoc, Parral, hay algunos municipios donde la violencia que no estaba visualizada y que estaba concentrada en Ciudad Juárez se empieza a mover.
“Esto te dice que el problema no se resolvió, se desplazó. Sí hubo una mejora, sí hubo una reducción del número de homicidios”, afirma el director general del Observatorio Nacional Ciudadano.
A partir de 2012, Ciudad Juárez vio reducidas las cifras en materia de homicidios dolosos con arma de fuego.
“Tú cuando dices del caso Juárez, qué funcionó y por qué se logró reducir… No hay nada, no puedes afirmar que fue algo específicamente porque fueron tantas acciones que se hicieron que no se pudo dar seguimiento a éstas y generar indicadores que nos dijeran qué sí funcionó”, afirma.
Sin embargo, en este año se prevé que sea el que presente más casos de los últimos años.
De enero a octubre se han presentado 256 homicidios en ese municipio, justo la misma cifra que se
presentó en los 12 meses de 2015.
En 2014 fueron 227 homicidios de este tipo, una año antes 181 y 239 en 2012.
Rivas cuenta, con base en el último reporte de su organización, que Chihuahua es parte de las 12 entidades federativas que en septiembre superaron la tasa nacional de carpetas de investigación en materia de asesinatos.
En este momento, Chihuahua es la tercera en tasa con el mayor número de homicidios del país.
La falta de coordinación de las instancias implicadas en los problemas de seguridad es otro punto importante a observar.
Es difícil hacer análisis con la información que presentan, ya que se carece de información institucional coordinada. La presencia federal ciertamente desplegó a la delincuencia, pero no existen fuerzas locales capaces de mantener el orden, critica el director general del observatorio.
“En la medida en la que la Federación ha ido desplazando sus esfuerzos hacia otros municipios y entidades y ha dejado de estar concentrada mayormente en Ciudad Juárez, Ciudad Juárez se vuelve un espacio de oportunidad para los delincuentes”, explica Rivas.
El mismo mal
La problemática de Ciudad Juárez es compartida con sitios como Monterrey y Tijuana, que tuvieron programas de seguridad que tuvieron éxito en la disminución de las cifras de delitos.
“Pero lo mismo que en Ciudad Juárez se da en Baja California y Nuevo León (…) si volteas a ver los casos de Tijuana y Monterrey, los dos traen aumentos sustanciales en delitos, no es nada más un tema de Ciudad Juárez.
“De hecho, Tijuana probablemente terminará con el peor año de su historia, no sólo ya regresó a niveles de violencia sino que probablemente superará los peores momentos que había tenido en algún momento en términos de homicidio”, detalla el experto.
Para el director del Observatorio Nacional Ciudadano es muy preocupante lo que sucedió en estos tres ejemplos que eran referente de éxito relativo.
“Esto es porque la construcción de políticas, seguridad y la reconstrucción de instituciones locales no se ha terminado. Seguimos dependiendo de una fuerte presencia federal para que exista una reducción de la comisión de delitos”, añade.
La clave: la coordinación
Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano, asegura que la falta de coordinación institucional y la desatención oficial provoca que haya delincuentes en las calles “y no pase nada”.
“Por más que nos digan que hay coordinación, ésta no se ve ni siquiera en las instituciones. Si haces una solicitud de transparencia a dos instituciones en una te contestan una cosa y otra en otra.
“A mí me cuesta mucho trabajo visualizar la coordinación en un contexto en el que no pueden dar una respuesta ante datos que deben tener registrados y sistematizados”, critica.
Rivas dice que no solo se tiene que reforzar a las Policías, porque un tema que no se atiende suficientemente que es el fortalecimiento de las procuradurías.
“El tema pericial, las áreas forenses, todo el tema de la investigación e inteligencia de las procuradurías es fundamental para que se pueda generar buen combate al delito, para que se sancione a los delincuentes”, asevera.
Una parte fundamental de la problemática es que sólo se voltea a ver cuando las cosas están fuera de control, dice lo que demuestra que se carece de una política de seguimiento.
El incrementos en los asesinatos dolosos por arma de fuego está vinculada con los grupos de la delincuencia organizada, detalla.
La medida en que la autoridad federal se ha movido para pegarle a la criminalidad lo que hace es descomponer el territorio. Eso no necesariamente tiene una connotación negativa, indica.
“El hecho es que sí hay una descomposición del territorio. El problema es que no hay una política de seguimiento y de seguridad desde lo local que ponga orden una vez que se genera ese desorden en la parte relacionada con lo que hace la Federación”, señala Rivas.
Las autoridades locales quedan a deber en su trabajo contra los cárteles y nuevas organizaciones criminales .
“La criminalidad ha mutado en estos años, si antes teníamos grandes grupos que operaban en el territorio, hoy tenemos grandes grupos y tenemos células que se desprendieron de esos grandes grupos, toda vez que han sido atomizados por el embate de autoridad federal en el combate a los delitos.
“En ese escenario complejo, hay algunas cosas que no le puedes pedir a un estado, a un estado como Chihuahua, Baja California o Nuevo León no le puedes pedir que capture a un criminal como
‘El Chapo’ Guzmán, pero le tienes que pedir que sea capaz de detener a la banda de secuestradores o de extorsionadores y eso es lo que no ha ocurrido”, afirma el especialista.