La autosuficiencia alimentaria ya se intentó y quedó en un sueño que no se pudo concretar

Bajas en el precio del petróleo, crisis económica y una tremenda sequía terminaron con el plan del entonces presidente José López Portillo
Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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El proyecto de autosuficiencia alimentaria que impulsa el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, apoyando la producción en el campo y la distribución de las cosechas en territorio nacional, no es nuevo y ya se ha intentado en nuestro país. 

En 1980 el entonces presidente José López Portillo anunció, con bombo y platillo, la creación del Sistema Alimentario Mexicano (SAM) cuyo objetivo principal sería hacer de México una nación autosuficiente en granos a partir de 1982 y de los demás productos del campo en 1985.

En aquel entonces, el presidente convocó a más de 200 expertos en el tema, coordinados por Cassio Luiselli Fernández, quienes analizaron más de 5 mil investigaciones para crear un mapa del potencial productivo del país y su correcta distribución en territorio nacional.

Sobra decir que el plan fue aplaudido por la mayoría de los sectores sociales, debido a que López Portillo hizo suyos varios planteamientos de los campesinos en la propuesta, que se consideró un hito en materia de política agrícola.

Dentro la política proteccionista que impulsó Portillo, uno de los gurús de Obrador, el SAM reconocía que en aquella época más de 35 millones de mexicanos se encontraban en una etapa real de desnutrición y 19 millones registraban características graves, por lo que era tiempo de ponerse manos a la obra.

Los asesores del presidente trazaron tres grandes regiones y su producción primordial: el norte con el trigo; el Golfo de México con arroz y el sur con maíz. Dichos territorios, además de los productos referidos, producirían otros 29 que serían entregados a las 14 mil tiendas de la Conasupo para su venta a precios populares.

El plan, que en papel pintaba que marcharía viento en popa, consideraba incrementar periódicamente los precios de garantía, principalmente del maíz y el frijol, para que los productores pudieran obtener el salario mínimo con posibles aumentos.

El impulso a la ganadería y a la pesca iba acompañado de un estratégico plan publicitario para que la sociedad no adquiriera los productos de las transnacionales y enfocara su gasto en el producto nacional.

Todo iba bien, pero de pronto el sueño se acabó.

Entre 1981 y 1982 se desplomó el precio internacional del petróleo, se agravaron las crisis económicas en el mundo, México incluido; las divisas no fueron las esperadas y, por si fuera poco, sobrevino una sequía que afectó al campo mexicano.

Con todo, el plan no fue un fracaso total y, por ejemplo, en 1982 las metas en cuanto a producción de maíz y frijol casi se cumplieron, teniendo tan solo una reducción de 17 y 26 por ciento, respecto a 1981, año en que se alcanzó la autosuficiencia.

El problema fue la gradual caída en la producción de casi todos los granos, la cual llegó hasta el 50 por ciento.

¿FUNCIONARÁ AHORA?

Andrés Manuel López Obrador anunció que fusionará las empresas Diconsa y Liconsa, pertenecientes al Estado mexicano, para crear Segalmex, el organismo de Seguridad Alimentaria de México, y garantizar así la disminución de la importación de alimentos y el acceso a la alimentación, sobre todo de las personas más desprotegidas, emulando a López Portillo.

López Obrador, comentó que la política de agricultura tendrá un nuevo eje, que será apoyar la autosuficiencia alimentaria del país; es decir, que los alimentos que se consuman en México sean producidos en el campo mexicano.

Víctor Villalobos, propuesto como futuro secretario de Agricultura, sostuvo que además habrá un programa de crédito a la palabra para ganaderos; que se adquirirán miles de cabezas de ganado para crear una reserva de al menos 1 millón y entregarlas a los productores para reactivar así ese sector.

Anunció también que habrá una canasta básica de 36 productos que se pondrán a disposición del público a un precio razonable, sobre todo en las zonas más pobres del país.

El futuro secretario de Agricultura, comentó que se dará prioridad a la siembra de cuatro alimentos básicos en el consumo de los mexicanos: maíz, frijol, trigo harinero y arroz, y es en ellos donde se pretende alcanzar la autosuficiencia alimentaria.

Sin embargo, las voces discordantes han rondado este ambicioso plan; una de ellas es la del presidente Enrique Peña Nieto quien ha señalado que los países no deben buscar la autosuficiencia alimentaria, sino garantizar la disponibilidad de alimentos para la población.

Para el actual presidente de México, la autosuficiencia alimentaria es un “mito” que hay que romper, pues ningún país del mundo produce todo lo que consume, además que en un mundo globalizado esa meta carece de sentido.

“Aspirar a lo que parece ha sido casi un mito, un hito por alcanzar, porque en un mundo globalizado francamente no hace sentido ni razón, el de aspirar a la autosuficiencia. Automáticamente ha sido una política del pasado equivocada”, dijo.

Durante la clausura de la 34 Asamblea del Consejo Nacional Agropecuario, Peña Nieto dijo que un país no debe aspirar a la autosuficiencia, sino que debe garantizar la disponibilidad de alimentos; el mandatario aseguró que México exporta más de lo que importa.

El presidente afirmó que México es una potencia mundial en materia agroalimentaria, pues por primera vez, en 25 años, se cuenta con una balanza comercial agroalimentaria superavitaria, pues nuestro país vende 20 por ciento más de alimentos de los que compra el mundo.

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