En seis días la Ciudad de México tendrá una nueva etapa política después de 20 años de gobierno del partido del Sol Azteca.
A las once de la mañana del 5 de diciembre, el próximo Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, subirá a tribuna para atestiguar la toma de protesta de Claudia Sheinbaum Pardo como jefa de gobierno.
Hasta el momento no se prevé que tomé la palabra porque no lo ha decidido él, según explican los organizadores.
En el presídium acompañarán a Sheinbaum, además del presidente en funciones para ese momento, el presidente de la mesa directiva del Congreso de la Ciudad de México, Martín del Campo y el presidente del Tribunal Superior de Justicia local, Álvaro Augusto Pérez Juárez.
De acuerdo a la logística, además de los 320 espacios del pleno y las corraletas que rodean, se pretende colocar pantallas en los salones Luis Donaldo Colosio y Heberto Castillo para que los interesados que no consigan un espacio puedan atestiguarlo por transmisión.
El equipo de la jefa de gobierno electa ya hizo llegar con antelación las respectivas invitaciones al cuerpo diplomático que opera en la Ciudad de México, a los gobernadores de los estados de la República y a los presidentes de los diversos partidos políticos.
Hasta al frente, en primera fila se colocarán veinte sillas en las que se prevé colocar a los 16 alcaldes electos; en la segunda existen 40 espacios más para los invitados especiales.
Las fuentes que forman parte la organización explicaron además que alrededor de 90 personas más estarán dentro de las corraletas, que son los espacios que están detrás de las curules de los diputados locales
Posteriormente se dará lectura al Bando por el que es declarada jefa de gobierno de la Ciudad de México y finalmente la toma de protesta, al cabo de esta, Sheinbaum Pardo emitiría un breve mensaje.
¿El fin de las vallas?
Hacia el exterior del recinto legislativo está a discusión el tipo de operativo de seguridad que se pondrá en marcha para ese día.
La apuesta es porque sea una zona libre de las clásicas vallas amarillas que flanquean el paso de los políticos invitados mientras que, detrás de estas, miles de simpatizantes lanzan porras y gritos de apoyo.
Morena puso sobre la mesa que ese día no se pongan vallas, sin embargo, está a discusión, ya que en dicho evento estará el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, lo que obliga a endurecer los controles.
En todo caso, abunda, un operativo con discreción que no trastoque la de por sí conflictiva vialidad de la zona del centro histórico.
Celebración con el pueblo
Para la bancada más grande del Congreso de la Ciudad de México, la de Morena, la toma de protesta es vista como la coronación de un movimiento social cuya fuerza se reflejó el 1 de julio.
Es por eso que luego del evento protocolario en el recinto de Donceles, Centro Histórico, los morenistas preparan otro evento masivo en el teatro Esperanza Iris donde se hará uso de los mil 100 lugares que dispone ese espacio para celebrar con todos aquellos actores que hicieron posible el triunfo de Morena en la capital con trabajo de campo.
Para el teatro, los espacios ya se están distribuyendo para dar cabida a invitados especiales y militantes de Morena de todo el territorio de la Ciudad de México, entre estos, a cada uno de los 16 alcaldes en funciones se les entregaron diez boletos.
Además, para esta toma de protesta alterna y de celebración, se contempla que acudan aquellos liderazgos territoriales que encabezaron las brigadas de Morena cuyo trabajo se tradujo en la votación masiva que obtuvo ese partido en julio pasado.
Para cuando llegue el 5 de diciembre, el grupo parlamentario de Morena en el Congreso de la Ciudad de México prevé resolver dos temas pendientes dentro del recinto: el relevo en el área de Comunicación Social, que sigue siendo manejada por los titulares de la pasada legislatura; y hacer los cambios correspondientes en el área de Contraloría.
Esta semana que termina, la jefa de gobierno electa, Claudia Sheinbaum Pardo se ha reunido con los integrantes de los diferentes grupos parlamentarios para conversar en corto algunas inquietudes, líneas de trabajo y de cómo será la comunicación entre los poderes ejecutivo y legislativo de la ciudad.
Dichas reuniones ya estaban previstas desde antes que Ernestina Godoy abandonara la bancada del congreso capitalino para sumarse como procuradora de justicia al gabinete de Claudia Sheinbaum Pardo.