Evitó decir su nombre. Incluso cuando se lo preguntaron directamente evadió aclarar si se refería a él cuando dijo que “se les terminó la fiesta a los bandidos”.
Pero Jaime Rodríguez Calderón sabe que el expediente Rodrigo Medina es un tema que la ciudadanía le demandará constantemente.
Entre sus primeras instrucciones como mandatario estatal, apenas rindiendo protesta durante los últimos minutos del sábado 3 de octubre, Rodríguez Calderón pidió realizar una auditoría a cada una de las dependencias que anteriormente encabezaba el ahora exgobernador Rodrigo Medina.
“Desde ahora mismo instruyo a mi equipo a realizar una auditoría exhaustiva en todas las dependencias, que se revise cada papel y cada cajón.
“Vamos a investigar, sin afán de venganza, pero con sed de justicia. Si alguien cometió un crimen, que dé la cara al pueblo y le responda a la ley, sea quien sea”, sentenció “El Bronco”.
El discurso enérgico que Rodríguez Calderón emitió ante el Poder Legislativo provocó los aplausos de los presentes, excepto de uno: el exgobernador Rodrigo Medina, a quien se le notó preocupado.
El sexenio de Rodrigo Medina quedó marcado por acusaciones de enriquecimiento ilícito realizadas por parte de asociaciones civiles y funcionarios del nivel estatal y federal.
“A partir de hoy se acabaron los moches y las tranzas. Se acabaron los lujos a costillas de la gente. Si quieren ‘lana’, háganla por la buena, como la gente honrada, trabajando”, demandó Rodríguez en su discurso ante el Congreso de Nuevo León tras rendir protesta.
En el recinto estuvieron presentes Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación de la República, en representación del presidente Enrique Peña Nieto; además de los exgobernadores priistas Natividad González Parás, Sócrates Rizzo y Benjamín Clariond.
También las dos grandes perdedoras en las elecciones del pasado 7 de junio: Ivonne Álvarez y Margarita Arellanes, candidata y precandidata a la gubernatura, respectivamente.
“Hemos encontrado la casa sucia. Las columnas derruidas, fugas por muchas partes, y para acabarla de fregar, hipotecada. Pero no es el tiempo el que castigó nuestra casa, sino la corrupción sin llenadera y el delirio de muchos que se creyeron reyes y no gobernantes”, acusó el expriista.
Sin llaves, pero entra
Las declaraciones del Rodríguez fueron como petardos hacia el exgobernador Rodrigo Medina, quien al final del evento salió apresurado de la sede del Poder Legislativo sin dar una sola palabra a los medios de comunicación.
Incluso “El Bronco” fue desairado por su antecesor, al no recibir de sus manos las llaves del Palacio de Cantera, que estaba programado y es un gesto de cortesía que se realiza cada sexenio entre la administración entrante y saliente.
Pero a Rodríguez Calderón no le importó esa grosería y se dirigió caminando a su despacho al interior del Palacio de Gobierno. En la Explanada de los Héroes lo esperaban cientos de simpatizantes para abrazarlo y apapacharlo.
Al entrar a su oficina volvió a darle un golpe a su antecesor. En la silla que ocupó Medina colocó un letrero con la leyenda: “Peligro, no sentarse, esta silla enferma de poder y egolatría”. Por eso prometió que se desharía de ella.
Ya pasaba la una de la madrugada y el “Bronco” daba sus últimas palabras respecto al tema de materia de seguridad.
“Vamos a trabajar con toda la inteligencia. No queremos agarrarnos a balazos con nadie”, dijo en referencia al crimen organizado, que en dos ocasiones intentó asesinarlo cuando fue alcalde de García en el periodo 2009-2012.
A pregunta hecha por Reporte Indigo, dio un adelanto de lo que será su plan de seguridad: “Tenemos que trabajar para recuperar la tranquilidad del estado. Vamos a trabajar en los tres ejes fundamentales: la calle, los penales y la posibilidad de ir generando mejores condiciones para la comunidad”.
Rodríguez Calderón es ahora el gobernador 104 del estado, y el primero en llegar por medio de una candidatura independiente en Nuevo León y el resto de México.