La ley de la ordeña
La práctica de la ordeña de los tanques de gasolina de las patrullas municipales es una técnica usada por varias administraciones para desviar recursos.
Es una forma sencilla y discreta de sacar recursos del Ayuntamiento, que al final de cuentas son reportados como gastos administrativos del gobierno.
Así, muchos funcionarios obtienen gasolina para sus vehículos particulares.
O quizá hasta dinero en efectivo si existe algún tipo de convenio con las estaciones gasolineras.
Ángel Plascencia
La práctica de la ordeña de los tanques de gasolina de las patrullas municipales es una técnica usada por varias administraciones para desviar recursos.
Es una forma sencilla y discreta de sacar recursos del Ayuntamiento, que al final de cuentas son reportados como gastos administrativos del gobierno.
Así, muchos funcionarios obtienen gasolina para sus vehículos particulares.
O quizá hasta dinero en efectivo si existe algún tipo de convenio con las estaciones gasolineras.
Y es que como se publicó en Reporte Indigo en el reportaje “Tanques sin fondo” el 28 de agosto pasado, en Guadalajara y Zapopan el gasto de gasolina mensual es de alrededor de 3.5 y 2 millones de pesos, respectivamente.
En ambos ayuntamientos, según las solicitudes de información que realizó este medio, se constató que había patrullas reportadas como siniestradas o en reparación, pero que continúan consumiendo gasolina.
Tonalá, un municipio metropolitano más chico que Guadalajara o Zapopan, también tiene un problema similar.
Al menos tres casos documentados muestran lo vulnerable a robos que es el sistema de consumo de gasolina en las áreas de seguridad municipales.
Son dependencias a las que la Auditoría Superior del Estado de Jalisco (ASEJ) debería poner especial atención, pues existen desvíos millonarios del erario por medio de los tanques de gasolina.
El alcalde entrante de Tonalá, Jorge Arana Arana, lo denunció y en entrevista para Reporte Indigo señaló que todos los elementos de policía que incurrieron en la ordeña de tanques ya fueron cesados.
“Nos enteramos con el empresario gasolinero, cuando fuimos a hacer contrato para renovar el que ya se tenía. Preguntamos cuánto era el gasto mensual o semanal de gasolina y cuando nos enteramos que eran entre 600 y 700 mil pesos semanales, de entrada me pareció alto.
“Y empezamos a checar y nos dimos cuenta que a (la Secretaría de) Seguridad Pública se le daban 120 litros por día de gasolina, y nosotros lo bajamos a 80 y así les alcanza.
“Quiere decir que de entrada se estaban gastando 40 litros de más en relación con lo que ahorita se gasta.
“Y nos encontramos con ejemplos de que hubo algunos casos, no muy frecuentes, pero se dieron, de patrullas que iban a abastecer a las 11 de la noche 120 litros y a las tres horas iban por otros 120, bueno, pues eso era materialmente imposible”, señaló el alcalde de Tonalá.
Aunque según Arana los elementos que ordeñaban los tanques de las patrullas de Tonalá ya fueron dados de baja, no se presentó ninguna denuncia penal en su contra, ni se hicieron públicos sus nombres.
Con ello prevalece la impunidad en la ordeña de tanques de patrullas.
Porque si el propio alcalde confirmó que alrededor de 40 litros diarios se gastaban de más, el desfalco al endeudado municipio de Tonalá es millonario.
Pues si él bajó el consumo en alrededor de un 30 por ciento, el gasto mensual sería ahora de entre 400 y 450 mil pesos.
Lo que quiere decir que existe una ordeña de más de 200 mil pesos semanales.
Pero el propio alcalde tonalteca indica que se ha bajado el gasto incluso a menos de la mitad, por lo que se estima que la ordeña era mayor al 50 por ciento del total del gasto:
“Hemos bajado el gasto de gasolina de 700 mil por semana, que fue el gasto de los últimos días de septiembre, a 300 mil, menos de la mitad.
“Y hablar de 400 mil por semana, pues al mes es un millón cuando menos lo que nos estamos ahorrando, en el año son 12 millones. Con 12 millones hacemos obras como Con 24 Nosotros, porque la gente participa”, indicó Arana.
Las formas de ordeña
En la mayoría de los ayuntamientos de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), la forma en que las patrullas cargan gasolina es mediante un chip o una tarjeta.
En ambos casos, aunque se lleva un control del kilometraje de las patrullas y su gasto de gasolina, es difícil determinar si es el mismo vehículo el que carga.
Se puede cargar gasolina con un mismo chip para diferentes vehículos, o hasta se puede sacar el combustible del vehículo que acaba de recargar y luego volver a llenarlo.
“Nosotros tenemos con tarjeta y despachador municipal y lógicamente hay un control electrónico, en el sentido de que la patrulla número tanto con características fulanas tiene tal kilometraje y abasteció tanto y vino a abastecer con tanto.
“Les estamos controlando nosotros el kilometraje, los recorridos y lógicamente el número de litros que por día tienen derecho a abastecer”, detalló Arana.
Aún con los candados que el alcalde de Tonalá señala, las áreas de gasto de gasolina oficiales deberían ser auditadas de una mejor forma por la autoridad.
Y es que a simple vista el gasto de las patrullas puede parecer justificado, ya que se encuentra facturado por una empresa gasolinera.
“Cuando yo me enteré de ello y le pregunté a personal de seguridad, la justificación de los 240 litros en un lapso de tres horas era supuestamente para llevarles a las que estaban en el taller.
“Pero bueno, el policía es muy hábil para hacer esas cosas”, indicó el alcalde de Tonalá.
Y es que lo único que comprueba estos registros que se tienen en el gasto, es que los municipios están enterados y no hacen nada, son cómplices.
No es hasta que llega otra administración que se dan cuenta. Pero aún así no se actúa contra los presuntos ladrones.
Por eso la revisión no debería ser solo por parte de la ASEJ, sino también por medio de los alcaldes que ahora reciben ayuntamientos endeudados por este tipo de desvíos.
Los nuevos presidentes municipales deberían denunciar penalmente a los funcionarios infractores, pero no lo hacen.
Así la impunidad prevalece y la ley de la ordeña de los tanques se mantiene como una salida para los funcionarios que deseen tener gasolina o recursos extras.
“Ya no es competencia nuestra, nosotros no somos instancia para deslindar responsabilidades, nosotros ya lo hicimos, ahora le corresponde a la autoridad superior hacer auditorías y hacer señalamientos, si es que el caso se da.
“Yo no soy tapadera de nadie, pero tampoco quiero ser villano para hacerle daño a alguien más, mi obligación es decir cómo están las cosas, porque sino soy responsable”, concluyó Jorge Arana.
Gasolina millonaria
A finales de agosto Reporte Indigo documentó el gasto millonario en gasolina que realizan las dos principales corporaciones policíacas de la ZMG.
La policía de Guadalajara y Zapopan fueron las señaladas en el reportaje “Tanques sin fondo”.
Y es que el gasto de gasolina en el mes de junio significó 3.9 millones de pesos para la Secretaría de Seguridad Ciudadana del municipio tapatío y 2.4 millones para la misma dependencia zapopana.
Lo que extraña es que a petición de Reporte Indigo, estas dependencias entregaron una relación de más de 200 unidades que estaban en reparación en estas corporaciones y algunas de ellas seguían facturando gastos de gasolina.
La “ordeña” o facturación injustificada podría ser una práctica común en el resto de las corporaciones de seguridad metropolitanas.
Pues en algunas gasolineras de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) se pueden encontrar letreros con la leyenda “Bienvenidos todos los vehículos del Ayuntamiento”.
De todo el parque vehicular de la policía tapatía y zapopana – incluidas las unidades en reparación – el gasto en gasolina de cada patrulla osciló entre los 300 y los 17 mil pesos mensuales.
Pero esta actividad puede pasar desapercibida por la constante renovación del parque vehicular.
El gasto mensual promedio de la policía municipal de Zapopan fue de 2.4 millones de pesos en gasolina para dar servicio a poco más de 400 vehículos.
Lo que Reporte Indigo comprobó es que siguen consumiendo gasolina varias de las patrullas que desde finales del año pasado aparecen en “espera de asignación de un taller”.