La búsqueda para reducir el consumo de plástico en Jalisco se ha topado con su primer obstáculo.
La iniciativa surgió a finales de julio y está siendo impugnada públicamente por los grupos empresariales locales que se quejan de la falta de socialización de la misma entre las industrias que basan su producción en estos productos.
Apenas hace unas semanas idea era presentada como la posibilidad de que la entidad se convirtiera en un estado que prohibiría totalmente el plástico, los popotes y el unicel para el 2019.
Pero este miércoles llegó a la sesión ordinaria del Congreso Local del Estado de Jalisco un oficio dirigido a los diputados locales, por parte de diversas cámaras industriales y organismos empresariales, que se oponen a dicha iniciativa.
“No se consultó a los sectores afectados, por lo que la implementación de una iniciativa que no integra las diferentes visiones, provocaría una ejecución poco exitosa”, señalan en su oficio los organismos empresariales.
La carta, que este miércoles estaba contemplada en la sesión del Congreso de Jalisco como trámite de comunicaciones recibidas, es firmada por el Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco, el Consejo Mexicano de Comercio Exterior de Occidente, el Consejo Agropecuario de Jalisco, Coparmex Jalisco y la Cámara de Comercio de Guadalajara.
Los industriales también señalan que la propuesta no contempla un acompañamiento para la implementación de la prohibición de poliestireno en el empacado de productos. Señalando la necesidad de campañas de sensibilización y apoyo a comercios que distribuyen estos productos.
“Además, no tiene un enfoque integral donde se considere a las industrias involucradas en la producción, que tendrían que migrar hacia alternativas distintas cuyos precios de los insumos son más elevados. Con esto no sólo habrá afectaciones directas al consumidor, que pagará un costo más alto por los nuevos empaques, sino que podrían desaparecer negocios dedicados a la producción de plásticos en sus distintas aplicaciones”, dicen los empresarios.
El impacto en la producción y el mercado de este producto es el argumento que utilizan los empresarios para presionar y que haya mesas de diálogo al respecto.
“Afrontemos el tema del impacto ambienta de este y cualquier otro producto de plástico. Pero me gustaría (que los legisladores) tuvieran la sensibilidad y el orden de consultarnos para llevar a cabo las acciones más idóneas. Éstas menoscaban el patrimonio de todas estas empresas en su infraestructura, pues ya las devaluaron. Yo creo que ese es un impacto que ellos no están midiendo”, expresa Juan Alberto Porras Brambila, representante en Jalisco de la Cámara Regional de la Industria de Transformación.
A decir del líder empresarial, tan sólo en Jalisco existen alrededor de 80 empresas que se dedican exclusivamente a la producción de plástico, la cual no es menor, pues es la entidad de mayor exportación de plástico para la zona del Pacífico.
La noticia de la iniciativa, presentada por la legisladora local Verónica Jiménez Vázquez, comenzó a presentarse en medios como un paradigma de prohibición que alcanzaría su máximo en 2019, año en el que se proyecta que se pueda adecuar formalmente la ley estatal con los reglamentos municipales.
“El plazo establecido de un año para dejar de utilizar poliestireno representa muy poco tiempo para poder implementar los cambios en los comercios que venden y usan plásticos de estas características, así como de la industria que los produce.
“La prohibición del uso de poliestireno expandido requiere un análisis a detalle sobre los costos que implicaría dejar de usarlo, así como una estrategia, facilidades e incentivos a corto, mediano y largo plazo de implementación gradual”, respondieron los empresarios ante el tiempo en el que se espera que pueda llegar a implementarse la iniciativa de ser aprobada”, acusa Porras Brambila.
Propuesta polémica
La iniciativa, que busca prohibir todo tipo de material contemplado como “plástico”, contempla reformas en la Ley Estatal del Equilibrio Ecológico y de Protección al Ambiente, además de modificaciones en la Ley de Gestión Integral de Residuos, .
Dichos materiales que integra la iniciativa busca que se reduzca el consumo de popotes, bolsas de plástico y unicel. De ahí que las respuestas del sector empresarial se enfoquen en el riesgo que corren sus ganancias a partir de la producción del mismo.
A pesar de las expresiones empresariales, dicha iniciativa ya había sido defendida en el sentido de promover el que se deje de usar ese tipo de productos por medio de campañas.
Aún cuando la iniciativa ha recibido el apoyo de organismos locales de medio ambiente, como la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), también ha habido expresiones académicas que critican un plazo de un año como meta para que se logre desincentivar un uso que lleva décadas.
No obstante, a pesar de las críticas, Jalisco aspira a convertirse en la cuarta entidad en prohibir estos productos que ocasionan un alto contenido residual y contaminación. Otras iniciativas similares se han presentado en Durango, Sonora, Nuevo León y la Ciudad de México; mientras que ya son una realidad en Querétaro, Veracruz y Baja California Sur.