‘La mota legal, eleva la moral’

Mientras los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) decidían en privado posponer una semana la discusión para abrir la puerta al consumo lúdico de la mariguana, afuera nadie necesitaba de un permiso para consumirla.

Hasta la puerta de la sede del máximo tribunal del país llegó Pedro Alfa, quien con total desparpajo comenzó a fumar mariguana en la entrada de la Corte, pidiendo que se deje de criminalizar a los consumidores.

“Ni enfermo, ni delincuente, soy consumidor consciente”, gritaba.

Vestido con un traje hecho de aluminio, ondeando una bandera blanca que traía impresa una hoja de cannabis, y fumando un “churro”, Pedro ganó las simpatías de otros jóvenes que después llegaron también a consumir.

“Es un error tener esta prohibición; los adultos debemos tener derecho sobre nuestro cuerpo. Ya se ha dicho que no hay daños a la salud y que otras adicciones son más dañinas que esta. Nos tienen que respetar”, afirmó.

Pedro se autodefine como un “librepensador” y un “disidente cannábico”, que ha sido rechazado aun de grupos donde se promueve el uso de la mariguana, pues no está de acuerdo en que se le impongan reglas o principios a seguir.

Pero no solo Pedro llegó hasta la Suprema Corte para expresar su postura sobre el tema.

Como era de esperarse, el debate por un primer paso para abrir el consumo lúdico de la mariguana despertó pasiones totalmente distintas.

El contraste no se hizo esperar. A unos metros de Pedro, un predicador gritaba consignas sobre el castigo divino que enfrentarán quienes consuman drogas o lleven a otros a tener adicciones.

“Yo voy a hacer una pregunta. ¿Quién es el que saca humo por su boca y su nariz? Es satanás”, arengaba frente a los fumadores.

A pesar de que gritaba sus consignas, el predicador quiso guardar el anonimato y no dar su nombre.

“Los ministros pueden estar abriéndole la puerta al diablo con esto. Nadie queremos que nuestros hijos se hagan adictos o tengan algún problema con las drogas”, afirmó el predicador.

Al ver que no tenía tanto éxito entre quienes pasaban por el lugar, como sí lo tuvieron quienes fumaban mariguana, el pastor se unió a los representantes de la Unión de Padres de Familia que también acudieron a manifestarse y entregaron una carta al ministro Arturo Zaldívar.

La Unión de Padres de Familia, una de las organizaciones más conservadoras del país, expresó su rechazo a la medida porque, dijo, se juega en él el futuro de los jóvenes y de México entero.

“Nosotros trabajamos con familias, sabemos todo el daño que ha causado a la sociedad y que se refleja en la inseguridad y en todos los peligros que cada día nos estamos enfrentando los mexicanos”, afirmó Consuelo Mendoza, presidenta de la Unión.

Pidió que haya un debate científico, con expertos en la materia, pero también con gente que conozca la problemática del consumo de drogas en el país.

Sus declaraciones fueron cortadas por otro colectivo de jóvenes que llegó hasta las puertas de la Corte con una consigna: “La mota legal, eleva la moral”.

Frente a ellos, el PRD instaló una mesa para recolectar firmas a favor de la despenalización del consumo de droga.

A supervisarlos llegó Jesús Ortega, líder de la corriente Nueva Izquierda, quien se pronunció a favor del libre consumo lúdico porque, dijo, él mismo ha comprobado que no es adictiva.

“Sí (la consumí) cuando era joven, como seguramente muchos jóvenes lo hicieron; no soy adicto, no lo fui nunca. Por lo tanto, es falsa esta apreciación, es anticientífica, de que quien fuma mariguana se vuelve un adicto. Eso no es cierto, eso no resiste ningún análisis científico”, confesó Ortega.

El perredista dijo que México ganaría en el combate a la violencia si se quita el negocio de la mariguana a los cárteles, de la misma forma que ocurrió con el levantamiento de la prohibición al alcohol, en Estados Unidos.

Es una oportunidad

Antes de la sesión del pleno de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los ministros se reunieron en privado para intercambiar puntos de vista sobre el tema de la mariguana y otros en agenda.

Ahí decidieron que el asunto sería “enlistado” y su análisis pasaría hasta la siguiente sesión, la próxima semana.

Un miembro del staff de la Corte salió antes de la discusión para decir que el debate sería pospuesto.

En la antesala de la Corte se encontraban los promotores del amparo –Juan Francisco Torres Landa, Armando Santacruz González, Josefina Ricaño Bandala y José Pablo Girault Ruiz-, Fabián Aguinaco, su abogado, y Fernando Belaunzarán, exdiputado federal perredista, promotor de la despenalización.

Para Aguinaco, la decisión de la Suprema Corte de posponer el debate es una oportunidad para que los ministros realicen una reflexión más profunda sobre un tema que va a cambiar no solo al Poder Judicial, sino a la Nación entera.

“Estamos planteando esto porque consideramos que el país requiere un cambio fundamental; no podemos seguir perdiendo jóvenes porque están cargando mariguana o están consumiéndola; ni ser extorsionados por autoridades”, expuso Aguinaco.

Belaunzarán celebró que los ministros hayan decidido alargar el periodo de reflexión porque se permitirá un mayor debate público.

“Estoy convencido de que los argumentos están de nuestro lado. Creo que puede ser una decisión trascendente porque pega en el corazón mismo de la concepción prohibicionista que es establecer un estado paternal y autoritario que le diga a las personas qué hacer con su cuerpo.

“Y yo estoy completamente de acuerdo con la interpretación constitucional del ministro Zaldívar en donde nuestra Constitución da el derecho a las personas a la autodeterminación, a tomar la soberanía de su cuerpo y cómo quieren vivir, incluso si quieren tomar algunos riesgos, que lo decida con conocimiento, con responsabilidad”, sostuvo Belaunzarán.

Será el próximo miércoles 4 de noviembre cuando los ministros discutan el proyecto de sentencia elaborado por Zaldívar y en el que se prevé despenalizar el consumo lúdico de mariguana al menos para las cuatro personas promoventes del amparo.

Sin embargo, de haber una sentencia positiva, se sentaría un precedente para que otras personas también puedan ampararse y, tras cuatro amparos más, se iniciaría un procedimiento para declarar la inconstitucionalidad de la prohibición, marcada en la Ley General de Salud.