Han pasado 103 años del inicio de la Revolución Mexicana y en el estado de Michoacán aun se siguen alzando las voces que hablan de la insurrección civil ante un gobierno inoperante.
Dos grupos de ciudadanos armados se disputan el control de la seguridad pública en la entidad, en tanto el Estado se limita a observar la confrontación que en lo que va de este año ya ha sumado más de mil muertos en la zona de Tierra Caliente.
Uno de los grupos de civiles armados ha repartido volantes y panfletos por la mayoría de los municipios de la zona sur del Estado, en los que oficializa la presencia de la guerrilla en la entidad.
Otro, autonombrado como grupo de autodefensa, clama por una movilización colectiva armada que realice el trabajo de seguridad que el gobierno estatal y la federación se niegan a hacer.
José Manuel Mireles, líder de las autodefensas, las cuales agrupan más de 9 mil civiles armados en 19 municipios de la entidad, lanzó públicamente una frase lapidaria:
“Los enemigos de mis enemigos, son mis amigos”.
Esa afirmación daría un vuelco a la imagen ciudadana que se le dado hasta ahora al movimiento de las autodefensas en la entidad.
El gobierno estatal ha reconocido que la inestabilidad social que se vive en Michoacán es producto de una descarnada lucha entre grupos del crimen organizado, los cuales se disputan el corredor de la Costa Pacífico hacia el centro del país, para el trasiego de drogas.
De acuerdo a la información del Gobierno Federal, los grupos que estarían disputando el control de Michoacán serían los Caballeros Templarios y el Cartel Jalisco Nueva Generación.
Mientras, los grupos de autodefensa que se siguen armando en la entidad han avanzado del sur hacia el centro del estado, manteniendo bajo su control la seguridad pública en 19 municipios -con sus 132 comunidades rurales- en donde se concentra una población cercana a los 450 mil habitantes.
Para lograr su subsistencia, la mayor parte de los ciudadanos que quedaron en medio del conflicto armado entre grupos de civiles han tenido que tomar parte oficializando su respaldo a alguno de los bandos a fin de poder contar con su protección.
Son solo cuatro grupos de autodefensa: Vallejo
Para el gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo Figueroa, en el estado solo actúan cuatro grupos de autodefensas.
De manera oficial se insiste en negar la existencia de los 45 grupos armados que han sido reconocidos por la propia dirigencia de ese movimiento, mismos que anunciaron que seguirán avanzando en la toma del control de la seguridad en varias de las comunidades enclavadas en la región de la sierra de la parte sur del Estado.
Vallejo Figueroa insiste en señalar que Michoacán es mucho más que los cuatro municipios en los que -él asegura- está focalizada la inestabilidad social, sin embargo, los enfrentamientos entre grupos de civiles armados son el pan de cada día.
La noche del martes, una disputa entre las llamadas autodefensas y otro grupo armado dejó como saldo de tres personas muertas.
Aun cuando se ha reportado la presencia del Ejército Mexicano en la región en conflicto, la participación del instituto armado ha sido solo de vigilancia en algunos puntos carreteros, en donde se han establecido controles para evitar el tránsito de personas armadas.
Pero el control y la seguridad de al menos 19 municipios de la zona de Tierra Caliente, Sierra Costa Nahua y Meseta Purépecha, está a cargo de las autodefensas.
‘Creemos en él’
En un acto inusual, el gobierno estatal utilizó el martes la declaración de José Manuel Mireles, líder de las autodefensas, para ganar credibilidad entre la población.
Por conductos oficiales se difundió un audio en donde Mireles reconoce en Fausto Vallejo Figueroa a un funcionario que ha dado buenos resultados desde su función pública.
“… Nosotros los autodefensas ya le expresamos todos nuestro respeto al señor Fausto Vallejo. Creemos en él. Toda su historia política, su historia de gobernante: cuatro veces en Morelia, dos por elección, dos por sustitución”, se escucha en el audio difundido por el área de prensa de gobierno del Estado.
En la grabación asegura que el gobernador ha hecho un trabajo excelente.
“Creemos que él, si lo dejan, él va a hacer una gran labor para rescatar al estado de Michoacán. Y junto con el Gobierno Federal, el gobierno militar, y si aceptan nuestro humilde apoyo, podemos restablecer el estado de derecho en todo Michoacán…”.
Un estado sin procuración ni justicia
El gobernador del estado, Fausto Vallejo, insiste en señalar que “en Michoacán se tiene que aplicar el estado de derecho”, sin embargo, esa expresión parece quedarse en la teoría pues lejos de tratar de recuperar las zonas que han sido arrebatadas por los grupos civiles armados, el gobierno estatal ha ordenado a los policías estatales salir de las áreas de conflicto.
Además, hasta el momento, no hay ninguna averiguación previa por parte de la Procuraduría de Justicia del Estado (PJE) en contra de las personas que se han armado.
En Michoacán, el gobernador ni siquiera ha designado un procurador de justicia. Esta es la única entidad en el país que no tiene procurador.
Vallejo ha salido a decir que “la primera responsabilidad del estado es darle seguridad a los ciudadano”.
Sin embargo, el mayor intento del gobierno estatal para solucionar el conflicto armado en Michoacán ha sido el discurso del secretario de Gobierno, Jesús Reyna.
“No se permitirá el surgimiento de nuevos grupos de autodefensa”, declaró quien fuera también gobernador interino, pero no ha hecho nada por evitar que los civiles armados sigan tomando control de más comunidades.
Ayer, el gobernador de Michoacán dijo que no se siente incómodo por la situación de inestabilidad que se presenta en el estado.
Aseguró públicamente que ahora sí no se va a permitir el avance de más grupos de autodefensa hacia otros municipios, aun cuando el propio líder de esa organización ha anunciado la próxima toma de otras localidades, como Los Reyes y Parácuaro.
Diálogo entrampado
La senadora Luisa María Calderón Hinojosa denunció públicamente que un grupo de personas vinculadas con uno de los grupos armados en disputa se había reunido con una comisión de senadores.
Trascendió que quienes se reunieron con una comisión de senadores de la república solicitaron la intervención del legislativo para alcanzar la pacificación en Michoacán.
Sin embargo, la senadora panista criminalizó la iniciativa y señaló que los michoacanos que acudieron al senado eran miembros del crimen organizado.
Por su parte, las llamadas autodefensas han tendido la posibilidad del diálogo con el gobierno estatal.
El líder de las autodefensas en la entidad, Juan Manuel Mireles, ofreció dialogar con el gobierno de Michoacán para llegar a un acuerdo de pacificación de la entidad. Dicho diálogo no se ha llevado a cabo porque el líder de las autodefensas no ha fijado las condiciones para hablar con los funcionarios de primer nivel del gobierno local.
Otra de las razones, según trascendió, es que el diálogo no se ha podido realizar porque ese mismo grupo acusa al secretario de Gobierno del estado -Jesús Reyna García- de tener vínculos con el otro grupo armado que les disputa el control del territorio estatal.
Ante esta situación el gobernador Fausto Vallejo se ha desmarcado y ha dicho que será el propio Reyna García quien explique la razón de la acusación, aunque destacó que es una persona de su entera confianza.
Desmiente a su partido
En conferencia de prensa, el gobernador Fausto Vallejo desdijo a la dirigencia estatal su partido –el PRI- desde donde se lanzó la acusación de que detrás de la organización de las autodefensas en la entidad se encontraba el PRD.
Vallejo señaló que no se puede etiquetar la organización de ese movimiento a ninguna organización política.
Sin desfile para no distraer
Ayer se suspendió el desfile cívico deportivo de la Revolución. La causa fue una serie de supuestas amenazas de grupos armados para atentar contra la ciudanía.
Sin embargo, el gobernador dijo que lo más prudente era la suspensión del desfile ya que la fuerza de seguridad estatal y federal se encuentra distraída en acciones de contención y vigilancia en los municipios en donde hay enfrentamientos entre civiles.