La próxima batalla por el dinero

El nombramiento de coordinadores estatales por López Obrador y la reforma a la Ley de Coordinación Fiscal sería la antesala de una pugna por el dinero entre los gobiernos federal y estatales
Ernesto Santillán Ernesto Santillán Publicado el
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El nombramiento de los coordinadores estatales de programas de desarrollo en sustitución de los delegados federales por parte del virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, es el primer capítulo de la inminente batalla por los recursos que protagonizarán el gobierno federal y los estados.

La decisión de designar coordinadores que sustituirán a los delegados podría ir acompañada de una reforma a la Ley de Coordinación Fiscal, que cambie el actual reparto de las aportaciones y participaciones federales que se entregan a los gobiernos estatales

El trasfondo en la decisión, de colocar a un coordinador para administrar el dinero federal en las entidades, tendría un amplio impacto y transformaría el cómo se manejan los recursos de cada estado hasta ahora.

Actualmente, existe un acuerdo soportado en la Ley de Coordinación Fiscal en el cual se establecen las fórmulas y procedimientos de distribución de recursos del gobierno federal a los estados, para que estos los administren y tomen la determinación de en qué materias los invertirán.

No obstante, existe una parte de los recursos de la federación que son empleados por los delegados, pero solo en ciertos programas, como el Prospera, que es instrumentado por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y sus representantes en cada localidad.

Declaraciones de Carlos Urzúa, quien será el secretario de Hacienda en el gobierno de López Obrador, y del mismo virtual presidente electo, han señalado que uno de los cambios que se promoverá en la próxima gestión será a la Ley de Coordinación Fiscal.

En abril pasado, acerca de dicha Ley, Urzúa dijo en entrevista con un medio nacional: “es un tema muy importante y sí pensamos hacer modificaciones a mediados del sexenio”.

De otorgárseles las facultades totales del dinero federal para los estados a los coordinadores nombrados por López Obrador, podrían ser responsables de un alto porcentaje del recurso presupuestario de cada entidad.

Solo por mencionar un ejemplo, el estado de Nuevo León durante el 2018 contará con un paquete fiscal de 95 mil 349 millones de pesos, de los cuales 62 mil 079 millones 44 mil pesos tuvieron origen en recurso federal, es decir, dos terceras partes de su presupuesto.

La acción de Andrés Manuel López Obrador, en la asignación de coordinadores, es un intento de control político con el propósito de que el proyecto de Morena se consolide, no obstante, existe la preocupación de que más adelante se castigue con la distribución de recursos, comenta el especialista en políticas públicas, José Antonio Álvarez León, académico de la FES Acatlán de la UNAM.

“Ese es el temor, porque siempre ha sido así: que los presidentes a través del presupuesto puedan minimizar y controlar a los gobernadores. Yo creo que sería una misión suicida por parte de Morena, porque si a estas alturas López Obrador, que está muy legitimado, acotara los ingresos federales o los condicionara a un actuar directo con los coordinares cambiaría el matiz para ser un gobierno autoritario”
José Antonio Álvarez LeónAcadémico de la FES Acatlán, UNAM

Una de las incomodidades que ocasionaría la figura de los coordinadores a los gobernadores estatales —por su labor administrativa de dinero federal— sería el peso político que comenzarán a adquirir en la percepción de la ciudadanía, sobre todo en aquellos lugares en los que el PAN o el PRI están al frente de las administraciones, asegura Ulises Corona, politólogo de la UNAM.

“Los gobernadores del PRI o el PAN no lo quieren porque los coordinadores evidentemente van a ser un contrapeso de la figura del gobernador y les podrían restar presencia estatal. Lo que deben hacer al respecto es enfocarse en el ejercicio público que es su responsabilidad”, señala Corona.

Los polémicos coordinadores

Algunos de los personajes que López Obrador ha incluido en la lista de próximos representantes estatales están en el centro de críticas, ya sea por haber militado en partidos políticos antagónicos a Morena, como el PAN, el PRI o el PRD, o por ocupar candidaturas a gobernadores en elecciones pasadas en las entidades que coordinarán.

En algunos casos, la designación por coordinar alguna entidad se analiza como un premio de consolación ante no haber conseguido un cargo de mayor importancia.

Entre los personajes polémicos se encuentra Miguel Ángel Navarro, quien será coordinador de Nayarit, tras haber sido dos veces candidato a la gubernatura abanderado por el PRD y Morena, y por tener un pasado político en el PRI, del que fue diputado federal y senador entre el 2000 y 2005.

Lorena Cuéllar Cisneros es otra política que ha dado de qué hablar por aparecer en la lista de coordinadores de Andrés Manuel, por su pasado en el PRI y en el PRD. Ha sido presidenta municipal en Tlaxcala y dos veces senadora. Sería coordinadora de Tlaxcala ahora como morenista.

Delfina Gómez excandidata de Morena por la gubernatura del Estado de México, quien estuvo cerca de ganarle ese bastión al PRI en el 2017, también será coordinadora de la entidad por la que compitió.

Indira Vizcaíno, una de las dos propuestas para ocupar la coordinación en Colima, fue presidenta municipal de Cuauhtémoc por el PRD, más tarde, trabajó para el gobierno del gobernador priista Ignacio Peralta como secretaria de Desarrollo Social, cargo al que renunció en marzo de 2017 para después lanzarse como candidata de Morena a una diputación federal, la cual ganó en las elecciones de este julio.

Además de Vizcaíno, la coordinación de Colima podría ser ocupada por Alejandro Álvarez, quien ha ocupado cargos en comisiones al interior de Morena.

La coordinadora en la Ciudad de México será Cristina Cruz, quien como premio de consolación recibió ese cargo, tras haber sido precandidata a la jefatura de gobierno de la capital, la cual fue entregada a Claudia Sheinbaum, hoy virtual gobernadora electa.

Otra de las críticas hacia la administración federal entrante es que los coordinadores serán conocidos entre la ciudadanía de los estados y con ello podrían buscar la gubernatura por las entidades en las que desempeñen su labor.

“La labor de coordinar sí sería una clave para impulsarlos en un futuro como candidatos”, concluye el experto José Álvarez, de la FES Acatlán.

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