El Registro Nacional de Población (Renapo) muestra el incremento de muertes que provocó el COVID-19 en el país y las enfermedades que no fueron atendidas por priorizar la atención a la pandemia, fenómeno que se intensificó en entidades como Ciudad de México y Baja California, en las que se observa un alza considerable con respecto a años anteriores.
El informe de Renapo está basado en las actas de defunción por todas las razones de fallecimiento en general y existe una correlación en los resultados de algunos estados que reportan fuerte incidencia del virus SARS-CoV-2.
El punto más notable fue en mayo, cuando la capital del país registró 17 mil 746 muertes, en tanto que en años anteriores se registraban alrededor de seis mil fallecimientos en ese mismo mes. En el caso del Estado de México en mayo y junio de 2020 reportó 17 mil 087 y 15 mil 023 fallecimientos, respectivamente, en tanto que en 2019 el reporte arrojó solo seis mil 456 fallecimientos en mayo y cinco mil 723 muertes en junio.
En 16 estados del país se observa el repunte en el número de decesos, además de la Ciudad de México y el Estado de México se encuentran Baja California, Campeche, Colima, Chiapas, Chihuahua, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Nayarit, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, Sonora y Veracruz.
El epidemiólogo Eduardo García considera que los picos más altos de las defunciones están relacionados también con los registros más altos de contagios por COVID-19 que se presentaron en cada entidad.
“Un ejemplo sería Sonora, aquí junio y julio fueron los meses con más casos, y respecto a las defunciones, sí existe un aumento del doble de registros, comparado con el año previo. Otro ejemplo importante es Michoacán, los meses que vienen de registro hay hasta menos muertes que el año 2019, sin embargo, el pico de casos en Michoacán está ahorita, no antes, por lo que ahí a partir de agosto es cuando se podrá ver el incremento”, explica.
La información otorgada vía transparencia por el Renapo considera hasta el 15 de julio de este año y refiere que todavía hay datos por actualizar.
El especialista señala que por esa razón es importante no bajar la guardia en las medidas sanitarias enfocadas en evitar más contagios, ya que el virus en cuestión se comporta de manera distinta en cada región, es decir que en entidades en las que no se han visto estos repuntes en el número de casos de COVID-19 o de defunciones, podrían ocurrir en los meses venideros.
Diferencias en el confinamiento por COVID-19
Uno de los aspectos que apunta Eduardo García es que en otros países, como China, las restricciones sanitarias como el resguardo social se hicieron de manera regional conforme se iban presentando las incidencias de SARS-CoV-2 en la población, mientras que en México el llamado al confinamiento social fue general, en todos los estados de la República cuando los contagios comenzaron a multiplicarse.
“Desconozco cuál es la causa que haya provocado que la incidencia de casos fuera diferente en los estados, sin embargo, creo que un punto importante podría ser en cómo se manejó al principio la pandemia y cómo decidieron poner en cuarentena a todo el país al mismo tiempo, cuando realmente los estados más grandes del país, donde están las tres principales ciudades –Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara– fue donde hubo mayor número de casos y luego algunos aledaños como Puebla”, explica.
El médico afirma que era necesaria la contención de las ciudades con presencia de casos y no necesariamente la parálisis social y económica en todo el país, como se realizó en un principio. El primer caso reportado en México fue el 28 de febrero, pero ya había anuncios de que la infección llegaría al territorio nacional desde semanas anteriores a esa fecha.
“Cerraron todo el país sin que en algunos municipios o estados hubiera tantos casos, creo que eso perjudicó esta situación porque, pese al llamado de confinamiento, no se cerraron las fronteras de cada estado en donde había casos, sino que solo disminuyeron las actividades que se consideraron no esenciales pero el intercambio de personas entre cada entidad continuó”, expresa.
El médico recuerda que muchas personas tomaron de manera equivocada la recomendación de “Quédate en casa” impulsado por el Gobierno federal y lo tomaron como vacaciones. De tal manera, los paseantes abarrotaron destinos turísiticos o sitios de descanso como Cuernavaca, Morelos, áreas de Querétaro o zonas turísticas de Jalisco.
Comenta que en China el gobierno decidió cerrar los focos de infección y no detuvo la actividad de todo el país.
“En ese país la cuarentena en general fue de dos o tres meses a lo mucho. Sin embargo, ahí la dinámica que utilizaron fue diferente. Cuando decidieron cerrar como tal y empezar una cuarentena primero iniciaron por Wuhan, luego la provincia de Hubei y después se fue extendiendo a todo el país, dependiendo de los casos, pero ahí sí cerraron la ciudad como tal, no podías salir”, detalla el especialista.
En México, una situación que favorece a la propagación del virus es la falta de acatamiento de las reglas. Desde el decreto de la emergencia sanitaria, en redes sociales se difunden casos en los que ciudadanos se niegan a colocarse mascarillas o a tomarse la temperatura antes de entrar a lugares públicos como centros comerciales, restaurantes, sucursales bancarias, entre otros.
“Tiene que ver la cultura, en el cómo somos los mexicanos, sabemos que hay muy poca disciplina en general y no estamos acostumbrados a ciertas cosas, estamos más acostumbrados a romper las reglas, por así decirlo.
“Creo que también la política ha sido un problema importante para que esta pandemia siga afectando: un municipio lo gobierna un partido, el estado otro y el país otro, y todos quieren decir ‘nosotros salvamos al país’”, considera el epidemiólogo.