Los aspirantes a la gubernatura de Michoacán y Guerrero que el Instituto Nacional Electoral (INE) “bajó”, por no presentar en tiempo y forma sus gastos de precampaña, podrían aspirar a un gobierno de 12 años luego de que las nuevas candidaturas las ocuparan personas cercanas a ellos.
En Guerrero, la abanderada de Morena será la propia hija del excandidato Félix Salgado Macedonio y en Michoacán Alfredo Ramírez Bedolla, quien perdió la candidatura a la alcaldía de Morelia por el mismo motivo que Raúl Morón la del Solio de Ocampo.
Ramírez Bedolla, exdiputado local de Michoacán, es cercano al profesor retirado.
Expertos consultados por Reporte Índigo aseguran que es probable que los nuevos candidatos del partido guinda ganen los comicios porque hay un voto fuerte sostenido en la figura presidencial y una oposición –que tanto en Guerrero y Michoacán son gobierno– que no supo aprovechar los días en que los punteros de Morena resolvían su situación con el INE y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
El profesor de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, Ricardo Tapia Basurto, considera que en las actuales condiciones sí se puede suponer un “alargamiento” de candidatura o bien un reemplazo en los tiempos de gobierno, sobre todo en el caso de Guerrero.
“Me parece que no es una opción que se tenga que descartar, creo que el caso tan escandaloso de Evelyn Salgado permite suponer no una (gubernatura) de 12 años, sino que a los dos años renuncie y su padre asuma la gubernatura de facto, sin tener que haber ido a un proceso electoral. Creo que pudiéramos esperar inclusive una aprovechamiento a la ley de esa naturaleza, aunque la gubernatura de 12 años también me parece una opción”, explica el profesor especializado en ciencias políticas.
Resalta que la “desaparición” de los punteros en este periodo provocó la caída de Morena pero los opositores no disminuyeron su ventaja.
“En ninguno de los estados la intención de voto ha crecido significativamente, en Michoacán para Carlos Herrera Tello o para Mercedes Calderón, y en Guerrero para Mario Moreno o Irma Lilia también se ha mantenido constante. Vemos una caída de la intención de voto para los perfiles de Morena, pero eso no se ha producido necesariamente en un crecimiento de las demás opciones políticas”, afirma el profesor.
“Creo que la campaña se sigue centrando demasiado en atacar al gobierno de López Obrador y los partidos y las candidaturas que sean afines a él, pero no se ha logrado traducir en presentar una propuesta una opción concreta”, añade Ricardo Tapia Basurto.
El académico considera que la estrategia de los allegados al presidente se centrará en que en sus discursos se harán pasar por “víctimas”.
Recuerda que las personas ante el poder pueden llegar a cambiar sus puntos de vista y no necesariamente obedecer los pactos que se hayan acordado, tal fue el caso de Pascual Ortiz Rubio con Plutarco Elías Calles.
“En pleno Maximato de Plutarco Elías Calles fue nombrado (Ortiz Rubio) y fue traído de su encomienda como embajador en Brasil. Al final termina renunciando a la Presidencia porque dice que no quiere ser un peón del jefe máximo. En el Maximato histórico reconocido tuvimos ese antecedente en el que la persona no se prestó y terminó renunciando, y después Cárdenas termina mandándolo al exilio”, explica el profesor.
Michoacán y Guerrero evidencian política de grupos en Morena
En tanto, en Morena ocurre un fenómeno de formación de grupos políticos que previamente se disputaron fuertemente la candidatura.
Alejandro Rosas, director de la agencia de comunicación política Disruptio comenta que eso es poco positivo porque entonces el candidato no es un proyecto de unidad, sino de los intereses de cierto grupo político.
“Es una guerra fuerte, dicen los que están ahí dentro de Morena que pelean bastante fuerte. Antes de que empezaran las campañas muchos decían entre pasillos que lo que había que hacer era ser el candidato, ganar la interna, porque después de la elección, según las encuestas, iba a ser más fácil, entonces el reto real estaba en ganar la interna”, sentencia Rosas.
Considera que en estos estados existe un voto duro por Morena que se apoya también en la aprobación del presidente Andrés Manuel López Obrador, que no ha tenido una caída dramática en la aprobación a mitad de su Gobierno.
“Los candidatos de Morena, por lo menos en Guerrero y Michoacán, tampoco tienen las propuestas más novedosas. Se basan en la crítica del gobierno en el que están, ya sea del PRI o del PRD, se basan en eso más el discurso que el presidente de la República utiliza. Están reeditando la elección de 2018, sólo que tropicalizada en cada uno de los estados” expone
La oposición en estas entidades no ha estado a la altura, incluso cuando tuvo varios días de campaña sin candidato del partido puntero, menciona Rosas.
“Lo que se refleja es que hay un voto duro para Morena, pongan al candidato que pongan ellos van a votar por el partido, por las siglas, por el Movimiento Regeneración Nacional”, concluye.