La Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable tiene entre sus cambios más significativos el hecho de que ya no serán consideradas como terreno forestal las áreas con vegetación que se encuentren en zonas urbanas, por lo tanto la Semarnat no tendrá dentro de sus atribuciones la autorización de cambio de uso de suelo para la explotación de bosques que se encuentren dentro de las ciudades, y la Profepa ya no se encargará de vigilar que esos lineamientos se cumplan.
La Ley que fue promulgada por el presidente Enrique Peña Nieto el 5 de junio pasado, en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, refiere en la fracción 71 del artículo 7 que no se considerará terreno forestal “el que se localice dentro de los límites de los centros de población, en términos de la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano, con excepción de las áreas naturales protegidas”.
Es decir, que cuando algún desarrollador de complejos habitacionales o comerciales pretenda construir en zonas con vegetación dentro de las urbes mexicanas ya no deberá solicitar autorizaciones de cambio de uso de suelo a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), ni la Procuraduría Federal de Protección al ambiente (Profepa) verificará que la utilización del terreno sea la adecuada, ahora esa responsabilidad será de los municipios.
De acuerdo con la fracción 11 del artículo con el mismo número de la Ley General de Asentamientos Humanos, a los municipios les corresponde “expedir las autorizaciones, licencias o permisos de las diversas acciones urbanísticas, con estricto apego a las normas jurídicas locales, planes o programas de Desarrollo Urbano y sus correspondientes Reservas, Usos del Suelo y Destinos de áreas y predios”.
En cuanto a la nueva reforma, el presidente de la República deberá emitir el reglamento de la Ley Forestal dentro de los 180 días hábiles posteriores al 6 de junio, hasta entonces, los trámites se seguirán rigiendo con la legislación anterior.
Asimismo, se conformará una Comisión Nacional Forestal que estará integrada por un Director General quien será designado por el Ejecutivo, y de los titulares de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena), de Hacienda y Crédito Público (SHCP), de Desarrollo Social (Sedesol), de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), de Economía (SE), de Turismo (Sectur); además de los secretarios de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).
La Comisión también contará con la participación de los comisionados Nacional del Agua (Conagua) y Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), y deberá a su vez crear el Sistema Nacional de Información y Gestión Forestal, bajo los lineamientos que la Semarnat considere.
La Comisión Nacional Forestal también tendrá un plazo de un año para diseñar e implementar el Sistema Nacional de Monitoreo Forestal, a partir de la entrada en vigor de la Ley, es decir, que tendrá hasta el 6 de junio del 2019 para construirlo.
Además la Ley señala la creación de un Registro Forestal Nacional el cual quedará a cargo de la Semarnat, quien fuera de las zonas urbanas, junto con Profepa, continuará gestionando la expedición de certificados de inscripción.
Destacan cambios
Luego de la promulgación de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, organismos internacionales a través de sus representantes destacaron a México como un líder en materia del reconocimiento a la biodiversidad.
Además de la reciente Ley Forestal, también se refirieron a los 10 decretos que el presidente Peña Nieto firmó con el propósito de proteger las cuencas de 10 ríos que abastecen de agua a la población mexicana. Esta acción garantiza la protección de alrededor del 55 por ciento del agua superficial del país.
Por su parte, Carter Roberts, quien es director del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) aseguró en un mensaje a los medios de comunicación que “México está dando un ejemplo de sabiduría”, debido a que con esos decretos se garantiza el recurso hídrico para el desempeño de actividades económicas.
Durante las actividades del “Taller La Ruta que Enfrentamos: Avances en la Integración de la Biodiversidad para el Bienestar”, más voces internacionales se sumaron al elogio de la Ley Forestal y de las modificaciones en materia de agua.
Jamison Ervin, representante del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); David Cooper, secretario ejecutivo adjunto del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD) y Mark Zimsky coordinador de Biodiversidad del Fondo Mundial para el Medio Ambiente, resaltaron la labor del gobierno mexicano en torno al sector forestal.
“Es un trabajo asombroso que no solo queda como un legado para México, sino para toda la humanidad”, dijo Ervin.
En su mensaje el día de la promulgación, el presidente de México expuso que el país se comprometió a reducir para el 2030 la emisiones de gases de efecto invernadero en 22 por ciento, así como las de carbono en un 51 por ciento, tras firmar el Acuerdo de París en el 2015.
Indicó que “en esta administración se ha incrementado la energía eléctrica a partir de fuentes limpias, incluyendo 400 por ciento más de energía eólica y de energía solar”, además Peña Nieto refirió que durante su gestión también se logró triplicar la superficie de áreas naturales protegidas que pasó de 26 millones a 91 millones de hectáreas.