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Desde la noche y madrugada del 26 y 27 de septiembre de 2014 en que desaparecieron los 43 normalistas, la Procuraduría General de la República (PGR) ha encontrado cuerpos o pedazos imposibles de identificar de 132 personas en fosas clandestinas en Iguala, Guerrero, aunque no han dado con el paradero de los estudiantes.
Un recuento de la PGR solicitado vía transparencia al que Reporte Indigo tuvo acceso indica que desde la desaparición de los normalistas, la dependencia federal ha realizado nueve operaciones en las que se han ubicado 63 fosas clandestinas con 132 cuerpos.
En 114 de estos casos, la PGR sólo indica que se pudo determinar el sexo de la víctima, 92 corresponden a hombres y 22 a mujeres. En 18 casos, debido a la condición en que se encontraron los restos óseos, no se pudo siquiera determinar el sexo de la víctima o se mantenían en estudio (hasta el 16 de diciembre del año pasado, fecha en que fue entregada la respuesta por la autoridad federal).
El recuento indica que sólo 16 cadáveres de este grupo pudieron ser identificados.
En octubre de 2014, apenas pasado un mes de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas, se encontraron 11 fosas con 39 cuerpos. Se sabe que son 33 hombres y 6 mujeres, pero sólo 12 fueron identificados por las autoridades.
En noviembre de ese mismo año, a dos meses de la desaparición, la PGR ubicó ocho fosas con 16 cuerpos. Se trataba de 12 hombres y cuatro mujeres, de los que sólo fueron identificados cuatro.
Un mes más tarde, en diciembre de 2014, en seis fosas más la PGR ubicó 12 cuerpos. Diez hombres y dos mujeres, de los que ninguno pudo ser identificado.
En enero de 2015 la autoridad ubicó en 10 fosas otros 16 cuerpos, 14 hombres y dos mujeres, cuyo estado de putrefacción impidió su identificación. Los mismo en febrero del año pasado, cuando los peritos federales encontraron en seis fosas otros ocho cuerpos de seis hombres y dos mujeres.
Y la PGR siguió encontrando en Iguala cuerpos de personas que no ha podido identificar: en marzo de 2015 encontró 19 cadáveres en ocho fosas (13 hombres y 6 mujeres), en abril del mismo año fueron 16 cuerpos en 10 fosas, cuatro de ellos hombres y el resto está en proceso de valoración debido a su estado de descomposición.
En mayo, en una sola fosa se hallaron tres cuerpos cuyo estado de descomposición ha impedido conocer siquiera si se trata de hombres o mujeres. Lo mismo ocurre en otras tres fosas encontradas en junio de 2015, cuando los peritos encontraron tres cuerpos en tres fosas más.
Los trabajos de la dependencia en esta materia se han centrado en esta localidad de Guerrero, pues tras la desaparición de los normalistas la PGR ya no ha encontrado fosas en alguna otra localidad, aunque la dependencia señala que también las procuradurías locales investigan el hallazgo de fosas clandestinas.
“Se debe precisar que dicha información representa únicamente la participación del personal pericial del área, siendo que, no en la totalidad de asuntos relacionados con fosas clandestinas a nivel nacional interviene el personal pericial de esa coordinación, ello, atendiendo a la competencia jurisdiccional existente entre la Federación y las entidades integrantes de la misma”, señala la PGR.
La información es proporcionada por la Coordinación General de Servicios Periciales, dependiente de la Agencia de Investigación Criminal (AIC).
Las fosas del país
El recuento entregado por la PGR detalla que en la última década en el país se han encontrado 201 fosas clandestinas en las que se han encontrado 662 cuerpos o restos óseos.
De estos, la Procuraduría General de la República sólo ha podido identificar a 117 cuerpos, que equivale a 17.6 por ciento de los cadáveres hallados por la autoridad federal.
En el informe se destaca que el año en que más fosas se encontraron fue 2013, cuando se localizaron 57 fosas clandestinas. En lo referente a hallazgo de cuerpos el año en que más se reportan es 2011, con 207 cadáveres. En ese año se suscitó el hallazgo más grande de cuerpos, cuando se localizaron 120 cadáveres en 14 fosas clandestinas en San Fernando, Tamaulipas, de los que sólo en 66 casos se pudo ubicar su identidad.
La estadística revela que el fenómeno ha ido en incremento, pues en el año 2006, únicamente se ubicaron dos fosas con cuatro cuerpos en Ciudad Juárez, Chihuahua, los cuales no pudieron ser identificados.
Tras el caso Iguala en que desaparecieron 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, diversas organizaciones sociales se han manifestado en marchas y diferentes actos oficiales. En frente a las oficinas de la PGR se mantiene un plantón en exigencia de ubicar a los normalistas desaparecidos.
Tras reuniones de los padres con el presidente Enrique Peña Nieto, el gobierno federal se comprometió a adoptar las medidas necesarias para determinar la situación y el paradero de los normalistas, así como a la atención de los estudiantes heridos en esos sucesos en los que estuvieron implicados policías municipales de Iguala y Cocula, Guerrero.
Asimismo, el Gobierno Federal aceptó revisar la llamada “verdad histórica” que indicaba que los normalistas habían sido incinerados en un basurero y elaborar planes de búsqueda “conforme a los más altos estándares internacionales” y analizar si se estaban usando los métodos tecnológicos más adecuados y actualizados para dar con los estudiantes normalistas.
