Macrosimulacro, ensayo de supervivencia
Con esta actividad, Protección Civil pretende crear conciencia entre los ciudadanos para que sepan cómo deben actuar ante una emergencia
Mara EcheverríaEn Paseo de la Reforma, una de las avenidas más importantes de la Ciudad de México, Protección Civil realizó un despliegue para apoyar a los centros corporativos ante el Macrosimulacro.
La finalidad de este ejercicio, de acuerdo con la Secretaría de Gobernación, es mejorar la preparación de la ciudadanía ante una emergencia.
La alerta sísmica de la capital del país sonó a las 13:16 de la tarde, la misma hora en la que un año atrás un sismo de 7.1 grados que se originó entre el límite de Puebla y Morelos cimbró la capital del país y cobró la vida de 369 personas, de acuerdo con cifras oficiales.
Dos minutos antes, a las 13:14 se esperaba un minuto de silencio para honrar a las víctimas, pero en Paseo de la Reforma no se siguió este protocolo, pues el desalojo de inmuebles comenzó después de la alerta, que esta vez se escuchó por cuatro minutos.
En la Glorieta de la Palma, personal de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) desalojó el lugar en calma. Al igual que otros oficinistas, ocuparon las aceras de la avenida para integrarse por grupos de acuerdo al piso en el que se ubican. Al terminar el desalojo se pedía levantar el puño en solidaridad, pero nadie lo hizo.
Sin embargo, hubo quien sí consideró los diversos escenarios que trae consigo un sismo. E la calle esquina de Reforma y Río Danubio, en donde se encuentra la de sede de la embajada de Estados Unidos, hubo quien bajó a personal de las oficinas en camillas, desde uno de los edificios aledaños. “No se espante, es por el simulacro”, dice un hombre que portaba un chaleco de protección civil a una mujer que se espantó ante la escena.
Los simulacros cobraron una mayor relevancia después del 19 de septiembre es de 1985. Ese día a las 7:17 de la mañana la Ciudad de México fue sacudida por un sismo de 8.1 grados que devastó el corazón del país y cuyo número de víctimas no se conoce por incalculable.
En Reforma, después del macrosimulacro que organiza el gobierno federal, algunos empleados regresaron de forma ordenada a sus centros de trabajo, otros aprovecharon para comer.
“Hay a quien no le parece importante y prefiere ponerse a jugar o hacer bromas, pero creo que desde el año pasado cada vez nos tomamos más en serio la seguridad porque no podemos saber cuando va a temblar, pero sí podemos aprender qué hacer para salvar nuestra vida”, declara Rodríguez.