El 5 de junio pasado, Día Internacional del Medio Ambiente, un grupo de exsecretarios y exfuncionarios de la Semarnat, del Instituto Nacional de Ecología, de la Profepa, Conanp, Conafor y Conabio mandaron una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador en la que le pidieron echar para atrás el recorte y “dejar de minar y desdibujar a las instituciones ambientales de México”. A las pocas horas, el jefe del Ejecutivo federal, acusó que este grupo de personas en sexenios pasados había guardado silencio en momentos de daño ambiental.
“Los ambientalistas que no decían nada cuando se destruyó el país, ahora que se va a hacer el Tren Maya están inconformes. Cuando entregaron la mitad del territorio nacional para la explotación minera nadie dijo nada. Cuando iban a construir el aeropuerto en el Lago de Texcoco, acabando con el lago, ni un amparo, ni una protesta. Ahora son los paladines de la defensa del medio ambiente”, dijo el tabasqueño.
Entre los firmantes de la carta está el doctor Víctor Lichtinger Waisman, secretario de la Semarnat de 2000 a 2003, entre sus logros como funcionario público federal se encuentran la creación de un santuario para las ballenas en todos los mares territoriales mexicanos, la protección de la vaquita marina en el Mar de Cortés, la medición de la calidad del agua en las playas del país y la ordenación de la actividad turística en Cancún, Quintana Roo.
Para Lichtinger si se pierde la vigilancia por falta de presupuesto en las Áreas Naturales Protegidas, inmediatamente van a ser ocupadas por actividades ilícitas.
“Si no hay recursos, los espacios que no se protegen son ocupados por actividades del crimen organizado, es muy grave que la Conanp no tenga recursos porque esas áreas se van a degradar”, comenta.
A partir del 2017, durante la administración del expresidente Enrique Peña Nieto, el presupuesto para la Conanp comenzó a caer drásticamente, ese año, se aprobaron mil millones 63 mil pesos, un recorte del 22 por ciento respecto al año anterior.
Para 2020, el presupuesto fue de 869 millones de pesos y con el decreto presidencial, se pretende disminuir esa partida todavía más.
“Todos hemos luchado por ir subiendo el presupuesto en temas ambientales, en los últimos años del presidente Peña Nieto comenzó a bajar. Ahora el presidente López Obrador le dio un bajón tremendo que deja a la Conanp casi inoperante, ahora no tienen ni para la gasolina”, revela.
El especialista comenta que México siempre ha sido líder en materia ambiental entre los países en desarrollo, pero a partir de la llegada de la actual administración se ha roto con esa tradición.
“Estamos apoyando las energías más contaminantes, estamos empujando el carbón en Coahuila, estamos empujando la construcción de una refinería, estamos empujando la utilización del combustóleo en nuestras plantas termoeléctricas.
El último grito para el cuidado ambiental
Ala par de la carta enviada por especialistas al presidente López Obrador para frenar el recorte, un grupo de artistas y personalidades liderados por Bárbara Mori y Facundo hicieron eco a la exigencia.
De igual manera más de 117 mil personas han firmado una petición en la plataforma “Usa tu Poder” de Greenpeace para salvar a la Conanp. Esfuerzos a los que se han sumado activistas y defensores del medio ambiente de todo el país.
Para Luis Fueyo MacDonald, excomisionado nacional de la Conanp, el problema de la falta de presupuesto para el medio ambiente es una cuestión de prioridades.
“En este año no se tenía previsto que fuera a venir una pandemia y a la Conagua, Conafor, Conanp, Profepa y al Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático los atrapa la crisis sanitaria con recursos ya muy restringidos.
“El nuevo recorte significa prácticamente el cierre de las actividades en campo porque ya estaban totalmente limitadas. Hay un tema de prioridad, al no destinarse los recursos necesarios significa que no está en la lista de las prioridades del Gobierno”, comenta.
Además de la Conanp, el recorte también afectará a la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), una institución que con sus investigaciones y conocimiento científico respalda las decisiones para la protección y uso sustentable de la biodiversidad.
La partida presupuestal del Gobierno federal es la contribución más importante que reciben dichos organismos, aunque también son financiadas por el sector privado y por agencias de cooperación internacional para conservar las más de 900 millones 800 mil hectáreas que abarcan las Áreas Naturales Protegidas.
“Lo que sigue es continuar insistiendo, le estamos apostando a hablar directamente con Hacienda. Incluso la Conanp tiene recursos propios derivados del cobro de derecho por la visitas a las Áreas Naturales Protegidas, en el primer trimestre captó 26 millones de pesos, si le devuelven ese dinero puede resolver por lo menos el problema de la PNUD”, concluye el entrevistado.