Mancera gana, entre risas y datos
Los fantasmas del pasado despertaron para rozar ligeramente a Miguel Ángel Mancera Espinosa, el candidato puntero en las encuestas.
Con estadísticas y una sonrisa el candidato perredista libró los ataques de sus oponentes en la contienda por la jefatura de gobierno del Distrito Federal.
Esta vez Isabel Miranda de Wallace, Beatriz Paredes y en menor grado, Rosario Guerra, direccionaron sus ataques hacia el candidato de las izquierdas con la idea de que él será el ganador, pero que, a pesar de ello, le pesa el PRD, sus tribus y líderes.
Icela Lagunas
Los fantasmas del pasado despertaron para rozar ligeramente a Miguel Ángel Mancera Espinosa, el candidato puntero en las encuestas.
Con estadísticas y una sonrisa el candidato perredista libró los ataques de sus oponentes en la contienda por la jefatura de gobierno del Distrito Federal.
Esta vez Isabel Miranda de Wallace, Beatriz Paredes y en menor grado, Rosario Guerra, direccionaron sus ataques hacia el candidato de las izquierdas con la idea de que él será el ganador, pero que, a pesar de ello, le pesa el PRD, sus tribus y líderes.
Explícitamente, las tres mujeres que contienden por suceder a Marcelo Ebrard Casaubón en el cargo le confirmaron su admiración pero le recordaron –y cuestionaron– su único flanco débil: que no podrá lidiar con las tribus.
Fue así que el fantasma que más daño causa a los perredistas salió a la luz pública por enésima ocasión. Se trata de René Bejarano.
Beatriz Paredes fue quien lo llamó a la mesa.
“Es preocupante que el grupo de René Bejarano tiene un peso mayoritario que no puede abstraerse al jefe de Gobierno”.
La priista hizo alusión a la lista de candidatos del PRD en busca de las 16 jefaturas delegacionales y diputaciones locales, donde los aspirantes ligados a la corriente de Bejarano son mayoría y que de ganar, fortalecerían el poderío del actor principal de los videoescándalos de Carlos Ahumada.
Los días de entrenamiento previo al debate funcionaron. Nada ni nadie logró desencajar al ex procurador, quien se dio tiempo para responder a las críticas, fundamentalmente provenientes de la ex activista Isabel Miranda de Wallace.
Miguel Ángel Mancera iba preparado para más ataques. No fue necesario. Dejó algunos recursos que había preparado especialmente contra su contrincante panista.
Desde el inicio de esta carrera por el GDF y luego del segundo debate… no hay quien alcance a Mancera.
Conciente de ser el puntero en las encuestas y de que sería el blanco de las críticas durante el segundo debate de aspirantes al GDF, el ex procurador iba preparado.
Ni las vinculaciones con René Bejarano que le hizo la priista Beatriz Paredes ni las acusaciones de corrupción por la supuesta desaparición de 12 mil millones de pesos le hicieron daño.
Rosario Guerra, la candidata del Panal, lo dijo claro, bienvenidos a “Manceralandia”.
Aunque parece que en el Distrito Federal todo está resuelto, Miguel Ángel Mancera llamó a no confiarse y salir a votar a las urnas el próximo primero de julio.
LAS DAMAS Y EL FORMATO
Por Jonathan Villanueva
La diferencia, respecto al primer debate fue el formato. La consecuencia fue un cuidado extremo de los panelistas por no gastar su tiempo antes de recibir un revés de sus contrincantes.
Incluso el moderador, Ricardo Rafael de la Madrid, tuvo que preguntar en nueve ocasiones: “¿quién sigue?” Ante la nula respuesta tuvo que orillarlos a participar con base en el tiempo que les restaba.
El formato del debate fue similar al segundo presidencial. Y los temas, Seguridad y Justicia y Gobernabilidad y Transparencia.
Beatriz Paredes
Inició su participación con acusaciones contra el partido en el poder: PRD. Destacó que sus candidatos a jefes delegacionales y diputados locales fueron agredidos físicamente.
Su estrategia fue evidente desde el primer momento. Una serie de acusaciones al partido del sol azteca, por utilizar recursos públicos en las elecciones locales y rebasar el tope de gastos de campaña enmarcaron su participación.
“Es en contra una red clientelar, que utiliza los programas sociales a su favor, haciendo creer a la ciudadanía que si no votan por el PRD se quedarán sin apoyos, es contra lo que nos enfrentamos”.
Isabel Miranda de Wallace
Utilizó una estrategia en dos vertientes: una, la crítica al PRD en Gobierno de la ciudad y dos, exaltar el trabajo del gobierno federal.
“¿Ya no te acuerdas de las promesas incumplidas en el DF?, cuando hace 12 años iban a acabar con la inseguridad, con el problema de la basura, ofrecer una mejor oportunidad para las mujeres y seguimos exactamente igual”, apuntó al auditorio en su primera intervención.
Unas gráficas le sirvieron como apoyo para asegurar que de los más de 12 mil millones de pesos que tuvo el DF de remanentes, no se sabe para qué fueron utilizados en pleno proceso electoral. “El PRD es candil de la calle y obscuridad de la casa”.
Rosario Guerra
Guerra fue amable, por decir menos, con el abanderado del PRD, a quien no le reviró el ataque de su relación con la maestra Elba Esther Gordillo.
A Paredes, su antigua compañera de partido, no le dio tregua.
Lejos de las posibles alianzas a nivel nacional entre el Panal y el PRI, con quien Guerra coqueteó como fórmula fue con Mancera.
Mientras que a Paredes le increpó el hecho de que su partido postule como candidatos a la ALDF, a la lideresa de ambulantes, Alejandra Barrios Richard, cuyos agremiados protagonizaron un zafarrancho con la policía capitalina al negarse a abandonar el Eje Central de la venta de productos.