El doble discurso
La presencia del gobernador de Jalisco en la marcha que conmemora el orgullo gay se produjo en medio de una tensión que en los últimos años mantiene en vilo a la comunidad lésbico-gay y a los grupos conservadores encabezados por la Arquidiócesis de Guadalajara.
Aristóteles Sandoval acudió a cortar el listón del evento público más importante de esta comunidad, lo que no fue bien visto ni por los grupos a los que se dijo apoyar, ni por la Arquidiócesis de Guadalajara, a través de su líder el arzobispo Francisco Robles Ortega.
Jonathan Ávila
La presencia del gobernador de Jalisco en la marcha que conmemora el orgullo gay se produjo en medio de una tensión que en los últimos años mantiene en vilo a la comunidad lésbico-gay y a los grupos conservadores encabezados por la Arquidiócesis de Guadalajara.
Aristóteles Sandoval acudió a cortar el listón del evento público más importante de esta comunidad, lo que no fue bien visto ni por los grupos a los que se dijo apoyar, ni por la Arquidiócesis de Guadalajara, a través de su líder el arzobispo Francisco Robles Ortega.
No hay registro previo de un gobernador mexicano en una manifestación similar. La búsqueda de antecedentes sobre gobernadores que hayan hecho acto de presencia en una marcha de este tipo remiten únicamente al jalisciense.
Existen casos como la declinación del gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, quien en mayo del 2016 fue promocionado como el que daría el banderazo de salida en la marcha del orgullo gay de esa entidad.
Un cartel rosa con su imagen ocupando un importante espacio anunciaba la participación de “El Bronco”, aunque cinco días antes del evento dijo que por su apretada agenda no podría acudir.
De tal modo que la presencia del máximo titular del Ejecutivo en alguna entidad mexicana nunca había sido registrada, hasta este sábado en Jalisco.
Por lo menos a nivel estatal, Aristóteles Sandoval se convirtió en el primer mandatario en asistir de forma oficial a esta marcha que año con año recuerda la importancia de la comunidad lésbico-gay.
“Creo que hoy son tiempos diferentes y nos obliga a las autoridades a ser sensibles, a vivir una realidad y fomentar una cultura de respeto y tolerancia a todos los seres humanos”, expresó el gobernador sobre su participación.
Complacer a la minoría
Apenas hace un año el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, hizo historia al convertirse en el primer mandatario del país del norte en sumarse a una Marcha del Orgullo Gay, en aquella ocasión declaró que la presencia de un mandatario en este tipo de movilizaciones no debía ser noticia.
“No debería ser gran cosa”, dijo Trudeau a medios de comunicación canadiense.
No obstante, a nivel local el conservadurismo de una sociedad como la mexicana, y en especial la tapatía, vuelven relevante que un gobernador en funciones se sume a un evento de esta magnitud.
El mismo gobernador presumió a través de redes sociales su participación bajo el argumento de coincidencias en la defensa de los derechos de esta comunidad.
Los grupos conservadores no han visto como favorable la presencia de Aristóteles Sandoval en la manifestación. Sin hacer mención a un rechazo tajante, el representante de la Arquidiócesis de Guadalajara, Francisco Robles Ortega, argumentó que hay temas más relevantes en los cuales se debe fijar el mandatario estatal.
“Es triste de verdad el aumento de casos de robo en la calle, a mano armada, con violencia. No entiendo en eso por qué las autoridades no se presenten, en lugar de cortar listones, en cómo cortar con esta ola de violencia”, denunció Robles Ortega.
Además de expresar que el gobernador abre diversas interrogantes para lo que él llamó “la inmensa mayoría que gobierna”, argumentando que un grueso de la sociedad no aprueba este tipo de actos.
“El gobernador sabe el encargo que tiene de toda la ciudadanía, sabe que complace a una minoría. Pero a lo mejor sabe también él que pone un signo así como de interrogante, de confusión ante la inmensa mayoría que él gobierna”, expresó el arzobispo.
Al mismo tiempo puso en duda las intenciones por las cuales el titular del Poder Ejecutivo del estado se hizo presente en esta manifestación, cuando los números en aprobación no lo favorecen, mucho menos con esta comunidad a la cual se ha dejado de lado en su administración.
“A mí no me incomoda, pero creo yo que él, que es autoridad, tiene que sopesar muchos elementos y muchas cosas. No sé decir cuál sea la verdadera intención (al asistir)”, dijo Robles Ortega.
Cuestionan su interés
El mismo día del desfile, algunos activistas expresaron su rechazo al doble discurso del gobernador, ya que señalaron que mientras utiliza la marcha para la promoción de una imagen de gobierno abierto a este tema, en la realidad poco se hace para mejorar las condiciones de vida.
“Es inmoral, totalmente, la actitud del gobernador al venir aquí, cuando hemos hablado con él y ha dicho que los temas de derechos para los homosexuales no son de su interés”, dijo Jaime Cobián, entrevistado por medios locales.
Cobián, integrante del Congreso Nacional de Mexicanos y Mexicanas LGBT, así como un activista de viejo cuño en Guadalajara, también señaló que primero los legisladores deben descongelar las iniciativas que les conciernen como comunidad.
“Entonces serán bienvenidos a las marchas, y que pongan las banderas que gusten. Por si no se han enterado, en Jalisco no somos ciudadanos, no tenemos reconocimiento de derechos”, expresó Cobián Zamora.
Apenas el pasado 6 de junio, Reporte Indigo publicó El mercado rosa, señalando que en la entidad los derechos humanos de la comunidad lésbico-gay han quedado supeditados a intereses de mercado como sector de consumo, o al interés político, a través del voto que representan en la entidad.
“Muchos empresarios anuncian a Guadalajara como una ciudad ‘gay friendly’ y el ‘dinero rosa’ como salvador de derechos humanos, lo cierto es que en la periferia la situación no ha cambiado mucho”, escribió el Colectivo Lésbico Tapatío en sus redes sociales.