https://www.youtube.com/watch?v=TYTNkfM9Aik
Una de las actividades del crimen organizado que trae consigo un impacto medioambiental muy importante en Jalisco, aunque generalmente desapercibido, es el robo de hidrocarburo.
Este tema suele abordarse más bien desde los ámbitos de la seguridad pública, lo económico y el peligro que causa a los vecinos cercanos a las tomas clandestinas.
Jalisco se ha vuelto ya el quinto estado del país con la mayor superficie contaminada por los derrames de hidrocarburo que generan las tomas clandestinas.
Se estima una superficie contaminada de 27 mil 919 metros cuadrados, según un reporte de la Coordinación de Enlace de Seguridad Industrial y Protección Ambiental (SIPA), de Petróleos Mexicanos (Pemex) Refinación.
Autoridades federales han identificado, inclusive, la afectación de tierras de cultivo en Jalisco por estos hechos.
Lo que se explica por la localización y trazo de los ductos de Pemex, y en los puntos que seleccionan las células delictivas para intervenirlos, usualmente en páramos sin desarrollo urbanístico, donde no sean llamativos, aunque tampoco muy alejados de los núcleos de ciudad.
Solo hay cuatro estados con una situación peor a la de Jalisco por el nivel de contaminación que han alcanzado a causa de estas sustracciones ilegales, y son –todo en metros cuadrados: Veracruz, con 676 mil 70, el estado más afectado por esa actividad ilícita; Puebla, con 187 mil 564; Nuevo León, con 77 mil 212, y Sinaloa, con 31 mil 181.
Cohabitar con derrames
No todas las tomas clandestinas, sin embargo, terminan provocando una situación nociva al medio ambiente en el país.
En este Inventario de Sitios Contaminados, obtenido por transparencia, de la Coordinación de Enlace de SIPA, están integrados 393 eventos donde sí se identificó el daño ecológico.
En el inventario con que cuenta Pemex Refinación los datos más antiguos se remontan a 1997, mientras que los más actuales al 2013, si bien el documento fue proporcionado en noviembre de 2014, no sin precisar que era la única información que tenía en su posesión.
Para ponerlo en perspectiva, tan sólo del año 2000 al 2014 (al 13 de agosto) esa misma autoridad tuvo conocimiento de 10 mil 627 tomas clandestinas en todo el país.
Los grupos delictivos en Jalisco que se han concentrado en el robo de este producto a Pemex han generado 31 incidentes con consecuencias ambientales negativas para el estado y sus habitantes.
Esto lo coloca como la cuarta entidad federativa con más de estos hechos contaminantes, aunque durante ese gran periodo de 2000 al 2014 esa instancia de Pemex supo de al menos 681 tomas clandestinas en total en territorio jalisciense.
En ese sentido, los tres estados del país con más eventos nocivos para su ecosistema provocados por tomas clandestinas, son: Veracruz, con 70; Guanajuato, con 46, y Sonora, con 34.
No sorprende que Jalisco figure también entre los estados donde se ha identificado una de las mayores cantidades de hidrocarburo liberado afectando el entorno, con 3 millones 653 mil 983 litros.
Esta medición del Inventario de Sitios Contaminados considera tanto gasolina Magna y Premium, como diesel, e incluso crudo cuando se ve involucrado.
Un volumen derramado como ese en el espacio natural que cohabitan los jaliscienses, requeriría de vaciar pacientemente, uno tras otro, más de 3 mil 600 tinacos de hidrocarburo.
Pero es también más del doble de las incautaciones que logró la Fiscalía General estatal en todo un año (un millón 347 mil litros de hidrocarburo), y muy cerca de lo que logró asegurar la Policía Federal con todo su despliegue nacional: 5.7 millones de litros, según los últimos informes anuales de ambas instancias.
Hay únicamente un estado con más hidrocarburo derramado por tomas clandestinas que Jalisco, y es Tamaulipas, con 5 millones 791 mil 994 litros; a nivel nacional la contaminación inventariada se causó por la fuga de 24 millones 784 mil 177 litros.
En todos estos datos se ha dejado fuera otros 95 eventos considerados en el Inventario de Pemex, pero en los que se especificó que el origen de la fuga no fue el hurto de combustible, sino otras causas como corrosión de materiales, golpes con maquinaria, etcétera.
El impacto de las tomas
Entre los municipios de Jalisco donde existe la presencia de grupos delictivos dedicados a la sustracción ilegal de hidrocarburo, Tala es el más contaminado por los efectos de estas tomas clandestinas, según lo muestra la información de Pemex.
Con una superficie contaminada de 12 mil 839 metros cuadrados por estos derrames, es también, de hecho, el municipio en donde se ha identificado la mayor cantidad de hidrocarburo que ha escapado al entorno por la acción criminal, con un millón 506 mil 216 litros.
Tala no es, sin embargo, el municipio con la incidencia más alta de tomas clandestinas en Jalisco, pero es el tercero, con 128 en el lapso citado de 2000 al 2014 (el primer sitio lo tiene Zapotlanejo, donde esta actividad delictiva dio lugar a 161 de estos ataques a los ductos de Pemex).
En el Inventario de Sitios Contaminados por la sustracción de hidrocarburo, el segundo municipio de Jalisco con un ecosistema más impactado es Atotonilco el Alto, con una superficie de 11 mil 961 metros cuadrados, la cual recibió 196 mil 300 litros de hidrocarburo fugados.
Ese municipio es el cuarto en la entidad con más tomas clandestinas en el mismo periodo referido: 67.
El tercer municipio más contaminado por este tipo de hechos ilícitos es Tlajomulco de Zúñiga, perteneciente al Área Metropolitana de Guadalajara.
Posee una área de mil 470 metros cuadrados en esa condición, a causa del millón 113 mil 782 litros de hidrocarburo que quedó expuesto en su ambiente.
Tlajomulco es, de hecho, el segundo municipio del estado con el mayor derrame de hidrocarburo por tomas clandestinas, con ese más de un millón de litros.