El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró que con la protección que brindó Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón, al cártel de Sinaloa, en México había un “narcoestado” porque las autoridades de seguridad estaban al servicio de la delincuencia.
Dijo que durante ese periodo inicialmente calificó como incorrecto llamar “narco estado” a México, pero señaló que después cambió de opinión porque estaban coludidos la autoridad con la delincuencia desde el poder.
Se llegó a hablar de un 'narcoestado' y yo sinceramente en ese entonces pensaba que no era correcto clasificar de esta manera al Estado mexicano, pero luego con todo esto saliendo a relucir, pues si se puede hablar de un 'narcoestado', porque estaba tomado el gobierno, quienes tenían a su cargo combatir la delincuencia estaban al servicio de la delincuencia, mandaba la delincuencia, era la que decidía a quien perseguir y a quien proteger.
López Obrador recordó que además del proceso contra García Luna en Estados Unidos, en México la Fiscalía General de la República mantiene abiertas investigaciones contra él y sus cercanos colaboradores como Luis Cardenas Palomino y Ramón Pequeño García.
En el salón Tesorería de Palacio Nacional, dijo que también son investigados por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
Recalcó que Alfonso Durazo Montaño, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, tiene la instrucción de que no trabajen en el actual gobierno personas que se hayan desempeñado durante el tiempo en que García Luna fue secretario de Secretario de Seguridad Pública, ya que defendió a una de las bandas del crimen organizado.
Y si quedan funcionarios de ese grupo en el actual gobierno, en lo que corresponde al Ejecutivo es que no se proteja a nadie y considero que que habrá de suceder lo mismo en el caso de la fiscalía, porque le tengo confianza al fiscal, Alejandro Gertz Manero que es un hombre íntegro que no será tapadera, no protegerá a nadie.
Afirmó que ya se acabaron los tiempos en el que se juzgaba a los que no tenían “agarraderas”. Dijo que no debe haber protección para nadie ni impunidad.
