“La rabia me convocó, por eso estoy aquí”. Para Natalia no hay duda, ella está en la marcha porque se niega a ser la siguiente víctima de feminicidio.
Cerca de las tres de la tarde, grupos feministas, familiares de víctimas, cientos de mujeres y algunos hombres, se dieron cita en el Monumento a la Madre en la Ciudad de México, con destino al Zócalo capitalino, como respuesta no solo a los recientes intentos de secuestro en el Sistema de Transporte Colectivo Metro (STCM), sino también de casos de feminicidio como el de la pequeña Giselle Garrido, de 11 años.
Claudia y Ana, portando una cartulina con la leyenda “Ni una menos”, afirmaron que si son capaces de salir a las calles es por la exigencia de su derecho a vivir. “Tengo miedo, no lo voy a negar. Ya he cambiado algunos hábitos como no ir con audífonos o ir leyendo para ir más atenta”, dice Ana.
“¡Ni una más ni una asesinada más!”, grita Verónica mientras carga a su niña de dos años. “¿Sabes por qué la traigo? Para que aprenda a usar su voz desde pequeña, para que sepa que no por nacer niña es débil o vale menos, que vea que estamos luchando hoy para que ella mañana tenga una vida mejor”.
Música, saltos, consignas y echarse a correr fue lo que los asistentes realizaron como modo de protesta, entre ellos los reclamos contra el acoso con la frase “porque no, que te dije que no, mi cuerpo es mío, yo decido, tengo autonomía yo soy mía” se hizo presente durante toda la marcha.
A las 5 de la tarde comenzaron a llegar los contingentes al zócalo, ahí madres de jóvenes víctimas de feminicidio y de desaparición, comenzaron el mitín diciendo las exigencias que tienen ellas junto con la sociedad respecto a la situación de las mujeres:
-Una investigación de trata en el área metropolitana
-Plan contra la desaparición de mujeres en espacios públicos
-Castigo a funcionarios cómplices de la impunidad de la violencia contra la mujeres
-Justicia por las miles de mujeres a quienes les ha arrebatado la vida
-Que los casos de violencia a la mujer sean revisados con perspectiva de género
-Transporte y espacios dignos con iluminación para salvaguardar la integridad de las mujeres.
Araceli Osorio, madre de Lesvy Berlín Osorio, la joven asesinada en Ciudad Universitaria en mayo de 2017, agregó que “México no puede seguir así, no nos merecemos que nos maten, que nos violen, que nos hagan pedazos solo porque quieren, México es un país que no debe ir más sin sus mujeres”.