La Profeco ha aplicado multas hasta por dos millones de pesos a marcas que prometen bajar de peso.
Una mujer delgada se contonea ante la cámara como si estuviera mirándose en un espejo. Tiene las manos bien cuidadas y sonríe. Presume su cuerpo. En la secuencia aparece con una prenda de encaje que se anuncia como una faja capaz de hacer el cuerpo perfecto.
“Es una prenda moldeadora de alta compresión con un diseño elegante y seductor, encaje fino y suave, escote en v, y el toque femenino de la lencería que la convierten en una prenda sensual, que moldea la cintura y aplana el abdomen”, se escucha la voz de un hombre en el infomercial.
Otra mujer aparece en la secuencia y da su testimonio. La pantalla se divide en dos partes, en una aparece “antes” con un vientre inflamado y en una toma en blanco y negro. En el “después” está a colores y en una toma más abierta.
“Yo nunca había visto una prenda como esta, además de que te aplana el abdomen y moldea la cintura, es muy sexy como lencería, su diseño es muy fino y sensual”, asegura.
“Llámanos y empieza a disfrutar de un cuerpo estilizado más sexy y atractivo”, añade el locutor.
Por este tipo de anuncios comerciales la Procuraduría Federal del Consumidor ha aplicado al menos diez procedimientos por infracciones a la ley de hasta dos millones de pesos por publicidad de productos que ofrecen resultados para adelgazar y que carecen de evidencia científica.
Tenis que ayudan a levantar los glúteos, tonificar y moldear las piernas y aplanar el abdomen gracias a su “diseño moderno, dinámico y fino”, aparatos de ejercicio que solo con vibración ayuda a trabajar la modelación muscular y disminuir la celulitis, así como fajas inteligentes que ayudan a definir, dar forma a la figura y quemar calorías con sólo portarlas
“La publicidad contenía frases engañosas, abusivas, inexactas y falsas que inducían al error o confusión, por lo cual fueron sujetos de procedimientos y cuya resolución fue la imposición de sanciones por infracciones a la ley”, indica la Procuraduría.
La dependencia señala que analiza el contenido de la publicidad que se difunde por cualquier medio de comunicación, realiza estudios, investigaciones y monitoreo sobre la comercialización de productos o servicios entre consumidores y proveedores y en caso de cualquier violación a la ley ordena la suspensión o corrección de los mensajes, de acuerdo con los Procedimientos por Infracciones a la Ley (PIL) determinados por la Procuraduría Federal del Consumidor.