El diez de mayo es un día de celebración para todas las mujeres que han tenido hijos, sin embargo, lo cierto es que ser madre en México, no es cosa fácil, y la situación empeora cuando es una adulta mayor la encargada de criar, educar y mantener a sus nietos. Es decir se convierte en madre por segunda vez.
En la Ciudad de México y en el país hay cientos de mujeres que trabajan para sacar a sus hijos adelante, hacer la comida, llevarlos a la escuela, hacer tareas, limpiar la casa e ir a trabajar son algunas de las labores que vienen en el paquete de maternidad.
Pero con la edad no cambia la situación; posiblemente, las madres solteras jóvenes tienen más energía, pero las tareas y condiciones son las mismas.
Este es el caso de Marisol, una mujer que se embarazó cuando ella y su novio tenías 21 años y llevaban dos años viviendo juntos.
En entrevista para Reporte Índigo, Marisol nos contó que por la situación en la que se encontraba se vio orillada a dejar sus estudios de lado para poder ocuparse de su hija y su vida en pareja.
”Me enfoqué en el trabajo y en el gran gasto y responsabilidad que traería consigo el ser padres, una vez que me desbloquee de la gran noticia, tal vez a los 4 meses de embarazo comenzaba a despreocuparme demasiado y lo tomaba con mayor madurez y felicidad, finalmente era nuestro bebe y nos amábamos”.
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Sin embargo, las responsabilidades siguieron, y con ello aumentaron los problemas con su pareja. Marisol cuenta que cuando su hija cumplió 2 años los problemas como pareja comenzaban a ser más continuos y más fuertes, “intentamos solucionarlos sin embargo llego el momento de la separación”.
Ella se hizo responsable al cien por ciento de la educación y gastos de la menor.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2015, habitaban 48.7 millones de mujeres mayores de 12 años, de ellas, el 67.4 por ciento ha tenido al menos un hijo nacido vivo.
En al menos el 85 por ciento de los 31.9 millones de hogares que había en el país en 2015, había una mujer que desarrollaba el rol de la maternidad. La mayoría eran esposas, es decir, llevaban una vida en pareja y los gastos así como la crianza de los hijos se hacía con apoyo del jefe del hogar (54.6 por ciento).
El INEGI destaca que una de cada cuatro (24.8 por ciento) mujeres eran la cabeza de la familia y la mayoría eran separadas, divorciadas, viudas o solteras (69 por ciento); mientras que las madres que son hijas, 7.1 por ciento son adolescentes de 12 a 19 años, y de éstas, 81.4 por ciento no asisten a la escuela.
“Yo estaba en el proceso de exámenes para la universidad, que por cierto me quede en la UAM, pero con la falta de información, estrés y preocupación por la noticia del embarazo jamás me inscribí”, contó Marisol a Reporte Índigo.
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De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en el cuarto trimestre de 2015, la tasa de participación económica de las mujeres de 15 años y más con al menos un hijo nacido vivo es de 44.2 por ciento, de las cuales, 96.7 por ciento combina sus actividades extradomésticas con los quehaceres domésticos.
Por si fuera poco, las madres trabajadores no cuentan instrucción educativa (13.7 por ciento), lo que hace más complicado su desarrollo en el mercado laboral. Solo el 29.6 por ciento cuenta con estudios a nivel medio superior y superior.
El 33.4 por ciento de las mujeres que trabajan y tienen hijos desarrollan su actividad económica en el sector informal, el 36.3 por ciento en empresas y 16.3 por ciento en instituciones.
En contraste, las mujeres que no tienen hijos cuentan con un perfil ocupacional muy distinto: la mayoría trabaja en empresas (51.6 por ciento) y el porcentaje de las que laboran en el sector informal es menor (20.1por ciento).
Cuando Marisol tuvo a su hija se encontraba laborando, le era muy complicado cuidar un bebé y trabajar una jornada completa, hecho que se hizo mas duro tras su separación pues no contaba con el apoyo económico del padre de la menor, “sin embargo, agradezco el apoyo de mi familia ya que ha estado a cada momento cuidando de mi y de mi pequeña”, dijo.
Hoy en día, Marisol tiene una hija de 4 años, a quien su hermano le ayuda a cuidar ya que ella debe cumplir con una jornada laboral de ocho horas sin contar que su lugar de trabajo está a dos horas de distancia del lugar donde vive, por lo que el tiempo para convivir con su hija se reduce significativamente.
“Me es muy complicado pasar tiempo de calidad a diario con mi nena, pero aprovechamos cada momento que estamos juntas y me siento tranquila al saber que día a día está bien cuidada y yo puedo seguir proveyendo”.
Las estadísticas continúan, datos en la Encuesta Nacional de Empleo y Seguridad Social (ENESS) 2013, revelan que un problema al que se enfrentan las madres trabajadoras es el cuidado de sus hijos pequeños en horario laboral. Y aquí es donde las adultas mayores entran al rescate ya que del total de niños menores de siete años y que su mamá trabaja: 31.1 por ciento se encuentran al cuidado de su abuela.
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Hay otra porción de madres que llevan a sus hijos al trabajo 25.3 por ciento; un 12.9 por ciento de niños están en una institución educativa; 17.4 por ciento se encuentra al cuidado de su papá o de otro familiar; el 9.4 por ciento son asistidos por una guardería (pública o privada); 2.8 por ciento lo deja con una persona que no es familiar, o bien, lo deja solo (0.5 por ciento).
Apoyo para las abuelas que se convierten en madres por segunda vez
Una buena noticia para las abuelas que quedaron con la tutela de sus nietos y que habitan la Ciudad de México es que el pasado 25 de abril, entraron en vigor las disposiciones aprobadas por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), las cuales establecen que las adultas mayores que tienen la crianza y tutela de sus nietos podrán adquirir el apoyo alimentario que el Gobierno de la Ciudad de México otorga a las madres solteras de escasos recursos.Las disposiciones que se aprobaron el 13 de diciembre de 2016 por el Pleno de sesiones son válidas para las abuelas que están al cuidado de sus nietos ya sea por el extravío o deceso de sus padres.
Las abuelitas que cuidan a sus nietos podrán beneficiarse del apoyo mensual del gobierno de la CDMX siempre y cuando tengan un ingreso no mayor a dos salarios mínimos, y los niños sean menores de 15 años.
Este 2017, se cumplen 95 años desde que se festeja el Día de las madres y aunque no conocemos a ciencia cierta sus orígenes, la convocatoria inicial para institucionalizar este día en el país fue emitida el 13 de abril de 1922, sin embargo, lo festejos no van más allá de regalar flores y chocolates mientras las mamás viven en una preocupante inestabilidad económica, laboral y educativa.
