Al asegurar que no le interesa el poder por el poder, el presidente Andrés Manuel López Obrador manifestó que en septiembre de 2024 se jubilará y no será ni cacique, ni líder moral porque hay que darle paso a las nuevas generaciones.
Afirmó que trabaja de forma acelerada para sentar las bases de la transformación y en caso de que regresen los del antiguo régimen les cueste dar marcha atrás.
Dijo que se mantendrá en el cargo de presidente de México hasta que se lo permita el pueblo.
“Sí me tocó encabezar este movimiento de transformación para cambiar régimen corrupto, y eso es lo que estoy haciendo, buscando representar a todos, respetar a todos, pero buscando también darle preferencia a los humildes, a los pobres y acabando con las lacras de la corrupción, de la impunidad, Del influyentismo, todo esto que se padeció durante mucho tiempo”, expuso.
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El primer mandatario dijo que no está obsesionado con el poder y mucho menos con su parafernalia
“Ya considero que para entonces habré cumplido, vienen nuevas generaciones, se tiene que tener relevo generacional, por eso me estoy apurando para sentar bien la bases de la patria nueva para que, toco madera, si regresaran los que saqueaban, los que llevaron al país al fracaso les cueste trabajo dar marcha atrás a lo logrado, sobre todo el que podamos seguir con la revolución de las conciencias, que siga cambiando la mentalidad del pueblo, porque cuando cambia la mentalidad del pueblo cambia todo”, subrayó.