Nuevo León hundido

El gobierno de Nuevo León se encamina a la quiebra financiera, pero aún así va por más endeudamiento.

Su nuevo proyecto: más deuda para sumergir las finanzas estatales casi un 25 por ciento más de lo que ya están hundidas.

Se trata de unos 9 mil millones de pesos adicionales.

Esto, además de los 35 mil millones de pesos de pasivos que ya reporta actualmente el Gobierno del Estado y que ubican a Nuevo León como una de las entidades con mayor endeudamiento de México.

César Cepeda César Cepeda Publicado el
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El gobierno de Nuevo León se encamina a la quiebra financiera, pero aún así va por más endeudamiento.

Su nuevo proyecto: más deuda para sumergir las finanzas estatales casi un 25 por ciento más de lo que ya están hundidas.

Se trata de unos 9 mil millones de pesos adicionales.

Esto, además de los 35 mil millones de pesos de pasivos que ya reporta actualmente el Gobierno del Estado y que ubican a Nuevo León como una de las entidades con mayor endeudamiento de México.

Nada parece frenar las ambiciones y el derroche de recursos públicos de la administración de Rodrigo Medina.

Y es que actualmente el gobernador, en tres años, ya casi alcanzó el nivel de endeudamiento que tuvo en seis años su antecesor y padrino político, el ex gobernador Natividad González Parás.

Pero es que pareciera que los negocios y los proyectos millonarios son la prioridad en la gestión de Medina, aún a costa de la ruina financiera.

Porque el Gobierno del Estado ya ingresó los estudios de impacto ambiental ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, la Semarnat, para conseguir las autorizaciones de cambio de uso de suelo que requiere el proyecto hidráulico Monterrey VI.

El trámite ante la Semarnat es el último que necesita cubrir este proyecto para poder iniciar las obras y concluirlas antes de que termine la gestión del gobernador Rodrigo Medina en el 2015.

Este proyecto consiste en la construcción de un acueducto de casi 390 kilómetros para abastecer de agua potable a Monterrey y su zona metropolitana, con origen en la cuenca del Río Pánuco, en San Luis Potosí.

La construcción de esta obra, promovida por la empresa paraestatal Agua y Drenaje de Monterrey, implica una inversión estimada de 16 mil millones de pesos, convirtiéndose sin duda en el proyecto más costoso en la historia de la entidad.

La mitad de este monto, 8 mil 800 millones de pesos, será aportado por la iniciativa privada en un esquema de financiamiento de Asociación Pública Privada (APP’s).

Pero por supuesto esta aportación no será gratis.

Los ciudadanos de Nuevo León, sus hijos y nietos, tendrán que pagar este financiamiento por lo menos en los próximos 30 años.

El resto de la inversión, 7 mil 200 millones de pesos, se espera que sea cubierta por el Fondo Nacional de Infraestructura, Fonadin, que opera el Gobierno Federal a través de Banobras.

Agua y Drenaje de Monterrey contempla destinar cerca de 500 millones de pesos de recursos directos, que representa el 3 por ciento de la inversión total.

Sin embargo, la empresa encabezada por Emilio Rangel Woodyard proyecta comprometer sus ingresos futuros para pagar la construcción de este acueducto de agua potable entre la Presa Cerro Prieto y el Río Pánuco.

Y esto significa que esa nueva deuda correrá por cuenta de los usuarios de la paraestatal.

Hoy, todavía la ciudadanía paga el crédito que contrajo este organismo para construir el proyecto Monterrey V, que consistió en la construcción de un segundo anillo de transferencia que todavía no utiliza.

Actualmente la deuda pública de este organismo asciende ya a los 4 mil 800 millones de pesos.

MONTERREY VI Y EL  NUEVO TESORERO

El Monterrey VI es un proyecto que conoce a la perfección el nuevo tesorero de Nuevo León Rodolfo Gómez Acosta.

Él, como director de Finanzas de Agua y Drenaje de Monterrey, diseñó el esquema financiero con el que pretende financiar los más de mil millones de dólares que se requieren para este plan hidráulico.

Este esquema ya está registrado en la Unidad de Inversiones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y está en proceso de ser autorizado por el Fondo Nacional de Infraestructura de Banobras.

El 24 de mayo, Reporte Indigo publicó que la construcción de este acueducto entre el Río Pánuco y la presa Cerro Prieto fue la opción más costosa que pudo haber elegido el Estado para dotar a la ciudad de una nueva fuente de abasto.

A Gómez Acosta se le vincula con Luis Mendoza, hermano del senador Jorge Mendoza, alto directivo de TV Azteca y cercano del gobernador Rodrigo Medina.

También se le relaciona con Luis González Parás, hermano del ex gobernador Natividad González Parás.

El esquema financiero de Gómez Acosta contempla firmar un contrato de prestación de servicios con una empresa privada, que será la encargada de construir y operar por 30 años este acueducto de agua potable.

El proyecto, pese a la crisis presupuestal y de recursos que existe en la administración estatal, está en pie.

LOS PERMISOS PARA MONTERREY VI

El 16 de julio pasado Agua y Drenaje presentó en la Semarnat los estudios de Impacto Ambiental y Cambio de Uso de Suelo para conseguir las autorizaciones federales para este proyecto.

Los estudios, de los cuales Reporte Indigo tiene una copia, incluyen el impacto ecológico que tendrá esta obra en el medio ambiente y las medidas de mitigación propuestas por la paraestatal para compensar el daño ambiental.

Se espera que en los próximos dos meses –si no se abre un proceso de consulta pública solicitada por un ciudadano- la Dirección General de Impacto y Riesgo Ecológico de la Semarnat resuelva si otorga, o no, las autorizaciones para este plan Monterrey VI.

Es el mismo procedimiento federal que tuvieron que enfrentar proyectos polémicos, como el Arco Vial Sureste y el Túnel en el Cerro de la Silla, el desarrollo Valle de Reyes en la Huasteca y el Estadio de Futbol Monterrey.

Según la Manifestación de Impacto Ambiental del proyecto, la obra está contemplada a ejecutarse en 36 meses y la vida útil estimada es de 50 años.

El acueducto, que tendrá capacidad hidráulica para 5 mil litros por segundo, será de una longitud de 390 kilómetros y cruzará los estados de San Luis Potosí, Veracruz, Tamaulipas y Nuevo León.

El proyecto también incluye la construcción de subestaciones y líneas de transmisión eléctrica, tanques de bombeo y la compra de derechos de vía.

La construcción de este acueducto, según el estudio elaborado por el consultor Manuel Ramos, afectará cerca de mil hectáreas de superficie de suelo ubicadas en estos cuatro estados.

A lo largo del trazo se construirán cinco plantas de bombeo para vencer el desnivel topográfico de 320 metros que existe entre el Río Pánuco y la Presa Cerro Prieto, en Linares.

En el estado de San Luis Potosí el acueducto pasará por los municipios Tamuín y Ébano.

En Veracruz la tubería cruzará por el municipio de Pánuco, mientras que en el estado de Tamaulipas el trazo recorrerá los municipios de Mante, González, Xicoténcatl, Llera de Canales, Casas, Victoria, Güemez, Padilla, Hidalgo y Villagrán.

En Nuevo León el acueducto pasará por el municipio de Linares y concluirá en la presa Cerro Prieto.

La toma en el Río Pánuco será en el municipio de Ébano, San Luis Potosí, aguas abajo de la Estación hidrométrica Las Adjuntas.

Inicialmente esta toma de agua estaba contemplada a construirse en el estado de Veracruz, sin embargo, habitantes rechazaron la obra y las autoridades estatales tuvieron que modificar el proyecto.

El gobernador Rodrigo Medina  tuvo que intervenir con el mandatario de Veracruz, Javier Duarte, para aminorar las críticas que recibió este proyecto neoleonés.

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