El complicado contexto internacional derivado de las fricciones entre Estados Unidos y China, así como del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, presentaron una serie de oportunidades únicas para México y la región latinoamericana en materia energética, sin embargo, el contexto geopolítico mundial poco ha sido aprovechado por la actual administración para fortalecer al país.
“Sin lugar a dudas en materia energética y en general de competitividad económica, México está desaprovechando los conflictos internacionales para obtener ganancias. El candidato natural para beneficiarse de las tensiones entre Estados Unidos y China, tendría que ser México.
“En segundo lugar, en cuanto a la situación entre Ucrania y Rusia, nuestro país debería estar maximizando la renta petrolera, así como toda la extracción de crudo que pueda porque el precio está por la nubes. El problema es que tenemos un Pemex que no puede repuntar su plataforma de producción y contratos privados que si bien están dando algunos resultados, aún no tienen el volumen para impactar realmente en la producción a nivel nacional, así que por ambas vías estamos desperdiciando oportunidades históricas”, dice Oscar Ocampo, coordinador de Energía del Instituto Mexicano para la Competitividad.
#Portada | Ni la #ReformaEléctrica de #AMLO, o las contrapropuestas de la oposición parecen tomar en cuenta las necesidades reales de la industria energética actual https://t.co/CA9XbcRLFR
— Reporte Índigo (@Reporte_Indigo) April 6, 2022
Violencia, factor determinante para política energética
Ni la reunión con el presidente Joe Biden ni la participación de AMLO en el Foro de las Principales Economías sobre Energía y Clima cambiarán de fondo la política energética que el Gobierno federal ha implementado.
“Se antoja complicado que estas reuniones y estos compromisos públicos frente a otras naciones cambien el rumbo energético del país, especialmente porque lo que se dice en los foros o en Estados Unidos, al día siguiente se contradice desde Palacio Nacional”, comenta el coordinador de energía del IMCO.
Esta falta de certidumbre, acompañada de la retórica hostil del primer mandatario mexicano y de la crisis de violencia en todo el territorio nacional, hacen que la llegada de inversión extranjera al país sea más difícil.
“La retórica hostil contra la inversión privada por parte del Gobierno federal afecta mucho, además, si lo ligamos a la situación de violencia e inseguridad por la que atraviesa el país, pues las condiciones de inversión se complican, no necesariamente porque no vaya a haber empresas interesadas, sino porque estas esperan un retorno mucho mayor por los riesgos que van a enfrentar al incursionar en México”.
