Maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) pusieron de cabeza el de por sí convulsionado estado de Michoacán.
En una jornada de manifestaciones en reclamo de la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala hace 5 meses, los maestros tomaron 96 de las 113 alcaldías del estado y bloquearon las dos más importantes carreteras que cruzan la entidad.
La protesta de los miembros de la CNTE hizo que al menos un millón 120 mil alumnos de todos los niveles educativos se quedaran un días más sin clases en Michoacán, en donde de los 124 días de labores efectivas que a la fecha marca el calendario oficial de la SEP, solo se han cumplido 70, muy lejos de la meta de trabajo de 200 días.
Ante la movilización de los profesores, que fueron secundados por alumnos de las ochos escuelas normales del estado, el gobierno de Michoacán no emitió ninguna postura oficial.
El secretario de Gobierno del Estado, Jaime Esparza Cortina, anunció un acercamiento de diálogo con los manifestantes a fin de solicitar la liberación de las alcaldías.
La jornada de protestas de los maestros michoacanos, en donde al reclamo por los desaparecidos de Ayotzinapa se sumó la protesta por la violencia con la que la Policía Federal Preventiva disolvió la noche del martes pasado una manifestación en Guerrero, afectó más a la población por el bloqueo a las principales autopistas que cruzan la entidad.
Desde las ocho de la mañana hasta las tres de la tarde del jueves, unos 400 maestros tomaron las casetas de Santa Casilda, sobre la autopista que conecta al centro del país con el puerto de Lázaro Cárdenas, en tanto que otros 300 profesores se apropiaron de la caseta en Panindícuaro, de la autopista que comunica las zonas urbanas del Distrito Federal y Guadalajara.
La toma de las 96 alcaldías más importantes del estado se llevó a cabo en forma pacífica. En muchos municipios los maestros recibieron el apoyo de los trabajadores del ayuntamiento, los que gustosos cerraron sus oficinas.
Mientras todo el estado se paralizó, el líder de la CNTE, Juan José Ortega encabezó una marcha de protesta en la ciudad de Morelia, en donde también se desquició el transito urbano y la vida cotidiana de más de 500 mil habitantes, que se vieron afectados con los bloqueos de las principales arterias de la ciudad.
En municipios como La Piedad, Uruapan, Lázaro Cárdenas, Zitácuaro, Zacapu y Morelia, grupos de maestros se hicieron presentes en las zonas comerciales, sin mayor manifestación que su presencia, motivando que la mayoría de los comercios, así como algunas instituciones bancarias decidieran suspender labores.
Se blinda el gobernador
Frente la movilización de los maestros y alumnos normalistas, el gobernador Salvador Jara suspendió las de por si limitadas actividades dentro de la sede oficial del gobierno estatal.
Ordenó el cierre de la Casa de Gobierno, donde se montó un fuerte operativo de seguridad para evitar el vandalismo sobre el inmueble.
Desde la residencia oficial del Poder Ejecutivo del Estado, el gobernador sustituto mantuvo comunicación con algunos de los alcaldes de las principales localidades de Michoacán, a quienes les instruyó para que evitaran la presencia de las fuerzas policiales en los plantones, a fin de que no hubiera provocaciones hacia los maestros.
También a petición del gobernador de Michoacán, los elementos de la Policía Federal Preventiva que operan en la entidad como parte del programa de seguridad para el combate al narcotráfico, se replegaron a sus cuarteles. Se ordenó no salir a la calle durante la toma del estado por parte de los maestros de la CNTE.
En los municipios de Tierra Caliente, en donde la presencia del Ejército ha arreciado en los últimos días, tras la puesta en operación del cuartel del 65vo Batallón de Infantería en Coalcomán, la movilización de los maestros fue mesurada.
En esas localidades, los mentores se limitaron a realizar la toma de los palacios municipales, sin marchas ni mítines políticos como los que se vieron en los municipios de la zona norte de la entidad.
‘La CETEG vive’
Al grito de “¡La CETEG vive, la lucha sigue y sigue!”, los maestros michoacanos patentaron su respaldo a la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), la que ha acusado uso desmedido de la fuerza por parte del Estado, tras una violenta disolución de un mitin en la ciudad de Acapulco, en donde perdió la vida un maestro jubilado.
> El líder de los maestros michoacanos, Juan José Ortega, públicamente reclamó una investigación a fondo para que se esclarezca la muerte del profesor jubilado Claudio Castillo Peña.
> Claudio Castillo Peña murió el día de la manifestación en Acapulco. Los maestros aseguran que fue a causa de los golpes que le propinaron las Fuerzas federales, sin embargo, el comisionado de seguridad, Monte Alejandro Rubido, lo negó.
> Los maestros anunciaron que esta no será la última vez que salen a las calles a manifestar su inconformidad con el trato que reciben del Gobierno Federal.
SEP, lista para tomar el control
La Secretaría de Educación Pública (SEP) está lista para asumir el control de la Educación en Oaxaca, Chiapas, Michoacán, Guerrero, o cualquier otra entidad que así lo requiera, pero para ello necesita la autorización de la ley, aseguró el secretario Emilio Chuayffet.
“Cuando la ley me diga tú tienes el derecho a intervenir en tal estado porque no se está dando la educación en los términos que la constitución señala, yo tendré lo que se llama la intervención federal”.
Ante los llamados de la sociedad civil para anular los acuerdos a los que llegaron la autoridad federal y el Gobierno de Oaxaca con la Sección 22 de la CNTE, Chuayffet aseguró que cualquier convenio que se haga en contra de la Ley, es nulo. Sin embargo, precisamente porque la ley lo prohíbe, la SEP no puede intervenir la estructura jurídica de la organización de la educación en las entidades.