La ola Kumamoto

Lo que distingue a Pedro Kumamoto de otros políticos no es su independencia, ni su juventud, tampoco su apellido oriental, lo que lo hace diferente del montón es su manera festiva de vivir la política y de contagiar esa esperanza de bienestar a millennials y abuelos.

El pasado sábado y desde una ex fábrica de chocolates amenazó con invadir próximamente al gobierno federal, se destapó, quiere un escaño en el Senado para 2018.

Rubén Zermeño Rubén Zermeño Publicado el
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Lo que distingue a Pedro Kumamoto de otros políticos no es su independencia, ni su juventud, tampoco su apellido oriental, lo que lo hace diferente del montón es su manera festiva de vivir la política y de contagiar esa esperanza de bienestar a millennials y abuelos.

El pasado sábado y desde una ex fábrica de chocolates amenazó con invadir próximamente al gobierno federal, se destapó, quiere un escaño en el Senado para 2018.

La Ocupación, su evento de destape realizado durante el fin de semana en el corazón de la Colonia Americana, en Guadalajara, fue más cercano a un mini Festival de Música y Artes de Coachella, o a una fiesta de Andy Warhol en The Factory, que a un mitin político tradicional.

Kumamoto no tiene partido pero si colores, listones amarillos, rosas, blancos y menta adornaban el escenario. Despeinado y sonriente, el joven poeta salió a hablar.

“Estaban seguros de que este día nunca llegaría, estaban seguros de que estábamos locos, de que solamente éramos doce, de que éramos jóvenes y que los jóvenes no valen nada en este país, estaban seguros de que nuestros sueños solo eran eso, utopías, sueños, estaban seguros de que todo iba a ser igual, que todo iba a permanecer de la misma manera, y que nosotros íbamos a seguir sin hacer nada al respecto, se equivocaron”, declamó Kumamoto.

El joven cambió las estrellas porno, los drogadictos y drag-queens de Warhol, por gente común, jóvenes, chavos, chavas, abuelitas, papás, músicos, artistas, otros poetas y estudiantes que lo ovacionaron y ondearon banderas de hechura a mano.

Mientras que en The Factory se producían en cadena las serigrafías del pintor, en La Fábrica de Kumamoto se producen políticos, sus compañeros de viaje, la agrupación ciudadana Wikipolítica postuló esa misma noche a otros jóvenes que buscarán llegar a los congresos estatales de Jalisco, Yucatán y la Ciudad de México.

“Estoy orgulloso de lo que sigue y estoy contento de buscar representar la agenda de este movimiento, de estas personas en el Senado de la República”, el momento cumbre de la noche llegó, los gritos, los vivas y el “sí se puede”, inundó el lugar. La ola Kumamoto y su banda de Wikipolíticos amenazan con llegar aún más lejos.

Los logros

>> Eliminación del fuero para los servidores públicos de Jalisco.

>> Revocación de mandato.

>> Disminución hasta del 60 por ciento del financiamiento a partidos políticos.

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