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Pelean reclusorios en varios frentes

Allá adentro, internos y custodios comentan que la gente de los “Quintero Payán” controlan la venta de droga en las cárceles del Distrito Federal. 

Los capos de adentro de los penales capitalinos reclaman poder y envían a su gente a disputarse con otros grupos la venta de drogas, las cuotas de la fajina, la renta de celulares y hasta el alquiler de televisiones, DVD y camas.

La administración de Mayela Alonso Solís, subsecretaria del Sistema Penitenciario de la Ciudad de México, carga a cuestas la muerte de más de 20 presos en riñas internas.

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grapas de cocaína decomisadas de diciembre del 2012 a agosto del 2013
El choque entre Solís y Serrano se intensificó con la filtración de la ficha signalética de Elba Esther Gordillo
"Los huicholes (comandantes) perdieron el control y peligrosamente han permitido que los capos de aquí adentro crezcan”
Denuncia anónimaDe personal de seguridad a través de una carta dirigida al jefe de Gobierno
La administración de Mayela Alonso Solís carga a cuestas la muerte de más de 20 presos en riñas internas
http://www.youtube.com/watch?v=-hJTp9hcECk

Allá adentro, internos y custodios comentan que la gente de los “Quintero Payán” controlan la venta de droga en las cárceles del Distrito Federal. 

Los capos de adentro de los penales capitalinos reclaman poder y envían a su gente a disputarse con otros grupos la venta de drogas, las cuotas de la fajina, la renta de celulares y hasta el alquiler de televisiones, DVD y camas.

La administración de Mayela Alonso Solís, subsecretaria del Sistema Penitenciario de la Ciudad de México, carga a cuestas la muerte de más de 20 presos en riñas internas.

Documentos sueltos, escritos de puño y letra del personal de seguridad, relatan el sin fin de batallas internas que protagonizan los capos y sus pequeños ejércitos que disputan, fundamentalmente, la venta de la droga en el “Negro” (Reclusorio Norte); “Amarillo” (Oriente); “Turquesa” (Santa Martha Acatitla); “Azul” (Penitenciaría); “Blanco” (Sur); y las zonas “Diamante”.

Colores y claves con las que se les conoce a cada uno de los centros penitenciarios del Distrito Federal, que por estas fechas albergan a poco más de 41 mil 300 presos. El doble de su capacidad.

Los llamados “huicholes”, como se les conoce a los comandantes encargados de la seguridad de cada cárcel, en su mayoría provenientes del estado de Nayarit, que Mayela Alonso colocó en los penales en remplazo del personal que su antecesora, Celina Oseguera Parra, poco o casi nada han logrado hacer para frenar el tráfico de droga, de celulares y mercancía diversa que se mueve en el millonario mercado de los centros de reclusión.

“Los huicholes perdieron el control y peligrosamente han permitido que los capos de aquí adentro crezcan”, refiere la carta-denuncia, cuyos autores piden al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa y al secretario de Gobierno, Héctor Serrano, no olvidarse de esos infiernos convertidos en industrias.

Ríspida relación

En el Reclusorio Norte, muchos son los reos que ostentan el poder y la lucha por mantenerlo.

¿Qué pelean? La venta de la droga. “Yuri” en el dormitorio 3. “Rubelino” en el anexo 7. “Tenería” en el anexo 5. “Quique” en el dormitorio 7. “Guaperri” la zona 1 del dormitorio 1 y el “Yanqui”, la zona 3 del mismo.

Como resultados de esas pugnas, el pasado 20 de septiembre se suscitó una riña colectiva que dejó como saldo cuatro muertos (dos adentro del Reclusorio Norte y dos más en el hospital); así como trece “picados”, heridos con objetos punzocortantes.

Como resultado de esa riña colectiva, 160 internos fueron reacomodados entre el viernes, sábado y domingo consecutivos, a diversos reclusorios para disolver los grupos de poder y evitar un segundo pleito.

La magnitud del evento, según cuentan, generó un choque de trenes entre la subsecretaria del Sistema Penitenciario, Mayela Alonso, y su jefe directo, Héctor Serrano, quien en más de una ocasión ha cuestionado los métodos y procedimientos de la funcionaria.

Entre ambos no hay buena relación. Tampoco han logrado formar equipo para hacer frente a las crisis que registran las cárceles. 

“La subsecretaria no respeta jerarquías”, acota una fuente que sabe la ríspida relación entre Mayela y el segundo a bordo de la administración capitalina, Serrano.

El gran boquete entre ambos funcionarios ocurrió con la filtración de la ficha signalética de la maestra Elba Esther Gordillo, que difundieron los medios. Así como una fotografía detrás de las rejas de la exlideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

Debido a que se violaron los derechos de la maestra, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) inició una queja por las violaciones cometidas en contra de Gordillo.

Mientras tanto, al interior del gobierno, la subsecretaria acusó de la acción a personal cercano a Serrano, y éste hizo lo propio con los colaboradores de Mayela. 

Al final, se investigó y sancionó a los servidores públicos que sacaron las fichas del documento que se exhibió en medios impresos y televisión.

Apenas hace dos días, el pasado martes 8 de octubre, detallan fuentes del sistema penitenciario, la subsecretaria Mayela y el secretario de Gobierno, Serrano, tuvieron otra confrontación, pues reporteros que mantienen guardia afuera del reclusorio de Tepepan notificaron al gobierno capitalino que una ambulancia había ingresado para sacar de emergencia a Elba Esther y permitirle acudir a un hospital privado.

Los pequeños capos

A todos estos roces, se suma las crisis propias que se producen por la confrontación de los internos.

El relato escrito a mano por personal del sistema penitenciario abunda en las fallas internas.

Precisan que la principal causa de estas batallas entre capos y grupos es el pleito por las drogas, el poder y el cobro de extorsiones.

Así como se ubican los alias de los internos que pelean poder y espacios en el reclusorio norte, ocurre lo mismo en los otros penales de la ciudad.

En el Reclusorio Sur, por ejemplo, se ubica a “Juan” en el Anexo 7 y 3 que disputa la distribución de la droga. A “Candi” en el dormitorio 7 y al “Tepito” en el dormitorio 3.

En la zona Diamante del Centro Varonil de Reinserción Social (Cevareso), conocido como clave “Oro”, catalogado como de alta seguridad por albergar a presos peligrosos, el pleito por la venta de la droga es un factor que pone en riesgo la estabilidad misma del lugar.

Ahí el “Eibin” vende droga. El “Perro del Oriente”, “Leo”, “Cubano” y “Papirín” pagan a los custodios 15 mil pesos para que los dejen ingresar celulares que utilizan para mantenerse comunicados al exterior y extorsionar.

En el Reclusorio Oriente la pieza de tensión resulta el comandante encargado de la seguridad, Octavio Terán, quien fue el objetivo de los mensajes enviados a través de narcomantas.

En julio pasado se registró afuera del Reclusorio Oriente la explosión de un auto donde fue encontrado una narcomensaje adjudicado al grupo “Nueva Generación”.

Terán, describen en esa carta, tiene diversas y viejas  averiguaciones previas por abuso de autoridad y extorsión ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).

Los resultados oficiales

De acuerdo con el informe de actividades del 5 de diciembre del 2012 al 15 de agosto de 2013, la subsecretaría del Sistema Penitenciario informó que decomisaron mil 702 pastillas roche; 24.57 kilos, 15 envoltorios, 895 carteritas y 7 cigarros de marihuana; 836 gramos, 3 envoltorios y 701 grapas de cocaína; 340.76 litros de solvente, 2 mil 783 puntas y 687 navajas, 5 mil 227 litros de fruta fermentada, 122.66 litros de vino, mil 399 teléfonos celulares, 763 chips para teléfonos celulares, 79 libros de sección amarilla, 378 mil 555 pesos, un arma de fuego y 9 cartuchos.

Además, se realizaron 698 rotaciones de técnicos en Seguridad, 131 puestas a disposición y 39 remociones de personal de estructura, así como el traslado de 207 internos a diferentes Centros Federales del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social.

Buscando un remplazo

Pese a los problemas que enfrenta el gobierno del Distrito Federal, el tema de los reclusorios preocupa.

Y aunque Miguel Ángel Mancera y Héctor Serrano, el funcionario que le sirve de negociador en diferentes frentes, tienen otros muchos problemas qué resolver antes que voltear a las cárceles, desde hace poco más de dos semanas se revisan perfiles de funcionarios que pudieran remplazar a la subsecretaria Mayela.

Algunas voces refieren que el cambio vendrá muy pronto.

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