No hay voluntad política.- CADHAC

La organización Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos (CADHAC) y la Comisión de Justicia del Congreso criticaron la poca voluntad del Gobierno independiente para garantizar la seguridad de los funcionarios penitenciarios.

Además calificaron las actuales condiciones laborales ante signos de autogobierno al interior de las prisiones como un trabajo de alto riesgo para los celadores, psicólogos y licenciados.

Jesús Padilla Jesús Padilla Publicado el
Comparte esta nota

300
Celadores es el capital humano para los penales del Topo Chico, Apodaca y Cadereyta
Un documento en poder de Reporte Indigo revela que funcionarios penitenciarios viven una situación laboral de alerta máxima por el autogobierno que prevalece en el Penal del Topo Chico
“Se llaman los trabajos del terror… Porque no tienen ni el apoyo, herramientas y el suficiente recurso humano para cuidarse entre ellos mismos y mucho menos fuera del área laboral”
Gabriel Tláloc CantúPresidente de la Comisión de Justicia y Seguridad del Congreso
“Si el Gobierno no dice que va garantizar la integridad física y moral de todo su personal, pues cómo les pedimos que cumplan con su trabajo a los celadores”
Hermana Consuelo MoralesPresidenta de CADHAC

La organización Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos (CADHAC) y la Comisión de Justicia del Congreso criticaron la poca voluntad del Gobierno independiente para garantizar la seguridad de los funcionarios penitenciarios.

Además calificaron las actuales condiciones laborales ante signos de autogobierno al interior de las prisiones como un trabajo de alto riesgo para los celadores, psicólogos y licenciados.

La hermana Consuelo Morales, presidenta de la organización Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos (CADHAC), criticó la falta de acción para salvaguardar la vida de los funcionarios penitenciarios.

“Cuídate pero, ¿cómo?, ¿cómo te vas a cuidar?, yo creo que la autoridad, de veras que… no sé donde está parada con tanta vulnerabilidad de los mandos medios para abajo, pero si el Gobierno no dice que va garantizar la integridad física y moral de todo su personal, pues cómo les pedimos que cumplan con su trabajo a los celadores.

“El que tiene que cumplir es el Estado, el Estado tiene que garantizar las condiciones de seguridad no solo a los internos, también al personal, si no les dotan la seguridad necesaria y el número de personas para poder protegerse entre todos, pues ¿cómo le pueden hacer?”, dijo la hermana.

Agregó que hoy en día en el Penal del Topo Chico no existen condiciones de seguridad para los trabajadores penitenciarios, y lo consideró como una situación muy grave. 

“No hay condiciones de seguridad, la misma gente está arriesgando su vida, tanto los trabajadores sociales, psicólogos y celadores, la cantidad de celadores que debe tener no la tienen.

“Hay una falta muy seria por parte de la autoridad para contratar más elementos para brindar mayor seguridad, no es la primera vez que matan a un celador o un reo, si no hay voluntad política no se puede hacer nada, así de fácil”, señaló Morales.

Añadió que el Sistema de Administración Penitenciaria, a cargo de la comisaria Rosa Manuela Félix Valle, ha fallado en mantener el control del Penal del Topo Chico.  

“Mientras el Estado no asuma su responsabilidad de proteger la integridad física y emocional de quienes están recluidos en los centros penitenciarios, esto no va funcionar.

“Esto evidencia que la parte de la administración penitenciaria no está funcionado, y claro que la administración penitenciaria sabe lo que está pasando”, concluyó la hermana.

Celadores: trabajos del terror

El presidente de la Comisión de Justicia y Seguridad del Congreso, Gabriel Tláloc Cantú, dijo que la falta de seguridad para el personal penitenciario solo evidencia que el Gobierno independiente no tiene interés en solucionar el problema en el Penal del Topo Chico.  

“Se llaman los trabajos del terror… debe ser alguna situación sumamente de inmensa necesidad para que una persona, en su sano juicio, pueda trabajar en una condición como esa, se requiere estar loco.

“Porque no tienen ni el apoyo, herramientas y el suficiente recurso humano para cuidarse entre ellos mismos y mucho menos fuera del área laboral. Tiene que mejorar… ahorita, a como están trabajando los custodios, pareciera que sólo están de adorno”, dijo el legislador.

Criticó la falta de un plan de seguridad en el manejo no sólo del Penal del Topo Chico, también del Penal de Cadereyta y el Penal de Apodaca en Nuevo León.

“Definitivamente es una pésima administración y el Gobierno está nadando de muertito, no se ha hecho nada, solamente cambiaron una cabeza, y tanto la directora de los centros penitenciarios (Rosa Manuela Félix Valle), como el secretario de Seguridad Pública (el general Arturo González) han brillado por su ausencia.

“Ni le conocemos la voz, ni la imagen y ni conocemos los planes en el tema del manejo de los centros penitenciarios”, dijo el diputado priista.  

Un documento en poder de Reporte Indigo revela que funcionarios penitenciarios viven una situación laboral de alerta máxima por el autogobierno que prevalece hoy en día en el Penal del Topo Chico, ocasionando que hasta los empleados cambiaran sus hábitos de vida.

La amenaza de la delincuencia organizada contra funcionarios penitenciarios ha cambiado por completo la vida de los trabajadores, quienes tuvieron que modificar sus rutas de traslado y hasta no hablar con personas desconocidas.

Celadores, psicólogos y licenciados de los tres centros penitenciarios de Nuevo León recibieron recomendaciones para proteger sus vidas.

Déficit de custodios

Fuentes penitenciaras revelaron que actualmente se tiene un déficit de custodios en las tres cárceles de Nuevo León, por lo que las convierte en prisiones vulnerables de cualquier acto de violencia entre internos.

Se informó que se tiene un capital humano de 300 celadores para el Penal del Topo Chico, Apodada y Cadereyta, es decir, hay 100 elementos para cada prisión, pero si hay tres turnos, pues tocarán 33 celadores en cada cárcel.

“¿Qué pueden hacer los celadores ante una población promedio de mil 200 reos?, pues no pueden hacer nada”, dijo una fuente.

Agregó que aún se continúan aplicando actos de corrupción y desvío de recursos.

“La comida entraba por una puerta y salía por otra, entonces hay una gran corruptela, hay una gran desatención y complacencia de que siga la delincuencia trabajando, y que definitivamente está llegando a niveles muy serios”, dijo el informante.

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil