El polémico museo de Mauricio
La Milarca, la colección de arte y piezas paleontológicas de Mauricio Fernández, alcalde de San Pedro, comenzó su proceso de traslado, primero a otra propiedad y luego al museo que se construirá en el Parque Rufino Tamayo, obra que ha generado inconformidad entre los ciudadanos del municipio
Gibrán ZafraLa Milarca cambia de sede temporalmente, con miras a que en el 2021 se encuentre totalmente instalada en un museo ubicado en el Parque Rufino Tamayo en Valle Oriente, en San Pedro Garza García, el cual será la réplica de la casa del alcalde Mauricio Fernández Garza. La obra ha levantado inconformidades.
El tres veces edil de uno de los municipios más ricos de América Latina, cuenta con una de las colecciones más grandes del mundo. Entre obras de paleontología, arte moderno y mexicano, objetos con un costo invaluable y piezas que son parte importante de la historia del mundo, el polémico político trasladará ese acervo a un lugar público, para que los ciudadanos que deseen puedan acudir a visitarlo.
De ahí parte la controversia en la que se ha inmiscuido Fernández. Sus detractores, organizaciones civiles como Pro Montaña y Commix, han argumentado que lo que pretende el todavía alcalde es ahorrarse el mantenimiento del enorme acervo de obras de arte, disfrazarlo de filantropía y hacerle el cargo al erario del municipio.
El proyecto radica en construir en el Parque Rufino Tamayo un museo que albergue las obras del alcalde, la construcción tardará cerca de tres años, por lo que se espera que su apertura se dé en el 2021, recinto que estará a cargo del municipio de San Pedro Garza García.
Las organizaciones han expuesto su disgusto por las maniobras del alcalde. Han argumentado que el proyecto pretende que la autoridad se hagan cargo del mantenimiento, seguro de los bienes privados, en los cuales se han invertido varios millones de dólares.
Aunque Mauricio Fernández ha dicho que él, con sus recursos, se hará cargo de la mitad de la obra y la otra mitad el municipio, varios ciudadanos ven con malos ojos en lo que han llegado a denominar como desvíos de recursos, por lo hermético que se ha manejado el tema.
Aunado a eso el Colegio de Arquitectos de Nuevo León y la Academia Nacional de Arquitectura Capítulo Monterrey han protagonizado un enfrentamiento contra el proyecto que promueve el excéntrico alcalde, quien ha coleccionado las piezas por más de 50 años y entre las cuales cuenta con una cabeza de un dinosaurio t-rex -con más de 90 millones de años- así como una testa de una especie triceratops.
También se incluye una espada de Hernán Cortés, ollas que pertenecieron la familia Habsburgo, obras de Diego Rivera, Francisco Toledo, José Clemente Orozco y David Adolfo Siqueiros, entre otros, así como la primera pintura de Frida Kahlo. Además de la colección de monedas antiguas mexicanas más grande del mundo.
Los expertos en arquitectura argumentan que el proyecto que se construirá en un lugar público, como lo es el parque Rufino Tamayo, debió ser sometido a consulta a la ciudadanía.
Ante los cuestionamientos, el alcalde Fernández respondió que es una obra técnica por lo que no se necesita ni la opinión ni el asesoramiento de los arquitectos. El proyecto, que se ha llevado con hermetismo, será la réplica de la casa del alcalde que se encuentra en una zona exclusiva de San Pedro Garza García.
En marzo pasado el colegio y la academia solicitaron al municipio una consulta sobre la factibilidad del proyecto, pero tras una reunión con Mauricio Farah, secretario de Ayuntamiento, denunciaron que no se les dio la información suficiente para dar una evaluación de lo que implica la obra impulsada por Fernández Garza.
Una de las acusaciones es que se están escondiendo detalles de la importante obra, y según la opinión de los expertos en el tema se debería construir en otro sitio, porque lo que se debe priorizar en San Pedro son las áreas verdes, además de que las autoridades deberían de hacer públicos los estudios de movilidad y de impacto ambiental de la construcción además de que se debería poner a concurso para ver la mejor propuesta.
Ante la inconformidad, el alcalde ha dicho que el tema de la arquitectura y la ubicación no está a discusión, ya que argumentó que hay techos españoles y policromados que pertenecieron a las épocas entre los siglos XIV y XVI y cuyo tamaño no se puede modificar.
Mauricio Fernández trasladará temporalmente parte de las obras a la casa que pertenecía a su madre Margarita Garza Sada, la cual compró a sus hermanos, para luego dependiendo del avance de la construcción del museo se irán llevando al lugar. La curaduría correrá a cargo de Miguel Ángel Fernández.
Una zona de riesgo
Grupos ambientalistas han advertido que el plan de construir el polémico museo en el parque Rufino Tamayo es un riesgo, ya que la zona se encuentra en un lugar de riesgo, donde cruza el arroyo San Agustín, por lo que en caso de lluvias torrenciales podrían darse inundaciones.
Además se ha recordado que en 2002, el mismo Fernández Garza decretó el lugar como un área natural protegida, lo que supuestamente significa que no se puede modificar.
Se ha recordado que en el 2010, cuando el huracán Álex golpeó a Nuevo León, hubo afectaciones en esa zona, por lo que tanto el museo como las obras que pretende trasladar el alcalde se encontrarían en riesgo de ser afectadas.
Originalmente la colección de La Milarca fue resguardada en la mansión que Fernández Garza construyó a lo largo de los años en lo alto de Chipinque, una de las zonas exclusivas de San Pedro Garza García, una propiedad de casi cuatro hectáreas y la cual, según palabras del alcalde, deja porque se encuentra a nombre de su exesposa Norma Zambrano y la cual le cederá.
Gran acervo
>Uno de los techos tipo mudejar que se encuentran en la casa.
>Ejemplar de palma con más de 100 millones de años
>Una de las pinturas más importantes de Diego Rivera.