La figura de Andrés Manuel López Obrador era “una burbuja” que subió durante mucho tiempo hasta que llegó a la cima. “Morena está reconociendo que no puede depender solo de Andrés Manuel López Obrador, la elección del 2021 tanto a nivel local como federal enfrenta ya un desgaste por parte de Morena en el Gobierno. Morena, sin duda, va a perder votos y va a perder diputaciones. Se va a desinflar, y en ese sentido el llamado a las alianzas es un reconocimiento de esta situación y tratar de no perder tantos votos, tantos espacios”, explica Juan Carlos Montero, profesor de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey en el Campus Monterrey.
Afirma que Morena no tiene el mismo impulso que en las elecciones de hace dos años.
Sobre las alianzas, asegura que son más por un sentido práctico que ideológico y ello trae consigo la pérdida de espacios y el choque frontal entre integrantes de los partidos políticos que las integran.
“Para ganar, sí son buenas las alianzas. Pero ideológicamente no. El ejemplo más claro lo podemos ver en lo que pasó con el Partido Encuentro Social (PES), justamente las diferencias ideológicas los llevaron a enfrentarse en distintos lugares, aquí en Nuevo León hubo fuertes discusiones por temas como matrimonio igualitario y llevó a la expulsión de personas del PES que se habían registrado por Morena”, apunta.
El académico indica que estos choques ideológicos hacen que las alianzas no sean buenas a la hora de gobernar.
Sobre la unión con el Partido Verde, asegura que el ecologista ha tenido una excelente estrategia desde hace 20 años porque ha sabido siempre con quién aliarse.
“A mí me parece que Morena está pagando un favor, el apoyo legislativo que le dio el Verde en esta Legislatura 2018-2021 y yo creo que el que gana más con esa alianza es el PVEM”, comenta el experto.
Dice que en este momento Mario Delgado tiene que enfocarse en la unidad de Morena para poder salir bien librado ante la gran responsabilidad que representa tener al partido más grande rumbo a unas elecciones.
Mario Delgado tiene que enfocarse en la unidad de Morena para poder salir bien librado ante la gran responsabilidad que representa liderar al partido en el poder rumbo a las elecciones más grandes de la historia de México
“Estamos en un escenario de preconflicto porque las tribus se las llevaron (del PRD a Morena), las tribus ahí están, con un comportamiento agresivo y primitivo, pero si Mario Delgado hoy tiene la capacidad de incluir va a desactivar esos conflictos, si no, si se cierra y busca concentrar el poder para su propio grupo, ahí vamos a ver que hasta fracturas puede haber”, detalla el integrante del Sistema Nacional de Investigadores.
Sumar adeptos, prioridad de Morena
El escenario electoral que se perfila será una batalla campal. Por lo que Mario Delgado ya inició los procesos para captar la mayor cantidad de adeptos con miras a salir bien librado en 2021.
Por lo tanto hay partidos que suma Morena por un cálculo político pese a que sabe que ideológicamente no son compatibles, como el caso del Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
“Morena no quiere soltar los partidos que le puedan sumar. Creo que va por ahí. En temas ideológicos la verdad es que se ha diluido muchísimo en México el sistema de partidos, y en ese sentido Morena cuando inició la campaña en 2018 abrió las puertas a que llegaran candidatos de todos lados”, explica el experto.
La nueva dirigencia tiene como su gran trabajo la “operación cicatriz” tanto en el discurso como en la parte político-electoral, con miras a afrontar las siguientes elecciones en las que estará a prueba la unidad de Morena ante la falta de una figura como la de Andrés Manuel López Obrador.
“Mario Delgado en su carrera profesional tiene una prueba de fuego importante, dirigir un partido que viene dividido. Quedó claro el ADN de las izquierdas mexicanas impregnado en Morena porque el PRD y sus antiguas tribus se vinieron a heredar en estas nuevas facciones o grupos -que nadie los ha llamado tribus-, pero en términos prácticos estamos viendo lo mismo”, expresa.
Parte de la razón por la que la nueva dirigencia hace este llamado para aliarse está relacionado con mantener a flote al instituto político ante la posible división que se avecina con miras al próximo proceso electoral.