Por un Plan Nacional de Danza
La comunidad dancística en México alza la voz y le exige al Gobierno federal mejores condiciones para ejercer una profesión que ayuda al fortalecimiento de la identidad cultural del país; la bailarina Elisa Carrillo asegura que con un mayor presupuesto y con trabajo constante México destacaría más dentro de este arte
José Pablo Espíndola y Fernanda MuñozDos de los mejores bailarines del mundo son mexicanos: Elisa Carrillo e Isaac Hernández, ambos han ganado el máximo galardón que se puede obtener en el mundo del ballet, el Premio Benois de la Danse, otorgado por la Asociación Internacional de la Danza.
Sin embargo, esos dos casos de éxito a nivel mundial, que ponen el nombre de México en alto, no representan la situación que se vive en el país con relación a esta disciplina, ya que las condiciones para desarrollarse no son las más adecuadas y falta mucho trabajo por hacer.
Expertos opinan que es necesario un cambio de fondo en las políticas públicas culturales para la creación de un Plan Nacional de Danza que permita mejorar los organismos, planes, programas y perfiles de representantes y funcionarios públicos.
Cuauhtémoc Nájera Ruiz, director de la Compañía Nacional de Danza (CND), asegura que México siempre ha destacado en la danza, porque ha tenido coreógrafos importantes como Guillermo Arriaga y Guillermina Bravo, pero también bailarines de talla internacional como Jorge Cano.
“No creo que sea algo nuevo que los bailarines mexicanos estén destacando, me parece realmente muy importante que ahora se le esté dando una difusión tan fuerte a los últimos éxitos obtenidos por Isaac y Elisa, que además ellos lo han ganado con un trabajo fantástico, pero me parece que por muchos años, mexicanos han destacado a nivel internacional”, opina Nájera.
Para él, México es un semillero de talento, porque es un pueblo danzante que trae esta disciplina dentro desde antes de que llegaran los españoles. Por lo que Considera que es una lástima que no se reconozca como tal y algo fundamental.
Además, el director de la CND considera que desafortunadamente en el país no se ha logrado que la gente que se dedica a la danza tenga una estabilidad laboral y económica; algo importante en lo que se debe trabajar.
Si bien el Estado mexicano siempre ha estado comprometido con la cultura y el arte, según Cuauhtémoc, por lo menos desde la Revolución, porque siempre ha sido su principal impulsor, no ha sido suficiente, por lo que ahora, considera que el gobierno tiene la responsabilidad de seguir impulsando y de buscar soluciones hasta llegar al punto ideal.
Por su parte, Elisa Carrillo dice que México no es un país que inmediatamente esté conectado con la danza clásica, pero sí con la danza folclórica y con todas sus tradiciones, pero agradece tener la oportunidad, “la bendición”, de ser una de las mexicanas que está ayudando a que eso cambie, que se sepa que hay talento, que existe una compañía y que hay escuelas profesionales.
“Esto va a tomar tiempo, un cambio no se da de la noche a la mañana, ni en meses ni en un año, va a tomar bastante tiempo, porque es todo un proceso; pero tenemos una estrategia de empezar a traer coreógrafos, gente nueva y nuevas coreografías.
“También de impulsar a mexicanos y de esta manera que haya un intercambio, una plataforma por la cual los artistas de la CND puedan tener más contacto con la gente del extranjero, y que ellos puedan venir para que exista una proyección internacional”, asegura la primera bailarina del Staatsballett Berlín.
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La voz de la comunidad dancística
La necesidad de contribuir a generar un cambio a fondo en la política pública cultural, específicamente en el ámbito dancístico, motivó a un grupo de gestores e investigadores a realizar una consulta que recogiera el sentir del gremio.
Este grupo de gestores, encabezados por Erandi Fajardo Robledo, Laurencia Strada López y Javier Contreras Villaseñor, quiso darle voz a todos los involucrados en el arte del cuerpo en movimiento para generar un termómetro de lo que está aconteciendo y así tener una base para generar un Plan Nacional de Danza que permita mejorar los organismos, planes y programas; perfiles de representantes y funcionarios públicos relacionados con esta disciplina.
A la consulta respondieron 690 personas con distintos perfiles profesionales en danza; participaron interesados de 206 ciudades y de los 32 estados de la República Mexicana.
“Nos hemos dado cuenta de las condiciones en las que se encuentran los artistas, los emprendimientos, y consideramos que era oportuno evidenciar esas condiciones y ponerles sobre la mesa esa información a quienes diseñan políticas públicas.
“Nos preocupaba que fueran hechas desde el escritorio con algunos especialistas sin considerar las dimensiones nacionales que tienen algunas problemáticas”, explica Erandi Fajardo Robledo, gestora y promotora cultural desde hace 20 años.
Por eso decidieron realizar la “Consulta para el Plan Nacional de Danza. El consenso pendiente”, de alguna manera colegiada, donde se dieron cuenta que es larga la lista de inquietudes, preocupaciones y propuestas; sin embargo, la mayoría coincidió en evidenciar seis situaciones urgentes por atender, las cuales son ineludibles en el diseño de una política cultural eficaz.
A lo anterior se suma la petición de un inminente ejercicio de transparencia de quienes dirigen y administran las instituciones y los programas culturales.
Otro foco rojo para los encuestados es la implementación de leyes, acuerdos y convenios que posibiliten condiciones dignas de trabajo, contemplando el derecho a la seguridad médica, vivienda, préstamos y jubilación.
“Hablamos de situaciones laborales en tanto que no hay una contratación permanente, son eventuales, donde las condiciones no permiten que cuando termines tu trabajo se te pague, sino que tengas que esperar un año o más; entonces, con acuerdos se podrían mejorar las condiciones laborales pensando también en la situación médica, en la posibilidad de vivienda, de préstamos y de jubilación”, explica Fajardo.
El coreógrafo Jaime Camarena opina que México podría implementar lo que ocurre en Finlandia, donde los bailarines de su compañía nacional van ahorrando un fondo de jubilación y pueden elegir cobrarlo íntegramente o pedir que les paguen unos estudios secundarios.
“Les permite un segundo aire. Yo creo que es importante para nosotros tener seguro médico y un fondo de jubilación”.
La tercera inquietud es la integración del baile como materia en todos los niveles educativos y un programa de fortalecimiento de la identidad cultural desde la danza a nivel nacional.
Otra petición es la generación de empleo y diseño de estrategias que posibiliten la sustentabilidad económica de quienes ejercen una profesión en este arte.
Finalmente, los participantes hacen un llamado a la simplificación de trámites burocráticos, contratos de trabajo de acuerdo con los servicios que ofrecen los artistas y trabajadores de la cultura, y cumplimiento de pagos y retribuciones económicas en tiempo y forma.
Los resultados de este ejercicio fueron entregados a las autoridades responsables de la cultura en México.
“Tuvimos una respuesta buena por parte de Lucina Jiménez, actual directora del INBAL. Le presentamos a ella el proyecto antes de que tomara posesión del cargo, ahora le presentamos los resultados y hemos tenido dos reuniones con ella y con Nina Serratos, coordinadora Nacional de Danza, para generar ejes de trabajo”, comenta Erandi.
La bailarina y coreógrafa de danza contemporánea mexicana Cecilia Lugo le comentó a Reporte Índigo que actualmente se está trabajando un proyecto “muy valioso” que se dará a conocer el 19 de junio en una rueda de prensa.
Erandi Fajardo afirma que dedicarse al mundo de la danza en México es muy difícil, es como una carrera de obstáculos y de superar las adversidades, por lo que resolver las seis situaciones urgentes que encontró la “Consulta para el Plan Nacional de Danza. El consenso pendiente” es urgente.
“Una facilidad que tiene Elisa Carrillo, así como otros bailarines, es que poseen capital cultural y también económico, es decir, si tienes una familia con sentido de que lo que aporta la danza es significativo y además tiene los recursos, vamos a tener personas como ellos, pero no es la mayoría del país, no es el caso de todos los que se quieren dedicar a la danza en diferentes niveles. Por eso nos interesa que haya un plan nacional con una visión amplia para que el desarrolla nacional de la danza se pueda dar”, argumenta Fajardo.
Educación, la columna vertebral
Todas las sociedades del mundo necesitan mejorar algo en particular, los mexicanos, por ejemplo, deben poner más atención en su educación, en el respeto que tienen hacia los gustos y creencias del otro.
En la danza, muchos bailarines y bailarinas se sienten señalados por la sociedad, pues les aseguran que su carrera, a pesar de que es parte fundamental del arte del país, es insignificante para el desarrollo del mismo.
“Yo batallé mucho, y aunque mi mamá, que también fue bailarina me apoyó y me llevaba a las audiciones, siempre está la pregunta de ‘sí, eres bailarín, pero ¿qué vas a estudiar en serio?’ O ‘Ya terminaste tu carrera de bailarín y ¿ahora qué vas a estudiar?’. La gente cree que uno no puede vivir de esto”, confiesa Michelle Cutri, bailarina de la Compañía Nacional de Danza (CND).
En ese sentido, Cutri agrega que, además de que es esencial la presencia del arte en las escuelas, también los padres de los niños deben inculcarles que la expresión artística no es algo negativo, sino algo enriquecedor.
“Sería muy bello que los papás llevaran a sus hijos al teatro y a ver ballet para que todos tengan posibilidad de estar más cerca del arte y tengan al menos el conocimiento de lo que es, y tal vez a uno que otro se les escuche decir ‘yo quiero hacer esto’ sin ser criticados”, dice la bailarina.
Por su parte, Elisa Carillo considera que la danza es algo esencial que debe acercársele a cualquier persona, porque señala, es algo muy sano y maravilloso que ayuda a conocer el cuerpo y a expresar con él lo que sientes. Además, coincide con sus colegas en que los padres son el principal motor de los próximos bailarines de México.
“Le diría a los padres que apoyen a sus hijos, que los dejen volar; hay niños que tienen ese deseo y que las familias no los apoyan porque piensan que una carrera artística es una carrera donde nunca van a ser triunfadores y creo que lo más importante es darles la oportunidad de que se acerquen, que no tengan miedo de conocer el mundo maravilloso de las artes y que apoyen la cultura, porque es algo que a la humanidad nos puede rescatar de muchas cosas negativas”, señala Carrillo.
La coreógrafa Cecilia Lugo sostiene que México no está posicionado entre los países más importantes de la danza porque la ignorancia y la falta de conocimiento de la gente lo detiene.
Recalca que, aunque muy pocos funcionarios le han apostado al arte, se necesita que a nivel Legislativo y Ejecutivo la danza esté posicionada como un tema importante para el desarrollo de las sociedades.
Por lo que una de las solicitudes que aparece como resultado de la “Consulta para el Plan Nacional de Danza. El consenso pendiente” es la integración de la danza como materia en todos los niveles educativos y un programa de fortalecimiento a la identidad cultural desde el baile a nivel nacional.
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Reducción de presupuesto, la amenaza
Al inicio del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, el presupuesto económico que iba dirigido a diferentes instituciones se ordenó reducir, con el propósito de, supuestamente, beneficiar a la sociedad mexicana; sin embargo, los integrantes de diferentes sectores expusieron su inconformidad, como los que representan a la danza en el país.
Jesusa Rodríguez, senadora por el partido de Morena, ha sido uno de los principales personajes políticos que han aplaudido la reducción de apoyos económicos a instancias culturales, postura que no ha sido del agrado de muchos.
“Las becas del Fonca deberían desaparecer, y así lo pienso desde siempre”, sentenció la morenista un par de meses después de que aseguró, vías redes sociales, que la reducción del 16 por ciento del presupuesto al sector cultural no tenía importancia.
“A los senadores y legisladores que piensan que reducir los presupuestos al arte es buena idea, los deberían correr, los deberían de destituir porque no tienen memoria. Me parece que lanzar este tipo de comentarios tan elementales es una especie de traición a la patria, de verdad, así lo siento”, dice al respecto la coreógrafa Cecilia Lugo.
En entrevista con Reporte Índigo, Lugo asegura que lo dicho por la senadora Jesusa es inconcebible pues, para ella, un funcionario que fue elegido por la sociedad no debe emitir el discurso que la morenista ha estado lanzando en el Senado o en sus redes sociales.
El también coreógrafo Jaime Camarena comenta que lo primero que él haría para mejorar la danza en el país sería “callar a la senadora Jesus Rodríguez”, porque confiesa que el tema de reducir el presupuesto conlleva una serie de factores bastante complejos como para que sean menospreciados por alguien una legisladora como ella.
Por otra parte, Camarena señala que si la propuesta gubernamental es que el sector cultural voltee más hacia la iniciativa privada, considera que el gobierno debería otorgarle mayores beneficios fiscales a dicha iniciativa para que invierta en artes escénicas.
“Si ese es el nuevo camino, la nueva administración debería señalarlo de manera más clara, no como lo están haciendo”.
Cecilia Lugo recalca que los que votaron por la 4T, como ella, se sienten muy tristes y desilusionados por sus representantes, ya que actos como la reducción del presupuesto los está haciendo dudar sobre su decisión electoral.
“Las esperanzas y las ilusiones se están desmoronando con estas posiciones tan radicales y fuera de la realidad”.