Gracias a la reforma política electoral del 2014, el nuevo Presidente de la República tomará posesión el 1 de diciembre del 2018, pero terminará su encargo el 30 de septiembre del 2024.
Es decir, estará dos meses menos en el cargo que sus antecesores.
A partir del 2024, los presidentes mexicanos tomarán protesta el 1 de octubre y dejarán el cargo el 30 de septiembre.
La intención de cambiar el periodo de mandato de los presidentes fue acortar el periodo de transición, que actualmente es de 5 meses (de la elección en julio a la toma de protesta en diciembre), lo que provoca un conflicto “de autoridad”.
“El plazo de cinco meses que actualmente opera como periodo de transición es excesivo y la existencia de un presidente constitucional saliente y un presidente electo, puede provocar el deterioro de la autoridad del Poder Ejecutivo en esos meses.
“La reducción de dicho periodo generaría una transmisión más dinámica entre la fecha de los comicios, la declaratoria de presidente electo y la etapa de entrega-recepción y la toma de protesta del nuevo titular del Poder Ejecutivo Federal”, argumentaron los legisladores en la reforma político electoral.
Además de disminuir el periodo de transición, la intención de mover la fecha de toma de protesta del Ejecutivo es darle más tiempo para que pueda redactar y entregar su propuesta de Paquete Económico.
Hoy día el año en que es electo, el presidente de la República toma protesta el 1 de diciembre, entrega el Paquete Económico el 15 de diciembre y debe aprobarse a más tardar el 31 de diciembre.
Con el cambio, el Ejecutivo tomará protesta el 1 de octubre del 2024, deberá entregar el Paquete Económico a más tardar el 15 de noviembre; y se aprobará el 31 de diciembre.