La titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Olga Sánchez Cordero, adelantó que México adoptará una política migratoria humanitaria en caso de que el gobierno de Estados Unidos decida regresar a cerca de mil migrantes centroamericanos a territorio nacional.
Tras asistir a la primera sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, Sánchez Cordero, reconoció que los refugiados del centro del continente gozarán de una política similar a la que se ofrece a los connacionales.
En meses anteriores México vivió el tránsito de sendas caravanas de personas originarias de El Salvador, Nicaragua, Venezuela, Guatemala y otros países que huyen de situaciones de violencia, inseguridad, hambre, desempleo, con la intención de cruzar la frontera mexicana hacia la Unión Americana y solicitar asilo político.
Sin embargo el gobierno de Donald Trump implementó diversas medidas para dilatar el proceso de asilo político con el objetivo de no admitirlos, pero dichas nuevas reglas son solo un endurecimiento a su política migratoria.
A pesar de que México rechazó ser un tercer país seguro para los migrantes, comenzó el reparto de tarjetas humanitarias para que los refugiados centroamericanos tengan derechos como servicios de salud, agua, alimentación y empleo, incluso para tener un control sobre el origen de las personas que llegan al país.