Mauricio Fernández retomará la estafeta de un municipio afectado por la inseguridad y con importantes problemas en el área de desarrollo urbano.
Pero las deficiencias de San Pedro que darán la bienvenida al futuro alcalde no son nuevas. Incluso, algunas nacieron desde su anterior mandato.
El municipio con mayor ingreso per cápita en el país enfrenta problemas sin resolver desde que Fernández lo administró, de 2009 a 2012.
Durante su anterior gobierno se enfrentó a la amenaza de la inseguridad, a la que combatió de manera polémica, utilizando incluso el famoso “Grupo Rudo”.
Este Grupo fue integrado por algunos personajes acusados de actos delictivos y de tener nexos con miembros de cárteles delictivos.
Aunque fue cuestionado y puesto en evidencia, Fernández acaba de ser elegido nuevamente como alcalde por más del 50 por ciento del padrón electoral municipal.
Se espera que cuando tomeprotesta en el mes de octubre encontrará a la seguridad en un estado de fragilidad.
Las situaciones de inseguridad y detenciones de importantes capos del crimen organizado han dejado al descubierto la vulnerabilidad en la que se encuentra el municipio calificado comunmente como próspero.
Ejecutados al alza y pérdida de confianza
Aunque se vivió un periodo de aparente calma, en las últimas semanas la tensión volvió al municipio.
La noche del martes 14 de julio fue atacado a balazos un supervisor de Tránsito, justo a unos metros del cuartel de la zona oriente de la corporación municipal, conocido como C2.
El 26 de marzo de este año fue detenido “El Charly”, tras una serie de cateos en sectores exclusivos.
“El Charly” era el jefe operativo del Cártel de los Beltrán Leyva en dicho municipio.
Tan sólo tres semanas antes habían arrestado en la colonia Fuentes del Valle a Omar Treviño Morales, “Z-42”, líder del Cártel de Los Zetas.
El forcejeo entre los principales cárteles de la droga en esa parte del área metropolitana de Monterrey ha dejado en evidencia la crisis en seguridad.
En el mes de mayo tomó protesta como secretario de seguridad Marcial Herrera, y unos días después arribó como coordinador de protocolos de policías y tránsitos el capitán militar Omar Coronel Vargas.
La Administración sampetrina dio a conocer el cese de 20 elementos de policía el 18 de junio, argumentando que no pasaron las pruebas de confianza.
El domingo 21 fueron tirados tres cuerpos sin vida en diversos puntos de esta ciudad. Uno de ellos fue abandonado en calles de la colonia Del Valle, a unos metros de la casa de la madre del secretario de seguridad.
El alcalde Ugo Ruiz, Fuerza Civil y el Ejército prometieron que elevarían el patrullaje en San Pedro.
Ante estos hechos, la percepción de inseguridad se mantiene intermitente en el municipio que alguna vez prometió ser el más seguro.
El caos del desarrollo
Otro compromiso de Ruiz que quedará en el tintero es el control del desarrollo urbano y la vialidad.
En los últimos años se han acrecentado los conflictos viales a causa de la gran cantidad de desarrollos autorizados.
Las violaciones a las disposiciones en el reglamento de construcción han sido un problema constante en San Pedro y el Ayuntamiento se ha visto enfrascado en batallas legales.
El munícipe les quedará a deber a los ciudadanos, al no aportar una solución a este conflicto.
A su llegada, Ugo Ruiz se encontró con la problemática de que, a pesar de las evidentes violaciones en los límites de construcción de algunos edificios, su antecesor Mauricio Fernández autorizó el desarrollo.
Ruiz emprendió una guerra contra los desarrolladores de la Torre Tanarah porque la construcción excedía los límites de altura; aunque no lo hizo así con al menos otros ocho edificios que también violan las normas.
A finales del 2013 Ugo instaló la Mesa de la Justicia de Desarrollo Urbano, con el propósito de invitar a los desarrolladores que violan el Reglamento a que se acerquen para solucionar su caso.
El caso de Tanarah es la punta del iceberg entre los problemas de desarrollo urbano que se han heredado en cada Administración sampetrina.
En este rubro, el panorama es desalentador ante la llegada de Fernández, quien se ha distinguido por autorizar este tipo de desarrollos.
San Pedro se ha convertido en el municipio con más población flotante en el área metropolitana, con ciudadanos que acuden a trabajar y estudiar ahí.
Y sus calles, antes amplias y transitables, lucen constantemente inundadas de vehículos que colapsan la mayoría de las arterias viales.