‘¿Quién le dio mis datos?’
Oralia Torres y su familia recibieron llamadas con sondeos tendenciosos y con la presunta grabación de la pelea entre un candidato a gobernador y su esposa.
“Fueron tres encuestas al teléfono de mi oficina. A mi celular nunca llegó nada, pero al de mi papá le llegó al buzón de voz una grabación mal hecha”, explica la regia.
El periodo de campañas estuvo plagado de anécdotas similares entre los electores.
A la casa de Fernando Ascencio, quien vive en Guadalupe, llegaron paquetes con la propaganda de un partido, al que no está afiliado.
Pedro Pablo Cortés
Oralia Torres y su familia recibieron llamadas con sondeos tendenciosos y con la presunta grabación de la pelea entre un candidato a gobernador y su esposa.
“Fueron tres encuestas al teléfono de mi oficina. A mi celular nunca llegó nada, pero al de mi papá le llegó al buzón de voz una grabación mal hecha”, explica la regia.
El periodo de campañas estuvo plagado de anécdotas similares entre los electores.
A la casa de Fernando Ascencio, quien vive en Guadalupe, llegaron paquetes con la propaganda de un partido, al que no está afiliado.
“Primero llegó la mochila, a la semana los boletos de cine, y cada semana iban enviando algo. No te dan el kit completo a la primera, fue un periodo de un mes en el que nos llegó todo”, relata.
A Daniel Hernández, de Monterrey, le tocó de todo: un partido le envió una carta, tarjetas de descuento y boletos de cine a su domicilio, recibió llamadas en contra de un candidato a gobernador y mensajes de texto a favor de un político independiente.
“Jamás he dado mi dirección ni teléfono a ningún partido político”, afirma.
En estas campañas destacaron este tipo de denuncias, en las que ciudadanos se quejan de recibir propaganda política sin haber compartido sus datos personales.
Especialistas entrevistados por Reporte Indigo explican que los partidos políticos obtienen los datos personales de forma legal, pero que es incorrecto usar esa información con fines de propaganda sin el consentimiento expreso de la persona.
Además, advierten que la legislación de datos personales aún es ambigua, por lo que resulta difícil que una queja o denuncia derive en una sanción.
El INE pasa los datos
Jesús Flores, titular del Instituto Coahuilense del Acceso a la Información (ICAI), expone que el Instituto Nacional Electoral (INE) pasa a los partidos los datos del padrón electoral, que por lo general incluyen teléfono y dirección.
“El caso de muchos partidos políticos es que cuentan con el padrón electoral que les otorga el INE, y hacen uso de él, y a lo mejor a veces se exceden en el uso de estos documentos o padrones de datos”, dice Flores.
“En este tipo de casos sí debe haber una restricción por parte del INE para el uso de los datos personales, tiene que existir consentimiento por parte de los particulares para que se vaya realizando esa transferencia de datos a terceras personas.
“Porque luego terminan en call centers que ya al final de cuentas no es ni el partido ni el candidato”, detalla Flores.
El analista asegura que los datos también se obtienen por filtros de empresas privadas, por la información del directorio de Telmex, brechas de seguridad de organismos públicos y hasta por personas que se encargan de vender bases de datos.
Aunque en Coahuila tienen la legislación más avanzada en materia de transparencia, el especialista dice que aún falta mucho por hacer, pues la Ley General de Protección de Datos Personales está congelada en la Cámara de Diputados.
Leyes ambiguas
Rodrigo Santisteban, presidente de Control de Datos e Información, despacho legal para la protección de datos personales, asevera que hay una laguna legislativa.
“Actualmente en México tenemos una ley muy fuerte para el sector privado, que es La Ley Federal de Datos Personales en Posesión de Particulares, pero para el sector público estamos en una cierta forma en una ambigüedad”, informa.
“Le pedimos más al sector privado, en seguridad, consentimiento, etcétera, y el sector público, que es realmente el que tiene un gran grosor de nuestros datos personales, se encuentra en un estado de ambigüedad”.
El jurista explica que, mientras una empresa que incurra en mal uso de datos personales puede estar sujeta a una multa de 6 mil a 40 millones de pesos, los organismos públicos sólo reciben amonestaciones y sanciones administrativas.
Aun así, indica que no existe justificación legal para que los partidos usen datos personales con fines proselitistas.
“La utilización de los datos personales con esta finalidad, de propaganda o de publicidad, ya sea que nos manden correos electrónicos, o información a nuestras casas o llamadas telefónicas, sí se trata de una violación de La Ley General de Acceso a la Información Pública”, sugiere.
Una persona puede interponer una denuncia en el portal del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).
También puede presentar una solicitud de oposición a los partidos y órganos electorales para exigirles de modo formal que no usen sus datos personales, aunque esto tiene sus limitantes cuando no se sabe quién es el emisor, dice Santisteban.
“Desgraciadamente no hay una forma de nosotros, ante una grabación (anónima), poder ejecutar nuestros derecho a oposición”, reconoce.
¿Qué hacer?
> Ante el mal uso de datos personales, como la falta de consentimiento, puede interponerse una queja en el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).
> Entrar a ifai.org.mx al área de “Protección de Datos Personales”
> Llamar al teléfono 01 800 8354-324
> Si conoces al organismo o empresa que está haciendo mal uso de tus datos, entrégales una solicitud de oposición.
> Para más información consulta la “Guía práctica para ejercer el derecho a la protección de datos personales del INAI”: tiny.cc/derechosinai