El objetivo planteado por Morena en Jalisco para que la figura de revocación de mandato de los gobernadores sea instrumentada por los órganos electorales, y no por el gobierno local en turno, prepara el terreno para una nueva pugna política con Enrique Alfaro Ramírez, el futuro mandatario de la entidad.
El pasado 13 de octubre la presidenta nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, declaró en su visita a Jalisco que la revocación de mandato de los gobernadores debe ser operada por terceros que no formen parte del gobierno que será sometido a evaluación, lo cual incluso será una prioridad legislativa para esa fuerza política.
“Como dice nuestro presidente electo (Andrés Manuel López obrador), el pueblo pone, el pueblo quita; no pueden creer que ya llegaron y se quedaron; el que se queden gobernantes seis años cuando a veces no tienen el compromiso, la capacidad y nada más están para hacer negocios, le cuesta muy caro al país, ese es uno de los temas que tenemos que empujar”, agregó.
Reporteros le expusieron a la lideresa de Morena el caso de los gobiernos municipales del MC en la metrópoli de Guadalajara, incluido el de Alfaro Ramírez, los cuales fueron muy cuestionados en el trienio 2015-2018 debido a que la ratificación de mandato por la que pasaron la organizaron ellos mismos, por lo que fungieron como juez y parte. Así que se le preguntó a Polevnsky cómo podía evitarse que la revocación se volviera otro ejercicio de “simulación”.
“Necesitamos revisar qué es lo que hicieron y cómo lo hicieron mal, y evitar que eso suceda; no puede estar en manos de los mismos porque cuando tú lo pones en manos de los mismos pues manosean todo; nosotros creemos que hoy los partidos tienen que cambiar y la ciudadanía tiene que volverse muy demandante, muy exigente, muy observadora de lo que hacemos para que sean parte del cambio verdadero”, respondió.
Por lo tanto, continuó, el ejercicio de revocación debe ser instrumentado por el órgano electoral durante las elecciones, y no por la administración del gobernante sujeto a evaluación: “Eso se va a hacer cada tres años porque cada tres años hay elección, entonces así como se hace el tema de la elección ahí pones una boleta más para que salga dentro del tema electoral también salga esto (…) cada tres años que tenemos elección, que van a ir nuevos candidatos, también los que son por ejemplo de seis años, tendrán que ser revisados, evaluados y otra vez votados o rechazados”.
Esta postura de Morena es muy distinta a la que ha defendido públicamente Alfaro Ramírez, quien ha sostenido que la figura de ratificación de mandato aplicada durante su alcaldía es diferente a la de revocación; así intentó justificar en su momento que su gobierno se haya hecho cargo de la recepción y conteo de votos, y no una instancia imparcial.
Por lo que se informó durante las campañas para la gubernatura, mismas que ganó Alfaro Ramírez, el objetivo es replicar en el Gobierno estatal la figura de ratificación que se implementó a nivel municipal en Guadalajara, sin recurrir a la de revocación, ya existente en el Código Electoral y de Participación Ciudadana, que debe ser instrumentada por el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana.