El Gobierno municipal de Sayula ha sido el primero de Jalisco en prohibir el uso de los cañones antigranizo en todo su territorio, una decisión que podría ser replicada por otros municipios que también se consideran afectados por la operación de esa tecnología exenta de toda regulación.
Por años los municipios del sur de Jalisco, Sayula incluido, le han solicitado tanto al Congreso local como al Gobierno estatal que regulen el uso de los cañones antigranizo que se han propagado por esa región, debido a la presunción de que estos disuelven las nubes de lluvia, lo que estaría reduciendo las precipitaciones pluviales.
Ante la inacción de los legisladores y de las dependencias estatales en esta materia, tuvo que ser directamente Sayula, uno de los municipios afectados, el que tomara la decisión de subsanar parte del vacío legal bajo el que funcionan estos equipos cada vez más populares.
Así el gobierno del alcalde independiente de Sayula, Daniel Carrión Calvario, logró este 4 de julio que la reglamentación municipal de su demarcación fuera modificada para prohibir los cañones antigranizo.
El propio munícipe, quien llegó al cargo en 2018 con solo 25 años de edad, hizo el anuncio.
Las empresas que no cumplan, serán sancionadas hasta con 250 mil pesos y con la clausura de las mismas. Somos el primer municipio de Jalisco en tomar esta medida. Lo reitero, estamos haciendo lo que nadie había hecho, esto es por ustedes”, dijo.
Sayula le había advertido al Congreso local de la necesidad de regular los cañones antigranizo desde el 6 de julio de 2016, cuando su entonces alcalde, Jorge Campos Aguilar, le dirigió un oficio en el que le exponía la problemática de estos equipos que, se supone, evitan la formación de granizo mediante el disparo al cielo de ondas sónicas.
“Falta una adecuada y efectiva reglamentación sobre esta materia en la que se delimiten las atribuciones de cada nivel de gobierno con el fin de prohibir, restringir y en general, regular en forma adecuada el uso de dichos artefactos”, dijo.
Aún hoy Jalisco carece de una normatividad y de un censo oficial para estos cañones.
Las secuelas de la ley contra los cañones antigranizo
No es cualquier cosa que un municipio pequeño como Sayula, con una población que ronda apenas los 37 mil habitantes, haya determinado a ponerles un alto a los cañones antigranizo en su territorio, aun sin el respaldo del Gobierno de Jalisco y de sus secretarías del sector ambiental-hidrológico-agropecuario.
De hecho, los cañones antigranizo en Jalisco se han propagado sin freno debido a que son utilizados intensamente por inversionistas detrás de cultivos en boga como el aguacate y las llamadas berries, además de que en estados como Puebla ha salido a la luz que también son usados por compañías automotrices como Volkswagen.
La decisión de Sayula, por lo tanto, al no estar acompañada por dependencias estatales como las secretarías de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) o Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), podría volverse objeto de un embate legal no solo por parte de los operadores de los cañones antigranizo sino también por las compañías que venden y proveen esa tecnología.
De hecho, el 17 de julio de 2017, una de estas empresas que ofrecen la tecnología de los cañones antigranizo en Jalisco, S.M.A. de Michoacán, le advirtió al Congreso estatal vía oficio que de prohibirse el uso de sus equipos entonces contra-atacaría, pues “tiene una inversión de más de 50 millones de pesos en la instalación y operación de los cañones antigranizo existentes en el sur de Jalisco”.
“Cualquier acción de gobierno o acto administrativo que afecte el derecho de mi representada y de los productores agrícolas a los que se les brinda el servicio, será considerada como un responsabilidad civil objetiva atribuible a los funcionarios y las unidades administrativas involucradas”, dijo.
Mirada científica
En 2018 la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), publicaron un estudio sobre los cañones antigranizo en el que no encontraron evidencia científica de que estos equipos alteren los eventos de lluvia.
El estudio se llamó “Análisis espacial y temporal de la presencia de cañones antigranizo y su relación con la precipitación pluvial en los estados de San Luis Potosí, Jalisco y Michoacán”, y evaluó los efectos de 51 cañones antigranizo: 14 en Jalisco, 22 en Michoacán y 15 en San Luis Potosí en el lapso 2014-2017.
La valoración se hizo en dos partes. Primero se analizó si los cañones disolvieron nubes generadoras de lluvia y granizo (cumulonimbus) y luego se estudiaron y compararon todas las lluvias que se presentaron dentro del área de influencia de los cañones con respecto a las que se dieron fuera de esta.
“Al analizar los patrones de lluvia punto a punto y para los diferentes intervalos de la lluvia de cada 30 minutos, no se identificaron alteraciones que pudieran ser consideradas fuera de un patrón de aleatoriedad normal”, se concluyó sobre el primer punto.
Se determinó que “no existe una diferencia estadística entre la precipitación total ocurrida para cada uno de las estaciones del año en el área de influencia de los cañones antigranizo, con la ocurrida para el mismo periodo en aquellas áreas donde no tuvieron influencia los cañones”.
Así que concluyó que conforme al proceso e interpretación de las bases de datos observados y derivados, no se encontraron evidencias estadísticas que sustenten la influencia del uso de los cañones antigranizo en los eventos de lluvia, así como en los procesos de formación y acreción de granizo en las nubes cumulonimbus.