El recibimiento con pancartas y reclamos al candidato fue interpretado como un acto que forma parte de la guerra sucia de la rival panista
Por primera vez en lo que va de su campaña, el candidato de las izquierdas para el GDF, Miguel Ángel Mancera, fue saboteado por el grupo de publicistas que exigen poner un alto a la corrupción en Seduvi y frenar los privilegios a Ricardo Escoto y su poderoso Grupo Rentable.
Las irregularidades al interior de Seduvi alcanzaron al candidato del PRD, quien luego de concluir su participación en el Foro la Industrialización de México de la Canacintra, fue cuestionado a través de mantas en las que le recriminaron su relación con Grupo Rentable, en cuyos espectaculares promueve su candidatura.
Desencajado Mancera intentó dar voz a los inconformes, quienes lo presionaron para firmar un acuerdo en el que se comprometía a regularizar el caos que la Ley de Desarrollo Urbano no ha podido arreglar.
El candidato no firmó el documento. Acto seguido de diversos puntos le sacaron las mantas recriminándole el trato preferencial a Ricardo Escoto de Grupo Rentable y José Manuel Sánchez de la AMPE.
La guerra por el botín publicitario en el Distrito Federal subió de tono y alcanzó a Mancera, quien se vio obligado a responder los cuestionamientos de lo que ocurre en Seduvi.
“Mancera en Rentable, corrupción en casa”, rezaba una de las lonas en la entrada de Canacintra donde se desarrolló el Foro de Industrializacion de la ciudad de México, a donde Miguel Ángel Mancera y las tres candidatas asistieron como invitadas.
“Rendición de cuentas a Felipe Leal y Daniel Escotto”, le pidieron. “Por qué gozan de privilegios Ricardo Escoto y José Manuel Sánchez”, le cuestionaron con relación a los dos empresarios que son juez y parte en el reparto de anuncios.
El recibimiento con pancartas y reclamos al candidato Miguel Ángel Mancera fue interpretado como un acto que forma parte de la guerra sucia de la rival panista, Isabel Miranda de Wallace, quien pertenece a este sector de empresarios con su empresa Show Case.
“Es ella la responsable”, señalaron en corto. Y señalaron que algunos de los hombres que sostenían las mantas y lonas afuera de las instalaciones de Canacintra traían puesta la camisa de campaña de Miranda de Wallace.
Adentro, en el auditorio de Canacintra Miranda de Wallace abordó el tema que hoy tiene en conflicto a la Seduvi y publicistas que acusan a Ricardo Escoto.
La aspirante del PAN a la jefatura de gobierno puso en tela de juicio los privilegios que la dependencia que encabeza Felipe Leal otorga a ciertos empresarios del sector (en alusión a Ricardo Escoto).
Dijo que a cambio estos empresarios no reportan a las arcas del gobierno capitalino impuestos sino otro tipo de canonjías y exigió al Gobierno del Distrito Federal (GDF) retractarse de lo que está haciendo a los empresarios a través de Seduvi, que los amagó para retractarse de sus denuncias en contra de la Ley de Publicidad Exterior a cambio de participar en el reparto de espacios publicitarios.
Felipe Leal, titular de la Seduvi y Daniel Escotto, titular de la Autoridad del Espacio Público, no quieren o no pueden hacer nada para frenar los negocios ilícitos de Ricardo Escoto, quien detona el caos de espectaculares, vallas y cilindros en toda la capital.
Cabe recordar que en sesión privada, Felipe Leal y Daniel Escotto, fueron grabados por los empresarios al momento en que les advirtieron que de tener amparos no participarían en el reparto de espacios en los nuevos corredores publicitarios.
Luego de la difusión de ese audio, la Seduvi y los empresarios cuestionados como favoritos, Ricardo Escoto y José Manuel Sánchez de la AMPE, el miércoles pasado ofrecieron una conferencia de prensa para desestimar que haya privilegios solo para algunos.
Pero las pruebas aportadas por los empresarios denunciantes son contundentes. Documentos, videos y fotografías han demostrado en más de una ocasión la impunidad de Escoto y sus espectaculares y vallas.
El llamado “zar de los espectaculares” se ha convertido en un tema incómodo no sólo para Felipe Leal sino para el propio jefe de gobierno, Marcelo Ebrard.
