Se asoma la radicalización
En rechazo a la evaluación educativa, maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) volvieron a tomar las calles de Morelia. Reclamaron la suspensión definitiva del programa federal de evaluaciones, además de exigir el pago de más de 225 millones de pesos que adeuda el gobierno de Michoacán al magisterio.
En rechazo a la evaluación educativa, maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) volvieron a tomar las calles de Morelia. Reclamaron la suspensión definitiva del programa federal de evaluaciones, además de exigir el pago de más de 225 millones de pesos que adeuda el gobierno de Michoacán al magisterio.
Pese a ello, el gobierno estatal pudo garantizar el desarrollo del examen de conocimientos para los maestros, contando con el apoyo de La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), del Instituto Nacional de Evaluación de la Educación (INEE) y del Colegio de Notarios de Michoacán, que dieron cuenta de la participación de casi el 60% de los cinco mil maestros convocados.
En el intento de frenar el proceso de evaluación, los maestros de la corriente democrática tomaron bajo su control a la capital de Michoacán, argumentando también la burocratización de más de 3 mil 500 trámites administrativos que se encuentran inconclusos y que no han dado salida a las mejoras salariales y contractuales de los trabajadores del sistema educativo en el estado.
Aunque en Michoacán no se ha anunciado, hasta este día, ningún paro indefinido de labores, la dirigencia estatal de la CNTE, a cargo de Víctor Manuel Zavala Hurtado, no descartó la posibilidad de “radicalizar” las medidas de presión hacia el gobierno federal y estatal, para hacer que se cumplan sus demandas, principalmente la que tiene que ver con la suspensión de la evaluación magisterial.
En Michoacán, donde la oposición del Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) a la evaluación es una de las más recias del todo el país, ya se han sometido al examen de conocimientos cerca de 2 mil 500 maestros, los que han atendido al llamado del gobierno estatal, en una apuesta conjunta por mejorar las condiciones de la educación, de esta que es una de la pobres de todo el país.