Se reacomoda el tablero

Tras la detención de Servando Gómez Martínez, quien hasta la noche del jueves 26 de febrero era el jefe del cártel de Los Caballeros Templarios, se presume que el control de las rutas del narcotráfico en la entidad pudiera ser asumido por el cártel Jalisco Nueva Generación, que intentaba mantener su presencia en la geografía estatal desde hace más de cinco años.

J. Jesús Lemus J. Jesús Lemus Publicado el
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Templarios permanecerían aún activos en territorio michoacano
En el operativo para la captura de Servando Gómez no se contó con la participación de las Fuerzas de Seguridad Pública del gobierno de Michoacán

Tras la detención de Servando Gómez Martínez, quien hasta la noche del jueves 26 de febrero era el jefe del cártel de Los Caballeros Templarios, se presume que el control de las rutas del narcotráfico en la entidad pudiera ser asumido por el cártel Jalisco Nueva Generación, que intentaba mantener su presencia en la geografía estatal desde hace más de cinco años.

El cártel de Jalisco -que de acuerdo a informes de la PGR es liderado por Nemesio Oseguera Cervantes y mantiene vínculos con algunos grupos de civiles armados en la entidad- es el principal grupo que disputaba el control del tráfico de drogas a Los Templarios.

Datos del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) apuntan a la posibilidad de que en Michoacán, sin la resistencia de Servando Gómez, se genere en los próximos días un reacomodo de las células del crimen organizado, sin la posibilidad de que desaparezca el fenómeno del trasiego de drogas.

El reacomodo natural que se espera de las células del crimen organizado en Michoacán, revelaron funcionarios del Cisen, podría ser violento, en la medida de la resistencia con que se busquen sostener los reductos de Los Caballeros Templarios que siguen presentes en por lo menos 7 municipios de la zona sur del estado.

Fuentes del gobierno estatal de Michoacán apuntan hacia el convencimiento de que con la captura de Servando Gómez queda totalmente desarticulado el cártel de Los Templarios. Presumen que las células criminales podrían disolverse, enfrentar al cártel de Jalisco o sumarse a ese grupo para continuar con su sobrevivencia en la actividad delictiva.

No se sabe a ciencia cierta el número de miembros que sobreviven en Los Templarios, pero se estima que al menos son unos 500 a 800 templarios que se mantienen activos en todo el estado de Michoacán.

Un cártel conocido

El cártel que tras la detención de Servando Gómez, “La Tuta”, podría quedarse con el control de las rutas del narcotráfico en Michoacán, no es ajeno a la entidad.

Tiene presencia en la zona limítrofe con Jalisco, en donde se asentó a principios de la década de 1990, cuando un grupo de familias sembraban y vendían mariguana compradores foráneos.

A finales del año 2004, Jalisco Nueva Generación comenzó a ser perseguido violentamente por el grupo armado de Los Zetas; la razón era la negativa de comercializar con el cártel del Golfo parte de la mariguana que se cosechaba en la zona sur del estado, la que desde entonces ya estaba comprometida con el cártel del Pacifico.

El grupo que inicialmente integró el cártel de Jalisco estaba integrado por Nemesio Oseguera Cervantes, José González Valencia, Rogelio Guízar Camorlinga, Gerardo Mendoza y Domingo Sandoval, todos con el apoyo del cártel de Sinaloa, que les suministraba armas y hombres para sus movimientos logísticos, según datos de la PGR.

Hacia finales del 2008, el grupo que inicialmente fundó el cártel de Jalisco –llamado nueva generación por ser todos los fundadores hijos de comercializadores de mariguana- se desmembró. Se declararon la guerra entre ellos.

Tras la separación del grupo fundador del cártel de Jalisco, Oseguera Cervantes asumió el control de los municipios de Coalcomán, Aguililla, Tepalcatepec, Aquila, Chinicuila, y Buenavista Tomatlán, en la zona limítrofe de Michoacán con Jalisco, manteniendo el control del cártel. En tanto, que Domingo Sandoval y Gerardo Mendoza se mantuvieron independientes, y a ellos se les atribuye una relación de apoyo para algunos de los grupos de autodefensa.

La estrella del General

Apenas el pasado 27 de enero, el General Felipe Gurrola -recién nombrado encargado de la seguridad de Michoacán- anunció que la detención de Servando Gómez seguía siendo prioridad.

Gurrola no solo anunció la persecución del jefe de Los Caballeros Templarios, también adelantó su obligación de ir tras un grupo de “cinco o seis personas” que se movían entorno “La Tuta” y que de esa forma seguían manteniendo el control de algunas células criminales en la zona de Tierra Caliente.

Apenas se reunió con los mandos federales que operaban en Michoacán, el General diseñó una estrategia para dar con la captura del jefe de Los Templarios, del que se decía de manera oficial que se encontraba remontado en la zona serrana, viajando entre los municipios de Tumbiscatío, Tepalcatepec, Aquila, Arteaga y Coalcomán.

En el operativo para la captura de Servando Gómez no se contó con la participación de las Fuerzas de Seguridad Pública del gobierno de Michoacán. La detención fue ejecutada por elementos de Federales, quienes desde hacía al menos una semana estaban tras la pista del jefe de los Caballeros Templarios.

De la detención de “La Tuta” no fue informada en forma inmediata al gobernador Salvador Jara. El titular del ejecutivo estatal fue notificado del resultado del operativo federal una vez que se dio cuenta de ese hecho en las redes sociales de algunos periodistas y medios de información nacional.

¿Los nuevos dueños?

El cártel Jalisco Nueva Generación es un grupo aliado del cártel de Sinaloa y tiene presencia en:

Jalisco
Colima
Nayarit
Guanajuato
Querétaro
Zacatecas
Sinaloa
Sonora
Baja California

> La alianza

La alianza del cártel de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación data de los últimos meses del 2006, cuando éstos últimos vendieron sus servicios como su brazo armado a Joaquín “El Chapo” Guzmán. Entonces, crearon lo que en aquel tiempo se conoció como “Los Mata-Zetas”.

Solo poco más de un mes

Más allá de la vacante que deja, la captura de “La Tuta” representa un triunfo para el General Felipe Gurrola Ramírez, quien el pasado 22 de enero fue asignado por el presidente Enrique Peña Nieto como Alto Mando Especial para el combate a la delincuencia organizada.

Gurrola Ramírez logró en poco más de un mes lo que en su momento el Comisionado Federal, Alfredo Castillo Cervantes, no pudo hacer en un año: dar con el paradero del narcotraficante más buscado de México, por cuya captura se alzaron los grupos de autodefensa bajo el mando de José Manuel Mireles Valverde.

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