Los reñidos resultados en las elecciones del 4 de junio en Coahuila y en el Estado de México, han provocado desconfianza en los votantes por los procesos electorales. Esa desconfianza podría mitigarse por el procedimiento de “segunda vuelta”, afirmó Diego Valadés, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, en entrevista televisiva esta mañana.
Una segunda vuelta, consiste en que los dos candidatos que obtuvieron la mayor cantidad de votos, disputen un segundo proceso donde la ciudadanía elija entre uno u otro. “En las condiciones actuales de profunda desconfianza en los procesos electorales, la segunda vuelta nos puede servir para restablecer la confianza en el electorado”, dijo el académico.
Valadés agregó que, de implementarse este modelo, debería tomarse en cuenta para todas las elecciones de cargos ejecutivos, es decir: presidente, gobernador o alcalde. De haber existido este proceso electoral en la actualidad, ejemplificó, en el Estado de México Delfina Gómez y Alfredo del Mazo habrían tenido que disputar una segunda vuelta, donde, aseguró, la dfiferencia de votos entre ambos hubiese sido más marcada. De esa forma, se evitarían los llamados “fraudes electorales”.
La figura de segunda vuelta no es la primera vez que se discute. Su antecedente más próximo fue en septiembre de 2016, cuando el Senado pidió analizar una iniciativa ciudadano sobre el tema en la Cámara alta dos años antes.
Los expertos señalaron en su momento que era riesgoso abordar la discusión tan cerca de la sucesión presidencial.
En tanto, el PAN se mostró abierto a la negociación, ya que en 2009 el presidente Felipe Calderón había enviado una propuesta con esa figura, no obstante, en la reforma político-electoral del 2014, la segunda vuelta fue sacada del debate por presión del PRI, que históricamente no se ha prestado siquiera para la discusión del tema.