En la víspera de acudir a las urnas, hoy inicia el periodo de silencio en Nuevo León.
Después de semanas de discursos, anuncios, ataques y debates, la ley obliga a que los aspirantes hagan una pausa.
Un tiempo en el que pueda disiparse la indecisión que ha marcado a estos comicios electorales.
En este proceso, la llamada veda electoral es del 4 al 7 de junio, con la finalidad de dar la oportunidad a la reflexión sin factores de distracción.
Con el silencio en el periodo inmediato a la Jornada Electoral, se pretende que el votante analice las propuestas, evitar actos de proselitismo que influyan indebidamente en el voto y preservar la equidad en la contienda.
Al parar las propagandas de los candidatos, la ciudadanía toma un respiro del bombardeo vivido durante tres meses, que le permite decidir sobre el candidato que elegirá el próximo domingo.
Ayer, los aspirantes a la gubernatura cerraron sus campañas con diversos eventos dentro y fuera del área metropolitana.
Como parte de su trabajo en el último día de campaña, Ivonne Álvarez García, candidata de la “Alianza por tu Seguridad” al gobierno estatal, visitó la zona rural del estado, entre ellos el municipio de Rayones.
El candidato del Partido Acción Nacional, Felipe de Jesús Cantú, tuvo un encuentro con representantes de la Asociación de Maquiladoras y Manufactureras de Exportación del estado (Index), en donde destacó que esta industria recibe actualmente incentivos muy limitados.
A pocas horas de entrar en vigor el periodo de silencio, el candidato independiente, Jaime Rodríguez “El Bronco”, también se encontró con empresarios y recibió sus propuestas.
Más tarde visitó a los estudiantes de la Facultad de Biología de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
A callar por ley
Al silencio electoral ya no hay cómo sacarle la vuelta o simular no estar enterado.
El Consejo General del Instituto Nacional Electoral ordena la difusión pública de las condiciones y restricciones electorales vigentes durante el periodo del 4 al 7 de junio de 2015.
El 10 de febrero del 2014 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el “Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia político-electoral”.
En la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales se establece que la distribución o colocación de la propaganda electoral deberá respetar los tiempos legales que se establezcan para cada caso.
“Y que su retiro o fin de su distribución deberá efectuarse tres días antes de la jornada electoral. Señala también, que la omisión en el retiro o fin de distribución de la propaganda, serán sancionados conforme a la citada Ley”.
La publicación determina que desde tres días anteriores a la elección, no se permitirá la celebración, ni la difusión de reuniones o actos públicos de campaña, de propaganda o de proselitismo electorales.
Durante este periodo y hasta las 20:00 horas del día de la elección, no se deberán publicar o difundir, por cualquier medio, los resultados de encuestas o sondeos de opinión que tengan por objeto dar a conocer las preferencias electorales de los ciudadanos.
Entre fatiga y duda
Y es también en la etapa del silencio, que aparece la duda.
De acuerdo con el politólogo y asesor Gilberto Miranda Jiménez, son múltiples los factores que lo provocan, como el número inusual e histórico de candidatos y la acalorada disputa en el segundo periodo de la contienda para la gubernatura.
Para Miranda Jiménez, los votantes indecisos son quienes no tienen ninguna presión para votar, que no está en ninguna circunstancia clientelar, no son burócratas, no pertenecen a ninguna central obrera, ni son parte de una estructura con simpatías hacia alguien.
La diferencia marcada en los puntos que dan a un mismo candidato en las diversas encuestas que se publican en los medios, es otro factor importante para determinar la indecisión, detalló el especialista.
Señaló que hay una natural resistencia al cambio o a lo nuevo, al mismo tiempo en que la figura del candidato independiente se ha convertido en una novedad.
“Pero si no se ha volcado mucho el apoyo para los tres candidatos, es debido a que realmente ninguno tiene nada de novedad, los cuatro son personas hechas y formadas total y completamente dentro de los parámetros y la cultura política del bipartidismo”, dijo.
La apatía se confirmará o negará el 7 de junio, afirmó, y el reto es rebasar la participación registrada en el 2009.
“Si no rebasa el 55 por ciento que es lo que hubo en el 2009, en la intermedia anterior, pues realmente toda esta pirotecnia habrá servido de muy poco.
“Si vemos entre un 58 y un 60, que 60 es lo que hubo en el 2012 en la presidencial, entonces sí será genuino el ánimo que se generó y si es particularmente importante porque los indecisos son la gran mayoría”.
Entre más tiempo pasa, se acrecienta la incertidumbre, debido a lo que se conoce como “La Espiral del Silencio”, que no es más que influencia provocada .
“Que es básicamente trabajar en la creencia de que un candidato ya no tiene alguna posibilidad de ganar, o que otro va creciendo o que otro ya ganó. Se trata de generar una profecía autocumplida”.
Otro proceso psicológico que influye en esta fase es el denominado “Fatiga de decisión”.
“Conforme más decisiones vamos tomando o más se alarga una la toma de decisiones, más fatigados nos sentimos y de alguna forma, acabamos por aceptar algo que sea rápido o por decir yo ya no quiero tomar esa decisión”.
En la indecisión, quienes llevan la desventaja son los candidatos independientes, porque no tiene el voto duro, que sí se siente obligado a salir a votar.
“Y el segmento de clase media y media alta, y particularmente los jóvenes, que es donde está fuerte el candidato independiente, es el que menos sale a votar”, afirmó.
Advirtió que el exceso de confianza de los seguidores puede terminar por afectar a los candidatos, al no salir a votar porque las encuestas ya sitúan al candidato como vencedor.
Conforme transcurra la elección y se vaya conociendo el porcentaje de participación, es la forma en que se conocerá cuántos indecisos salieron a votar y el incremento de éstos, determinará la victoria.
“Si el umbral de participación se queda entre el 20 y 57 por ciento, es más probable que los partidos tradicionales tengan un buen resultado.
“Si aumenta cerca del 60 o más, que sería algo extraordinario, entonces se mejoran las posibilidades del candidato independiente, porque votará gente que normalmente no sale a votar”.
La gran mayoría de los indecisos evaluará hasta las últimas horas quién es su opción y eso podría inclinar la balanza. La moneda sigue en el aire.
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